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Retos del periodismo independiente en Cuba

María Matienzo: ¿Importa quedarte sola cuando haces periodismo independiente?

María de los Angeles Matienzo Puerto, escritora y periodista independiente. (Foto de Anniet Forte).
María de los Angeles Matienzo Puerto, escritora y periodista independiente. (Foto de Anniet Forte).

Ante la arremetida contra la prensa independiente en Cuba, Radio Televisión Martí continúa la serie sobre los rigores de ejercer en la isla uno de los oficios más peligrosos del mundo. ¿Qué sucede cuando alguien hace uso del derecho a la libertad de expresión por medio del periodismo no oficialista?

María de los Ángeles Matienzo Puerto colabora de modo regular con el portal Cubanet, como antes lo hiciera para Diario de Cuba. Su pasión por la narrativa la ha llevado de contar historias de ficción a desbrozar la realidad de Cuba, que a veces parece increíble a los ojos menos entrenados.

Aquí están con las valoraciones de una mujer que describe cómo el Estado cubano interfiere de modo directo en la libertad de expresión de sus ciudadanos, mientras se dice garante de los más elementales derechos.

¿Cómo le ha afectado la represión por hacer periodismo independiente en Cuba?

La verdad es que no tengo cómo medir cuánto ha influido el hostigamiento y la propaganda gubernamental contra mi persona. Un día estaba rodeada de amigos y al día siguiente me levanté sola, pero seguí adelante. Supongo que se quedaron los de verdad, para los que el amor y mi amistad eran más importante que el miedo.​

Quizás mi caso sea un tanto particular porque parte de mis amigos fueron conflictivos desde siempre, desde antes de conocerlos. Y hemos crecido juntos en la oposición, en el activismo, en el arte. Y de los que no formaron parte de ningún movimiento ni se pronunciaban abiertamente en contra del sistema y se quedaron siendo mis amigos, nunca me han contado si fueron “llamados” y si lo han hecho, simplemente, prefirieron seguir siendo mis amigos porque además, no me he permitido desconfiar de ninguno.

De los vecinos no me escondo y si han sido “alertados” nunca lo he sabido ni me ha interesado, pero sí he vivido mucha complicidad con ellos. Recuerdo cuando vivía en Alamar, la ascensorista me alertaba, como quien no quería la cosa, si había gente rara rondando o en el mismo ascensor cuando coincidía con otros a los que apenas me conectaban los buenos días, se ponían a hablar, a pasarme información o a decirme dónde encontrarlos si necesitaba algo.

En su caso, ¿cuánto ha influido el hostigamiento policial y la propaganda gubernamental contra su labor en la estabilidad de su familia o la relación con vecinos y amistades más cercanas?

A mi madre en algún momento intentaron coaccionarla, pero simplemente, ella es mi madre. Y mi pareja es activista por los Derechos Humanos desde hace más tiempo que yo periodista.

Pero aun en este mundo perfecto del que te cuento, de vez en cuando se levanta una ola de misterio y alguien intenta hacerme daño incluso entre estos amigos. Nadie sabe quién fue el primero en decir ‘”María es esto o María es lo otro”, y la gente se hace eco muy fácil del veneno y ahí están ellos para decir, “Ey, aguanta un mes que ella es mi amiga” y si la bola sigue corriendo ni me entero.

Mis amigos están ahí como mismo yo estoy aquí para ellos. Pero eso me recuerda a lo último que me dijo el compañero que me atendía porque hace mucho no sé de él; “María, tú no eres líder de nada, a ti no te sigue nadie”, pero a mí lo que me interesa es escribir, no que nadie me siga.

¿Qué obstáculos legales o impuestos por la Seguridad del Estado has debido sortear en su intención de hacer periodismo? ¿Cuánto cree que ha influido esta hostilidad en su obra periodística?

Los obstáculos legales que más he tenido que sortear son los relacionados al acceso a la información. Creo que haría un periodismo mucho más serio del que hago si tuviera el acceso a estadísticas e información que debiera ser pública. Sobre todo, si no tuviera que apoyarme muchas veces en los datos que dan los medios oficialistas y que yo sé que están falseados porque todo eso se colegia antes de ser publicado.

Uno de los objetivos de la censura y otros mecanismos represivos es atemorizar al comunicador independiente o alternativo para disuadirlo de realizar su labor. ¿Ha sentido miedo? ¿Puede describir algunas de estas situaciones?

Cada vez que escribo, entrevisto o denuncio un caso y me tiemblan las manos porque a mí misma me parece que será muy fuerte lo que voy a publicar, me digo, “bueno, que sea lo que Ochún quiera”, y me sirve de recurso sicológico para desintoxicarme del miedo a publicar nombre de fiscales y militares corruptos, de abogados negligentes, de delegados indolentes, de gente prestada para hacer el mal.

No es que yo sea muy valiente, solo que me apoyo en una fuerza mayor que en mi cabeza supera incluso a la Seguridad [Seguridad del Estado] y esos son mis orichas. No obstante, cuando veo a mis colegas siendo hostigados me parece que seré la próxima, pero eso no me limita a llamarlos y mostrarles mi apoyo.

Tengo una amiga que me dice que el policía que vaya detrás de mi debe ser un hombre con ampollas en los pies y otro que me dice que solo me están dejando correr. Y creo en las dos variantes, pero tengo una tranquilidad espiritual que no la brinca un chivo, como decían mis viejos.

Las cosas que me han pasado a mí pueden perfectamente haber salido de una novela de Agatha Christie. Si las cuento nadie me las creerá.

