La rebelión contra Maduro del pasado 30 de Abril en Venezuela, como se sabe, no consiguió su objetivo de derribar la dictadura. El hecho ha sido analizado según varias hipótesis probables. Sin embargo, el curso real de los acontecimientos, según mi óptica, no lo he visto reflejado hasta el presente. Para los cubanos, creo, es más que claro lo que yo imagino sucedió.
Se ha sabido que hubo contactos de alto nivel entre el grupo de Juan Guaidó y los EUA, por un lado, con oficiales del primer nivel muy cercanos a Maduro, por otro, configurando una conspiración. En ella, estos altos mandos apoyarían a Guaidó para tirar a Maduro del poder, aparentemente mediante una acción militar. Se dice, como hipótesis probable, que el adelanto de la fecha marcada frustró la acción del comando militar y Guaidó quedó fuera del juego.
Los cubanos sabemos que la principal arma de los servicios secretos de la isla es la infiltración en las huestes enemigas. Por otro lado, es la contrainteligencia cubana la que prima en Venezuela. Siendo así, no es difícil imaginar que los contactos entre el grupo de Guaidó y los altos oficiales chavistas fueran informados tempranamente a la inteligencia cubana, la que preparó un escenario para el fracaso del plan. Los altos mandos de Maduro le fueron fieles.
Personalmente me resulta poco creíble que contactos entre los altos mandos de Maduro y los hombres de Guaidó, así como incluso contactos con el exterior, no hubieron sido detectados por los servicios de inteligencia, por lo que creo mucho más probable que estos contactos fueran, no sólo de conocimiento de la inteligencia, como que fueran promovidos por ella.
En todo esto hay un alto oficial, jefe del SEBIN, que por razones personales había roto con Maduro, pero que no formaba parte de los conspiradores y ahora fue sustituido, por lo que, lógicamente, pagará los “platos rotos” por haber permitido que soltaran a Leopoldo López. La libertad de López ha sido uno de los éxitos del plan general, asunto nada desdeñable.
Comprendo que en este caso, por sus características, haya bastante desinformación pública echada a rodar de manera exprofeso y quizá por ello nadie hasta el presente haya referido la hipótesis que acá se plantea. En cualquier caso, la expongo como una contribución al debate, en la seguridad de que muchos cubanos tengan similar convencimiento que el mío, por conocer el proceder de los servicios secretos cubanos, que tienen la infiltración como padrón de acción.