Ailex Marcano, la madre del prisionero político cubano de las protestas del 11 de julio de 2021 J Ángel Jesús Véliz Marcano, llegó el viernes a Miami como beneficiaria del programa de Parole Humanitario. Profundamente conmovida, la mujer exigió la libertad de su hijo y de todos los presos políticos cubanos.
“¡Libertad para los presos políticos! ¡Libertad para mi hijo Ángel Jesús Véliz Marcano! ¡Abajo la dictadura! ¡Viva Cuba libre!”, exclamó al llegar a Miami.
Marcano no tiene familiares en Estados Unidos, pero dijo que su familia era “el exilio”. Aseguró que su salida del país fue forzada por la dictadura cubana y que continuará exigiendo la libertad de todos los presos políticos cubanos.
“¡Patria, vida y libertad!, !Derechos humanos para los cubanos!", fueron algunas de las consignas que gritó Marcano en el Aeropuerto Internacional de Miami ante la mirada de muchas personas que esperaban a sus familiares de la isla.
“He salido al exilio por un pedido de mi hijo. Él me pidió que saliera del país debido a la represión. Me pidió que saliera a defender a todos los presos políticos de Cuba. Yo siempre voy a decir la verdad. Basta de represión con nuestros presos políticos y contra nuestro pueblo. Basta ya de negarnos las libertades que merecemos como seres humanos”, dijo Marcano a Martí Noticias.
La mujer de 53 años es una de las voces más críticas desde dentro de Cuba y ha pedido sin descanso la libertad de todos los presos políticos del 11J. El régimen la ha detenido en innumerables ocasiones, como ella misma ha documentado en sus redes sociales.
En 2022 alzó su voz en Ginebra para denunciar la represión en Cuba contra manifestantes pacíficos.
Su hijo fue detenido por el régimen cubano una semana después de las mayores protestas en la historia de Cuba, el 11 de julio de 2021. Antes de las protestas era deportista y se graduó como profesor de Educación Física.
El joven, también beneficiario del Parole Humanitario, sigue encarcelado en Cuba, pues el régimen militar de la isla no le permitió abandonar el país. Actualmente, cumple una condena de seis años en la prisión de Kilo-8, en Camagüey.
La dictadura lo ha puesto junto a presos comunes e incluso con algunos relacionados a delitos de sangre. Sin embargo, Véliz Marcano nunca se ha arrepentido de manifestarse en contra del régimen. “Me siento libre, (...) he despertado”, dijo.
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