Una vez me monté en un carro distraída y a mitad de camino me di cuenta de que estaba siendo interrogada. Otro día me monté en una guagua y una pareja intentó buscar problemas, golpearme, y yo reaccioné como ni yo misma me esperaba, les cedí el espacio y me fui a parar al lado del tipo con aspecto más agresivo del pasillo y ese fue el que se enfrentó a aquella gente que después descubrí que era militares.

Las cosas que me han pasado a mí pueden perfectamente haber salido de una novela de Agatha Christie

El día del río, antes de iniciar las ceremonias para hacerme Ochún, tenía en los bajos de casa de mi padrino, un vigía, y después que salí del cuarto de santo mis padrinos me contaron que ellos ya tenían un plan B porque también se dieron cuenta de que estaba siendo vigilada.

Lo demás, creo que es lo que han vivido todos. Hombres que te siguen, hombres apostados en los bajos de la casa, gente rara que te provoca incluso en viajes de trabajo y de los que te preguntas “¿cómo llegó aquí esta gente?”

En uno de los últimos viajes que hice de superación -no te diré quiénes me invitaron ni dónde fue- en el grupo iba una muchacha que nunca supimos a qué organización pertenecía, pero estaba allí. Fue un mes infernal de acoso, pasó del extremo de enamorarme al de señalarme en público y decir que yo era su enemiga. Todo eso delante de gente que apenas me conoce por correo electrónico. Te confieso que lloré en mi habitación y también me pregunté qué hacía en aquel lugar tan lejos de mi casa y mi escritura. Después supimos que habían entrado a nuestras habitaciones y nos habían revisado nuestras cosas.

Pero no soy, por suerte, ni remotamente de las periodistas más hostigadas. Así que trato de no victimizarme porque creo que otros merecen más atención que yo. No sé tampoco si soy de las más arriesgadas, pero no le permito a nadie que me quite el sueño y para eso tengo mis recursos.

Ante la presión del Estado para silenciar a las voces discordantes –y la prensa independiente es una de las más constantes-, ¿por qué insiste en dedicarse a una de las labores más peligrosas que se llevan a cabo en países en dictadura?

A mí me da por visualizar algunas situaciones de mi vida de modo cinematográfico. Así que te cuento cuál ha sido la película de mi vida.

Un día me cansé de correr delante de un tren que se llamaba miedo y detrás de otro llamado huida. El que venía detrás estaba lleno de frases como “no eres tan buena”, “no eres confiable”, “no te mereces esto o aquello”, “cuidado que te marcas”, “estás escribiendo lo que no debes”, “eso no te lo van a publicar”, “cuidado que te cortan las alas”.

Me giré e invertí los papeles. Le empecé a caer detrás al miedo, me le enfrenté, dejé el trabajo de editora en Letras Cubanas, pensé que moriría de hambre y a la semana, gracias a mi amiga Ailer Gónzalez Mena con la que nunca he perdido el contacto, ya trabajaba para Diario de Cuba.

Después de eso he vivido solo lo que me ha tocado. He tenido que crecer y por el camino me he dado cuenta de que los problemas de Cuba no son solo los de vivir en una dictadura sino las consecuencias de vivir en esta dictadura y lo que nos ha afectado en la médula de la cubanidad y nos ha permeado de miseria humana.

Desde ese momento en que dejé de correr comencé a vivir mejor, a dormir mejor, me siento en libertad de decir que No o Sí, quedo mejor conmigo misma, he alcanzado metas importantes, me he trazado otras, y creo que soy mejor persona que es el bien más preciado al que debiéramos aspirar todos, incluso los escritores que tenemos que vivir del periodismo.

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Castro y Batista: la prensa y las consecuencias

Fidel Castro tras salir de la cárcel, durante la entrevista que le hiciera Agustín Alles para la popular revista Bohemia.
Fidel Castro tras salir de la cárcel, durante la entrevista que le hiciera Agustín Alles para la popular revista Bohemia.

El análisis de los acontecimientos y su abordaje en los medios de comunicación en la Cuba posterior al golpe militar del general Fulgencio Batista del 10 de marzo de 1952, harían aventurar que la revolución de los castristas aconteció más en la prensa y la opinión pública que en la misma Sierra Maestra o el clandestinaje.

En el artículo Lo que iba a decir y me prohibieron, escrito recién salido de la cárcel tras ser amnistiado por los sangrientos sucesos del asalto al Cuartel Moncada y publicado en el periódico La Calle el 8 de junio de 1955, Fidel Castro reconoce: "el periódico La Calle, junto a la revista Bohemia, han sido un factor decisivo en el triunfo de la verdad y en la aplastante victoria que hemos logrado sobre la hipocresía y el crimen".

De la Sierra a Kukine...

El fallecido Agustín Alles Soberón, quien fuera reportero estrella de la sección En Cuba de la revista Bohemia y el segundo periodista en el mundo en subir a la Sierra Maestra, detrás Herbert Matthews, de The New York Times, y entrevistar a Castro, confesó al autor de este trabajo y otros periodistas de Radio Martí, que luego de bajar de las montañas orientales con las respuestas del jefe rebelde, se escondió por unos días en la ciudad de Santa Clara, en casa de una íntima amiga, hasta que un día se presentó a la puerta una espiritista de la barriada y que pidió hablar con el joven de los papeles. Al tenerlo delante, le dijo: Mire joven, no se esconda más, es peligroso que se esconda en esta situación en que anda metido. En cambio, usted se salvará al seguro si se presenta en público, espere una oportunidad en que pueda personarse en un evento de alto nivel.

