El proceso seguirá el martes con la presentación de los argumentos por parte de la Fiscalía Federal de Estados Unidos.
Antes de comenzar el juicio, grupos en contra de Posada Carriles se apostaron en las cercanías del hotel donde se hospeda y cuando salió para dirigirse al tribunal le increparon y gritaron "asesino".
Joel Borges, vicepresidente de la Junta Patriótica Cubana, un grupo del exilio con sede en Miami, dijo a la agencia EFE que integrantes de su organización protegieron a Posada Carriles en ese momento.
Antes del comienzo del juicio, informa EFE, un grupo castrista escenificó un proceso en el que se declaró a Posada Carriles culpable de homicidio y terrorismo por su supuesta participación en atentados en Cuba y de la voladura en 1976 de un avión en el que murieron 73 personas.
El avión explotó después de despegar en Barbados, y Posada Carriles fue enjuiciado dos veces al respecto en Venezuela. Fue absuelto en ambas ocasiones y se fue del país antes de concluir el proceso judicial.
En sentido opuesto, informa EFE, otro grupo favorable a Posada Carriles se manifestó a las puertas del tribunal denunciando lo que considera una campaña de acoso contra el anticastrista al ser juzgado de asuntos menores.
Posada Carriles, de 82 años, se enfrenta a 11 cargos por presunto fraude, obstrucción de procesos, perjurio y falsas declaraciones por presuntamente mentir a funcionarios estadounidenses durante los interrogatorios de petición de asilo político y de ciudadanía, después de haber entrado en el país como indocumentado en 2005.
El juicio estará presidido por la jueza Kathleen Cardone, quien aceptó que la Fiscalía Federal presente los informes de las autoridades cubanas sobre las investigaciones de los ataques explosivos a instalaciones turísticas de Cuba en 1997 y 1998.
El proceso penal contra Posadas Carriles comenzó en 2007 cuando fue acusado de perjurio al asegurar que entró a Estados Unidos por la frontera entre Matamoros (México) y Brownsville (Texas).
Los fiscales sostienen que tienen pruebas de que Posada Carriles entró a Estados Unidos como indocumentado vía marítima, a bordo de la embarcación La Santrina que lo recogió en Quintana Roo (México) y lo trasladó a Miami, con otros cubanos que le protegían.
En mayo de 2007, la jueza Cardone invalidó el proceso al argumentar que los fiscales habían actuado con alevosía, ya que cuando Posada Carriles fue interrogado por las autoridades migratorias sabían que no contaba con los requisitos para convertirse en ciudadano estadounidense.
Sin embargo, un Tribunal de Apelaciones revirtió el fallo de la jueza y ordenó que el caso se abriera de nuevo.
En 2009, los fiscales agregaron nuevos cargos contra Posada Carriles, al alegar que en su solicitud de petición de asilo político mintió al negar su presunta participación en los atentados en Cuba.