Efectivos de la policía política cubana impidieron este jueves la asistencia del público al estreno del monólogo Los enemigos del pueblo, en la galería independiente El Círculo, en la barriada capitalina de El Vedado.
La obra narra la historia de una mujer que le recuerda al difunto dictador Fidel Castro cada una de las víctimas del Remolcador 13 de marzo y termina acuchillándolo.
"Los agentes se pararon en la misma entrada de la casa, se amotinaron ahí, después hicieron una fila y nos impedían el paso. Los invitados se fueron, nos despedimos y entonces nosotros subimos, hicimos la función para básicamente las pocas personas que estábamos ahí. En total éramos siete personas", contó la actriz y guionista Lynn Cruz a Radio Martí.
"Y entonces, en realidad, el hecho de matar a Fidel significa para mí, matar el sueño, el sueño de la promesa que se desvaneció, permanece inconclusa", añadió.
Debido a la represión existente en Cuba, lo único que pueden hacer los realizadores de Los enemigos del pueblo, es presentar la obra "en salas de casas", señaló su director Miguel Coyula.
"Lo importante del texto de línea es que desacraliza la figura de Fidel Castro, creando una realidad alternativa, que es algo que en el caso cubano se ha cifrado demasiado. O sea, cuando hay referencias a los líderes, de alguna manera están codificadas, cifradas para no tratar directamente el asunto, y yo creo que ya es hora, tanto del cine como el teatro, de poder hablar de las cosas y llamarlas por su nombre y ser críticos", afirmó.
Coyula compartió con Radio Martí detalles de su nuevo proyecto, la película Corazón Azul, que viene filmando desde hace cinco años.
Es una "película de ciencia ficción, una realidad alternativa donde, a partir de un experimento que Fidel Castro realiza, se tratan de manipular genéticamente niños para construir el hombre nuevo y salvar el socialismo", detalló.
"Un experimento que por supuesto sale mal, y entonces, todos estos individuos se unen cuando crecen y crean una banda anarquista que empieza a destruir el sistema, que es en esa realidad alternativa muy parecido a China. Le siguen diciendo socialismo, pero es un capitalismo brutal detrás de la fachada", explicó.
El músico y activista cubano Gorki Águila fue una de las pocas personas que burló la vigilancia y asistió a la presentación de la obra.
"No dejaron entrar a nadie. Incluso estaban incluidas personalidades del mundo del teatro, no de la oposición. La obra trata el testimonio real con nombres, apellidos y edades de todas las personas que fallecieron", dijo Águila.
Agregó que "ellos (Gobierno) no lo están haciendo por exagerar o por tontos que son, simplemente es que ellos en estos momentos no se pueden dar el lujo de que ni la mínima chispa se logre; dígase el mundo del arte o de la oposición, (porque) si a un artista se le deja, se le permite hacer algo como esto, otro artista también ve que es posible y esa idea se va contaminando y va a llegar el momento que ellos no van a poder parar algo inevitable", añadió.
(Con información de Radio Martí)