Alles, quien sería después en el exilio jefe de Noticias de Radio Martí, aseguró que a los pocos días, Batista daba una rueda de prensa en la mansión de su finca de Kukine en las cercanías de La Habana y pensó que aquella sería la oportunidad predicha por la espiritista. Tras viajar en el auto de un amigo, se presentó en la anunciada conferencia en calidad de reportero de Bohemia y relató que al traspasar el umbral de la sala, el cienfueguero Otto Meruelo, altisonante vocero del régimen, le interpeló desde la tribuna a la diestra del general: "¡Pero qué bien, Agustín Alles, de la Sierra para Kukine!"

Según Alles, Batista atajó al momento: "Otto, el Sr. Alles sólo ha estado haciendo su trabajo, él está en todo su derecho de ir a la Sierra y venir a Kukine, que para eso es periodista".

Batista se había expresado de forma similar sobre los editores cubanos que viajaron a Ciudad de México en octubre de 1953, a la reunión de la Sociedad Interamericana de Prensa, SIP. En una entrevista que le dio a Mathews, del New York Times, el cual fue publicado el 16 de octubre de 1953, dijo que no tenía nada en contra de los editores que fueron a la SIP. También elogió el papel de la prensa, dijo que la censura es "extremadamente impopular", y que jamás pensó en "imponer censura de forma permanente".

Entretanto, tras el triunfo del castrismo, Meruelo cumplió 20 años de cárcel de una condena de 30 por un delito de opinión.

El dictador Fulgencio Batista, en unión de su esposa y su primogénito en la finca Kukine. Foto de 1958.
El dictador Fulgencio Batista, en unión de su esposa y su primogénito en la finca Kukine. Foto de 1958.

Bohemia, la revista que lo hizo famoso

Pero antes de estar en Kukine, Alles entrevista a Castro para las páginas de Bohemia el 22 de mayo de 1955 -el mismo mes en que el asaltante del Moncada sale de la cárcel- con un aparatoso despliegue de atrevidas y sugestivas fotografías, y bajo el caballeresco título de Soy un combatiente sin odios ni resentimientos. La conversación de Castro con Alles terminó por catapultar al activista desde el plano nacional al continental. La revista desde los años treinta, y por su papel en la opinión pública respecto a la caída del presidente Gerardo Machado, se convirtió en la primera publicación de Cuba y tal vez de Latinoamérica.

Castro es entrevistado por Agustín Alles Soberón para la revista Bohemia.
Castro es entrevistado por Agustín Alles Soberón para la revista Bohemia.

Bohemia no parece así detenerse en su afán de promover la causa de Castro pues, el 28 de julio de 1957, publica íntegro el discurso del jefe de los alzados en las montañas orientales bajo el título de Manifiesto de la Sierra Maestra, que firman además Raúl Chibás y Felipe Pasos.

Sobre la libertad de prensa en tiempos de Batista

En tiempos del general Batista, el único medio clausurado por el régimen sería el periódico La Calle -el 16 de junio de 1955- que divulgaba muchos mensajes del Movimiento 26 de Julio. Algunas emisoras fueron cerradas, pero temporalmente. CMCA-Radio Mambí fue suspendida por 10 días en diciembre de 1952. "Batista solía ofrecer disculpas por la censura, y decía que era una acción necesaria debido a la crisis nacional", informa Michael Salwen en su libro "Radio and Television in Cuba".

Salwen dice que el diario en inglés Times of Havana tenía un censor que era amigable y tomaba café en la sala de redacción. Clarence Moore, dueño del rotativo, dijo que sólo una vez hubo censura, cuando no pudieron publicar "una nota sobre las madres de víctimas de tortura de Batista".

En realidad Batista no se carga la Constitución de 1940 -recordemos el papel clave del hombre fuerte para que Cuba pudiera darse la tan alabada Carta Magna de 1940- sino que a partir del 10 de marzo de 1952, específicamente el 4 de abril, firma la Ley Constitucional de la República que establecía unos estatutos añadidos a la Constitución del 40 y que, aunque sigue garantizando la libertad de expresión, en su artículo 41 se encarga de aclarar que la misma podrá "suspenderse en todo, o en parte del territorio nacional por el tiempo que fuere necesario para la seguridad del Estado, o en caso de guerra o invasión en el territorio nacional, alteración del orden público y otros que perturben hondamente la tranquilidad pública; así como cuando sea necesario para combatir el terrorismo o pistolerismo, y podrá decretarse por el Consejo de Ministros rigiendo la Ley de Seguridad y Orden Público, sin perjuicio de las medidas especiales que crea conveniente el Presidente de la República, dándole cuenta al Consejo de Ministros".

Justo lo que acontece en la isla a partir del asalto al Moncada.

Si bien por norma, las contiendas bélicas se caracterizan por atacar el derecho a la libertad informativa -lo que no debe extrañar puesto que primero se ataca el derecho a la vida-, el caso de la contienda isleña de 1956-1958 se comporta de forma bastante sui generis porque, a pesar de las restricciones circunstanciales señaladas en el artículo 41, la subversión siempre encontró los cauces adecuados para acceder con frecuencia, a veces inaudita, a los medios de difusión, tanto cubanos como extranjeros.

¿Qué hizo la prensa con esa libertad de prensa? ¿Contribuyó a la libertad general del pueblo de Cuba?

Fidel Castro con fusil de mira telescópica en el New York Times.
Fidel Castro con fusil de mira telescópica en el New York Times.

Adorado por la prensa americana

La prensa internacional, sobre todo norteamericana, no se quedó atrás sino que muchas veces se adelantó y superó a la prensa nacional en su activismo a favor de Castro, así, baste señalar que el 24 de febrero de 1957 -nótese lo cabalístico de la fecha en relación con el levantamiento independentista del 24 de febrero de 1895 y la presunta continuidad del mismo en el castrismo- sale publicada la mencionada entrevista en el Times, en portada, y como la primera de una serie de tres artículos sobre Cuba bajo el título de Rebelde cubano es visitado en su escondite e ilustrado con una foto de Castro armado de un fusil de mira telescópica y con la copia fotostática del autógrafo que le entregara al periodista Mathews.

Un mes más tarde, el 25 de marzo, la revista Life publica el reportaje y una foto de Castro en la Sierra Maestra fumándose un tabaco, tomados ambos del Times, y señala que su reputación como el "Robin Hood cubano" se incrementa cada día.

Al mes siguiente, el 28 de abril, los periodistas estadounidenses Robert Taber y Wendell Hoffman suben a la Sierra y permanecen con los subversivos más de una semana. De esa estadía sale el documental Rebeldes en la Sierra Maestra, transmitido por la cadena de televisión CBS el 19 de mayo de 1957 (otra fecha cabalística, nada menos que el aniversario de la muerte de José Martí en Dos Ríos).

El 21 de mayo la revista Life reproduce la crónica de Taber y Hoffman en CBS. El 7 de enero de 1958 el Times publica un editorial donde se refiere a la carta de Castro, recién conocida en Miami, dirigida a los grupos políticos integrados en el llamado Pacto de Unificación y deja claro su apuesta por el fortalecimiento del Movimiento 26 de Julio.

Ese mismo mes el Times vuelve a publicar otra entrevista a Castro, realizada en la Sierra por el reportero norteamericano de origen húngaro, Andrew St. George. En abril Life la reproduce a doble página y con seis fotos añadidas.

La cronología que publicamos a continuación (tomada de los mismos medios del régimen cubano) muestra que, como ha dicho Timothy P. Wickham-Crowley en su libro Guerrillas & Revolution in Latin America. A comparative study of insurgents and regimes since 1956, Princeton, Princeton University Press, 1993, la presencia de Castro en la prensa de la época era realmente abrumadora.

Cronología de la presencia de Castro en la prensa en tiempos del general Batista (1955-1958)

  • 19/03/1955

Desde prisión, Castro escribe carta al periodista Luis Conte Agüero. Es publicada en la edición de la revista Bohemia del domingo 27 de marzo de 1955 bajo el título Carta sobre la amnistía.

  • 05/04/1955

Con un gran titular que decía Incomunicado Fidel Castro, el periódico La Calle denuncia la decisión de la dirección del presidio de Isla de Pinos de incomunicar al asaltante en represalia por la carta que escribiera a Conte Agüero. La misma carta fue publicada por Bohemia en su edición del 27 de marzo.

  • 13/05/1955

El periódico La Calle denuncia bajo el titular de Quieren matar a Fidel, la existencia de un presunto plan para matar a Fidel Castro.

  • 15/05/1955

Apenas minutos de salir amnistiado después de pasar menos de dos años tras las rejas por los sangrientos sucesos del Moncada en el Reclusorio Nacional de Isla de Pinos, Castro ofrece una conferencia de prensa en el hotel Isla de Pinos. Al finalizar, entrega a la prensa el Manifiesto al pueblo de Cuba donde reitera que sigue en guerra contra el Gobierno.

Luis Orlando Rodríguez aprovecha y le hace una extensa entrevista que es publicada en el diario La Calle el 16 de mayo con el título de Seguiremos luchando en Cuba. Nunca he abandonado la Ortodoxia. Declaraciones de Fidel Castro.

  • 16/05/1955

Se traslada a un apartamento en 23 y 18, en El Vedado. Concede entrevista al periodista Guido García Inclán en el espacio radial El periódico del Aire, de la COCO.

La Calle publica el Manifiesto al Pueblo de Cuba de Fidel Castro y combatientes.

  • 19/05/1955

Acude al edificio del Retiro Odontológico, en L entre 21 y 23, donde se transmite un radio – mitin en la Onda Hispano – Cubana. Habla Pastorita Núñez y luego Castro.

  • 21/05/1955

La Calle refleja en su primera plana declaraciones de Castro sobre los últimos acontecimientos del país.

  • 29/05/1955

Bohemia publica su artículo ¡Mientes, Chaviano!

  • 30/05/1955

El periódico La Calle publica en primera plana otro artículo de Castro contra el coronel Alberto del Río Chaviano, jefe de la fortaleza del Moncada, bajo el título de Chaviano, el provocador.

  • 31/05/1955

Visita la redacción del periódico Prensa Libre y declara: Todos los voceros del régimen han caído sobre mi persona pidiendo mi cabeza, pero sin rebatir uno solo de los puntos de mi escrito.

  • 07/06/1955

La Calle publica su artículo ¡Manos asesinas!

  • 08/06/1955

La Calle publica su artículo Lo que iban a decir y me prohibieron.

  • 11/06/1955

La Calle publica una denuncia de Castro por la muerte a tiros del ex comandante de la Marina y combatiente de la Guerra Civil Española, Jorge Agostini, bajo el título Frente al temor y frente al crimen.

  • 06/07/1955

Antes de partir para México acude a la revista Bohemia para encontrarse con el periodista Rodolfo Rodríguez Zaldívar. Le responde algunas preguntas y le deja las declaraciones de despedida que recién redactara y que serían publicadas en el siguiente número de la revista.

  • 07/07/1955

Jesús Montané con otros activistas distribuye en distintos órganos de prensa las declaraciones de despedidas de Castro.

  • 10/07/1955

Ya en México Bohemia publica bajo el título Encuestas de Bohemia una serie de entrevistas realizadas a Castro.

06/11/1955

Bohemia publica en su edición de ese día el artículo Mitin oposicionista en Nueva York, del periodista Vicente Cubillas, que reseña el acto del 30 de octubre en el Hotel Palm Garden, presidido por Castro.

  • 20/11/1955

Bohemia publica entrevista de Ramón Coto a Fidel Castro bajo el título Sirvo a Cuba. Los que no tienen el valor de sacrificarse.

  • 08/01/1956

Bohemia publica el artículo de Castro !Frente a todos!

  • 05/03/1956

Bohemia publica artículo de Castro bajo el título de La condenación que se nos pide.

  • 01/04/1956

Bohemia publica en su edición de ese domingo el artículo El Movimiento 26 de Julio, firmado por Castro el 19 de marzo en Ciudad México y en el cual define los objetivos de la organización y su carácter autoritario, en el mismo declara además la radical oposición al diálogo con el Gobierno.

  • 01/07/1956

La sección En Cuba de Bohemia comenta el breve arresto de Castro y su grupo en la capital mexicana.

  • 09/07/1956

Durante la breve estancia de Castro en la prisión de Miguel Schultz 136, México, Bohemia publica el artículo ¡Basta ya de mentiras! El artículo es una réplica a un reportaje publicado en la revista Bohemia por Luis Dan que no resulta laudatorio del 26 de Julio.

  • 11/07/1956

Órganos de prensa en Cuba divulgan una carta firmada por presuntos estudiantes que piden al presidente mexicano Adolfo Ruíz Cortines la inmediata libertad de Castro y su gente aún detenidos en la prisión de Miguel Schultz.

  • 02/09/1956

El periódico Información es el primero en divulgar en Cuba la Carta de México, reproduciendo íntegramente el texto con el título Alianza de Fidel Castro y la FEU, en México.

Bohemia divulga la carta de Castro enviada a su director bajo el título Carta a Trujillo.

  • 07/10/1956

Bohemia publica una denuncia de la FEU sobre un supuesto complot para eliminar físicamente a Castro en México.

  • 19/11/1956

El periódico Alerta publica la entrevista que le concediera al periodista Benjamín de la Vega bajo el título de Declaraciones de Fidel Castro. Presto a deponer su actual actitud.

  • 02/02/1958

Ya confortablemente instalado en el refugio de la Sierra, y tras su debut en la prensa estadounidense, Bohemia publica una carta de Castro dirigida desde las montañas a los periodistas cubanos para que informen al pueblo sobre el movimiento insurreccional. Esta aparece sin censura alguna tal como lo anuncia un titular desplegado en la portada en una tirada de 500.000 ejemplares.

Manuel Alejandro León Velázquez: “Se adueñó de mí el amor por el periodismo”

Manuel Alejandro León Velázquez, periodista independiente cubano. En una viaje de trabajo a España visita la redacción del diario El País, junio 2018. (Facebook).
Manuel Alejandro León Velázquez, periodista independiente cubano. En una viaje de trabajo a España visita la redacción del diario El País, junio 2018. (Facebook).

Ante la arremetida contra la prensa independiente en Cuba, Radio Televisión Martí continúa la serie sobre los rigores de ejercer en la isla uno de los oficios más peligrosos del mundo. ¿Qué sucede cuando alguien hace uso del derecho a la libertad de expresión por medio del periodismo no oficialista?

Manuel Alejandro León Velázquez publica regularmente en Diario de Cuba sus entrevistas y reportajes, arrancados de las voces más lejanas del archipiélago, en la oriental Guantánamo, tal como lo hiciera en sus inicios en la productora independiente Palenque Visión.

Como ha ocurrido a lo largo de la historia del enfrentamiento a la censura oficial, muchos periodistas independientes se acercaron primero a los grupos opositores y luego se decantaron por ingresar en los diferentes medios que intentan mantener el espíritu de una prensa libre. Ese fue el salto de León Velázquez.

En su caso, ¿cuánto ha influido el hostigamiento policial y la propaganda gubernamental contra su labor en la estabilidad de su familia o la relación con vecinos y amistades más cercanas?

Ciertamente he sido aislado del medio social en que vivo, y mi familia ha sido víctima de chantajes y ha tenido que enfrentarse en varias ocasiones a los propios vecinos, miembros de organizaciones de masas, y a los agentes de la Seguridad del Estado (DSE). Estos últimos sostienen que mi familia me apoya en mis proyectos de trabajo “por pacotilla”, pero esto no ha imposibilitado mi labor periodística. Una buena parte del pueblo, aunque con miedo, demanda un buen ejercicio del oficio del periodismo, y ahí es donde entramos nosotros, los periodistas independientes.

¿Qué obstáculos legales o impuestos por la Seguridad del Estado ha debido sortear en su intención de hacer periodismo? ¿Cuánto cree que ha influido esta hostilidad en su obra periodística?

En no pocas ocasiones he sido privado de mi derecho a la libertad de movimiento, sufriendo detenciones arbitrarias en puntos de control policial, y luego trasladado a unidades del Ministerio de Interior (MININT), donde me retienen hasta que no quede más remedio que retornar a casa, habiendo perdido la oportunidad de reunirme con alguna fuente, o colegas de trabajo.

Una buena parte del pueblo, aunque con miedo, demanda un buen ejercicio del oficio del periodismo y ahí es donde entramos nosotros, los periodistas independientes.

En junio de 2016, luego de un viaje a Madrid, España, fui detenido en el punto de control policial de la localidad de Río Frío, a las afueras del municipio cabecera, Guantánamo, donde resido. Fui trasladado hacia la Unidad de Operaciones Policiales del MININT y allí me decomisaron medios de trabajo y dinero. Paralelo a mi encarcelación, un operativo del Departamento de la Seguridad del Estado, de conjunto con uniformados de la policía nacional y colaboradores del DSE en la zona, allanaron mi vivienda sin mostrar siquiera una orden de registro, y ocuparon medios de trabajo y dispositivos de almacenamiento. Ello dificultó mi labor por un tiempo, pero un periodista no puede ser dependiente de la tecnología para llevar la verdad al mundo, y poco a poco me fui recuperando.

Uno de los objetivos de la censura y otros mecanismos represivos es atemorizar al comunicador independiente o alternativo para disuadirlo de realizar su labor. ¿Ha sentido miedo? ¿Puede describir algunas de estas situaciones?

En ningún momento me sentí atemorizado por las presiones, aunque sí temía por la seguridad de mi familia, quienes sufrieron amenazas de cárcel por el supuesto delito de “Incumplimiento del deber de denunciar”.

Ante la presión del Estado para silenciar a las voces discordantes –y la prensa independiente es una de las más constantes-, ¿por qué insiste en dedicarse a una de las labores más peligrosas que se llevan a cabo en países en dictadura?

Antes de incursionar en el ejercicio del periodismo independiente ya integraba uno de los movimientos opositores en la isla, la Alianza Democrática Oriental. La experiencia adquirida en todos esos años como activista de la lucha no violenta, lo que tuve que afrontar cada vez que hacíamos una actividad que el gobierno llamaba “subversiva”, y que por tanto reprimía con todo su poderío, me hizo más fuerte y cuidadoso. Es por esto que el temor no se apodera de mí en situaciones de presión.

Luego se adueñó de mí el amor por el periodismo. También era imprescindible visibilizar tanto la vida cotidiana del cubano y sus necesidades propias, como el accionar de la sociedad civil independiente en Cuba, opacado y difamado por los medios de difusión masiva al servicio del régimen en la isla.

Con la entrevista a Manuel Alejandro León Velázquez cerramos el ciclo dedicado a los retos del periodismo independiente en Cuba.

Ernesto Santana: Sobre hacer periodismo en Cuba y la eterna sensación de estar en peligro

Ernesto Santana Saldívar, escritor y periodista independiente cubano. (Foto tomada de YouTube).
Ernesto Santana Saldívar, escritor y periodista independiente cubano. (Foto tomada de YouTube).

Ante la arremetida contra la prensa independiente en Cuba, Radio Televisión Martí continúa la serie sobre los rigores de ejercer en la isla uno de los oficios más peligrosos del mundo. ¿Qué sucede cuando alguien hace uso del derecho a la libertad de expresión por medio del periodismo no oficialista?

Nuestro entrevistado de hoy es un creador artístico que pasó de los terrenos resbaladizos de la ficción a los terrenos inseguros del periodismo. Cuba es un país donde señalar a las autoridades se paga con la cárcel, el castigo físico o el escarnio público, aunque hay hombres y mujeres que no se detienen por ello.

Ernesto Santana Saldívar (Puerto Padre, Las Tunas, 1958) es autor de las novelas Ave y Nada ( Premio Alejo Carpentier, 2002) y El carnaval y los muertos, Premio Novelas de Gaveta Franz Kafka, de 2010; también cultiva la poesía.

Escribir en condiciones donde la censura arrecia es ya un mérito mayor, pero persistir en hacer periodismo independiente a contrapelo de las leyes que lo castigan, se vuelve algo más que un compormiso.

Las columnas de Santana para Cubanet acusan a la política cultural del régimen cubano, a la vez que describen un mundo ya no tan sumergido de creadores artísticos independientes que mantienen vivas las ansias por la libre expresión. De visita en Estados Unidos, contestó al cuestionario de Radio Televisión Martí.

En su caso, ¿cuánto ha influido el hostigamiento policial y la propaganda gubernamental contra su labor en la estabilidad de su familia o la relación con vecinos y amistades más cercanas?

He tenido la suerte de que la relación con la mayor parte de mis amistades no haya sido tan afectada por mi trabajo como periodista, pero para algunos vecinos sí resultó un poco difícil no incluir la sospecha y poner cierto distanciamiento en el trato.

¿Qué obstáculos legales o impuestos por la Seguridad del Estado ha debido sortear en su intención de hacer periodismo? ¿Cuánto cree que ha influido esta hostilidad en su obra periodística?

Desde antes de ejercer el periodismo tuve problemas para encontrar trabajo y publicar mis textos como escritor, pero luego de comenzar a escribir para Cubanet todo se volvió mucho más difícil, desde el acceso a material documental en instituciones a la participación en eventos culturales o la simple asistencia a algunos de ellos.

Uno de los objetivos de la censura y otros mecanismos represivos es atemorizar al comunicador independiente o alternativo para disuadirlo de realizar su labor. ¿Ha sentido miedo? ¿Puede describir algunas de estas situaciones?

Por supuesto que estás haciendo un trabajo que el gobierno considera una actividad hostil y que, por tanto, te califica como un blanco de sus ataques. Sabes que en cualquier momento tus familiares o tus amigos se pueden ver afectados sin tener ninguna responsabilidad, que en cualquier momento puedes sufrir un registro, la pérdida de tus pertenencias y útiles de trabajo, y que puedes caer en prisión en cualquier momento, tras una simple detención o a través de cualquier proceso fabricado por la Seguridad del Estado.

Sabes que en cualquier momento puedes sufrir un registro, la pérdida de tus pertenencias y útiles de trabajo, y que puedes caer en prisión

Siempre que vas a cubrir un hecho o evento que te parece relevante, tienes que tener en cuenta que puedes no regresar a tu casa y tomar las medidas adecuadas. Tienes siempre la sensación de estar en peligro, sobre todo cuando ves lo que les ocurre a tus colegas constantemente.

Ante la presión del Estado para silenciar a las voces discordantes —y la prensa independiente es una de las más constantes—, ¿por qué insiste en dedicarse a una de las labores más peligrosas que se llevan a cabo en países en dictadura?

Mi trabajo como periodista es una prolongación de mi actitud como ciudadano. Ejercer mis libertades y derechos, comenzando por los de libre expresión, me parece básico para sentirme humano, y además el trabajo como periodista ayuda a dar a conocer la brutalidad y la labor deshumanizadora de un régimen que trata, en primer lugar, de dar una imagen falsa para ser apoyado fuera y dentro del país.

El periodismo puede ser un trabajo muy efectivo a favor de la verdad y de la realidad de los cubanos bajo el castrismo.

Jorge Olivera Castillo: “Es como estar en un escenario de guerra”

Jorge Olivera
Jorge Olivera

Ante la arremetida contra la prensa independiente en Cuba, Radio Televisión Martí continúa la serie sobre los rigores de ejercer en la isla uno de los oficios más peligrosos del mundo. ¿Qué sucede cuando alguien hace uso del derecho a la libertad de expresión por medio del periodismo no oficialista?

Cuando Radio Televisión Martí preparaba este cuestionario sabía que se enfrentaba a testimonios tan diferentes como distintas han sido las dinámicas de la censura y la represión contra la prensa independiente en Cuba desde 1959.

Jorge Olivera Castillo (La Habana, 1961) es un hombre que cree en la palabra escrita y por ella ha caminado un derrotero de amenazas, imposiciones, penas de cárcel y escarnio público.

Cuando en 2003, el régimen de Fidel Castro impuso la Ley 88 por supuestos delitos contra la Seguridad del Estado y conocida como "Ley Mordaza”, Olivera fue condenado a 18 años de cárcel. Lo enviaron desde la capital cubana a extinguirse en Guantánamo, a más de 900 kilómetros de su residencia, pero no quebraron su creencia en el periodismo.

Al salir de prisión por motivos de salud continuó en sus labores periodísticas en el portal Cubanet, a la par de su creación literaria. Hoy es el autor de varios libros de poesía y narrativa, y la coordinación y promoción (junto a un equipo de creadores) del Club de Escritores y Artistas de Cuba (CEAC).

En su caso, ¿cuánto ha influido el hostigamiento policial y la propaganda gubernamental contra su labor en la estabilidad de su familia o la relación con vecinos y amistades más cercanas?

El hostigamiento y la propaganda hostil y constante por todos los medios de comunicación han sido el motivo para que los vecinos limiten sus relaciones por miedo a sufrir las mismas represalias, y muchas amistades tomen distancia y en ocasiones se alejen de manera definitiva.

¿Qué obstáculos legales o impuestos por la Seguridad del Estado ha debido sortear en su intención de hacer periodismo? ¿Cuánto cree que ha influido esta hostilidad en su obra periodística?

No es fácil hacer periodismo en un clima tan adverso. Es como estar en un escenario de guerra, sin balas ni cañonazos, pero a merced de ser blanco del odio gubernamental que puede llegar en forma de detenciones, actos de repudio y cárcel. La libertad de expresión tiene que estar en consonancia con los fines del socialismo, de lo contrario es un acto contrarrevolucionario. Así que el ejercicio del periodismo independiente es ilegal. Se trata de una actividad punible.

Uno de los objetivos de la censura y otros mecanismos represivos es atemorizar al comunicador independiente o alternativo para disuadirlo de realizar su labor. ¿Ha sentido miedo? ¿Puede describir algunas de estas situaciones?

El miedo es una reacción normal ante el peligro y el gobierno de la isla se encarga de mantener en óptimas condiciones su maquinaria represiva. La impunidad es una de las piezas de ese mecanismo encargado de destruir cualquier iniciativa contraria a los postulados del partido único.

Personalmente creo en la pureza de los ideales que defiendo. Insisto creer en la posibilidad de practicar derechos consignados en documentos de las Naciones Unidas, ni más ni menos. Solo eso. Sin ningún tipo de reservas afirmo que los miedos son fieras que pueden domesticarse. Virtud, humildad, constancia y coraje, son parte del instrumental para lograrlo.

Ante la presión del Estado para silenciar a las voces discordantes –y la prensa independiente es una de las más constantes-, ¿por qué insiste en dedicarse a una de las labores más peligrosas que se llevan a cabo en países en dictadura?

Siempre he sentido una pasión especial por el trabajo con la palabra escrita. Por otro lado, considero que el periodismo independiente constituye un pilar de inestimable valor en la difícil y compleja lucha por la emancipación de una de las dictaduras más longevas de la historia contemporánea.

Es necesario continuar desmontando los fundamentos de un modelo que nos vendieron como lo mejor del mundo.

La prensa oficial se empeña en construir una falsa realidad. Miente descaradamente, oculta los efectos devastadores de un sistema político que ha demostrado su inoperancia y su disposición a gobernar por la fuerza.

Estamos aquí para quitar los velos, desmontar las patrañas, decirle al mundo que en vez de ciudadanos somos rehenes de una cúpula de poder irresponsable y ubicada en las antípodas de lo que predica en las tribunas.

Waldo Fernández Cuenca: “Somos la voz de los sin voz”

Waldo Fernández
Waldo Fernández

Ante la arremetida contra la prensa independiente en Cuba, Radio Televisión Martí continúa la serie sobre los rigores de ejercer en la isla uno de los oficios más peligrosos del mundo. ¿Qué sucede cuando alguien hace uso del derecho a la libertad de expresión por medio del periodismo no oficialista?

Waldo Fernández Cuenca pasó de publicar en los medios oficiales a describir la Cuba subterránea. Su interés en los mecanismos de censura -como la víctima que ha sido de éstos- lo llevó a una larga investigación que vio la luz bajo el nombre de Imposición del silencio: Cómo se clausuró la libertad de prensa en Cuba*, y en la que explora cómo el régimen dio el zarpazo a la prensa libre en Cuba.

La entrevista que les proponemos hoy revela las distintas gradaciones de la prensa independiente y sus hacedores. La censura oficial, como daño material, no ha hecho mella en quienes se empeñan en llevarles a los cubanos lo que el propio Estado calla.

En su caso, ¿cuánto ha influido el hostigamiento policial, la propaganda gubernamental hacia su labor y el trabajo de la policía política en la estabilidad de su familia o la relación con vecinos y amistades más cercanas?

Considero que por vivir en La Habana y dedicarme exclusivamente al periodismo no he sido víctima de un sistemático hostigamiento policial, al menos si me comparo con otros comunicadores.

La propaganda gubernamental nunca ha estado dirigida exactamente contra mí y no me hace mella, hace rato estoy vacunado contra ella. Lógicamente mi familia, en especial mis padres, no concuerdan con que me dedique al periodismo independiente, no tanto por convicción ideológica como por temor a mi seguridad.

La población cubana está cansada de la miseria y la inoperancia del sistema y al menos ya a los periodistas independientes no los miran con los malos ojos, todo lo contrario, muchos se te acercan y hasta dan sus nombres y cuentan sus historias. Muchos otros tienen temor, pero esa población temerosa ha disminuido mucho.

¿Qué obstáculos legales o impuestos por la Seguridad del Estado ha debido sortear en su intención de hacer periodismo? ¿Cuánto cree que ha influido esta hostilidad a su obra periodística?

Para los periodistas independientes -que no gozan de ningún reconocimiento o amparo legal- nuestra labor es ya de por sí ilegal, y estamos expuestos a cualquier arbitrariedad por los órganos de la Seguridad del Estado contra nosotros y nuestras familias. Ellos lo dejan claro: debes ser un ciudadano modelo en un país donde solo adquirir un producto de primera necesidad puede ser ilegal.

Por otro lado, los periodistas del régimen muchas veces han reconocido que se les dificulta el acceso a las fuentes oficiales debido a los permisos que se necesitan. Nosotros no tenemos ni siquiera esa posibilidad.

"La imposición del silencio", del escritor y periodista cubano Waldo Fernández Cuenca. Editorial Deinós, 2016.
"La imposición del silencio", del escritor y periodista cubano Waldo Fernández Cuenca. Editorial Deinós, 2016.

Muchas veces debemos esconder el nombre de nuestras fuentes y ningún organismo estatal (que son todos) te da una entrevista. Solo si se ama esta profesión, como es mi caso, podemos ejercerla honorablemente en un ambiente tan represivo y de tantas dificultades institucionales y materiales.

Uno de los objetivos del mecanismo de censura y las propias fuerzas del orden es atemorizar al comunicador independiente o alternativo. ¿Ha sentido miedo? ¿Puede describir algunas de estas situaciones?

No creo que nadie que disienta públicamente del régimen pueda decir que alguna vez no sintió miedo.

El miedo es algo muy incorporado en la psiquis de cualquier persona cuando sabe que puede sufrir represalias por hacer o decir algo. Pero uno lo va superando y domando.

Sentí mucho miedo la primera vez que fui arrestado y encarcelado a finales del año 2014 por tres días, lo sentí en mis años universitarios cuando publicar un trabajo con alguna crítica al sistema podría acarrearte la expulsión de la universidad, pero las convicciones personales y la coherencia hacen que superes el miedo. Es fundamental en eso la preparación académica, estar informado de todas las injusticias que suceden a tu alrededor. Descubrir que vives en una gran farsa a la cual ya no puedes sumarte.

Si la intención del Estado es silenciar a las voces discordantes –y la prensa es una de las más constantes- ¿Por qué insistes en una de las más peligrosas actividades que se llevan a cabo en países en dictadura?

Por los mismos motivos que los comunistas insisten en difundir su propaganda sin tapujos. Ellos saben que en el campo de las ideas no pueden ceder un milímetro porque el sistema se caería al momento. Insistimos porque somos la voz de los sin voz, y eso te reconforta como comunicador y ser humano, reflejamos aquello que los medios oficiales jamás publicarían.

El deseo de cualquier periodista es decir lo que piensa sin cortapisas y solo en el periodismo libre se puede conseguir.

La libertad comienza por tus acciones y solo de esa manera se puede aspirar a irradiar y contagiar la libertad plena en los demás.

*Waldo Fernández Cuenca: “Imposición del silencio: Cómo se clausuró la libertad de prensa en Cuba”, Edit. Deinós, 2016.

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