Un juez federal brasileño ha ordenado que el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) haga pública la documentación sobre los préstamos hechos por la institución, por valor de unos $ 682 millones, para la modernización del puerto de Mariel en Cuba.
Los documentos se han mantenido hasta ahora en secreto alegando que las negociaciones con Cuba involucran datos bancarios de los dos países.
Sin embargo, el juez Marcelo Rebello Pinheiro de la 16ª Corte Federal en Brasilia ha considerado al justificar su decisión que "la existencia de indicios de irregularidades en las operaciones de financiamiento para la reconstrucción del Puerto de Mariel, cuyos contratos se pretende exponer, se sobrepone al deber de mantener secreto sobre las referidas operaciones".
La primera fase de la modernización de Mariel, que incluyó la construcción de la terminal de contenedores y el dragado del canal de entrada para acomodar barcos de gran calado de la clase Post-Panamax, costó $ 975 millones de los cuales$ 682 millones fueron financiados por el BNDES, aunque se estima que el aporte total de Brasil asciende a cerca de $ 850 millones, incluyendo compra de equipos, bienes y servicios.
A diferencia de las operaciones comerciales normales, como las llevadas a cabo con otros 90 países de África y América Latina por BNDES, principal fuente de financiación de las exportaciones brasileñas, todos los documentos en estas operaciones con Cuba y en otras con Angola (actas, protocolos, informes, notas técnicas y correspondencia) fueron clasificados como "secretos " desde 2012, por decisión del Ministro de Desarrollo de Dilma Rouseff, Fernando Pimentel.
Sin la orden del juez Pinheiro los brasileños habrían tenido que esperar hasta el año 2027 para saber cómo se utilizó el dinero de sus contribuciones en negocios multimillonarios y sensibles con Angola y Cuba, estimados en total en unos $6.000 millones
Durante los debates televisados de las elecciones presidenciales brasileñas de octubre de 2014 el candidato del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) Aecio Neves, que fue a segunda vuelta electoral contra Dilma, expuso las razones por las que a su juicio el gobierno del Partido de los Trabajadores (PT) deseaba mantener en secreto los términos del financiamiento para el megapuerto de Mariel en Cuba.
Neves dijo tener en su poder un documento que mostraba que la administración de Dilma aceptó en pesos cubanos y a través de un banco de la isla, y no como suele hacerse, en euros o dólares y por mediación de un banco internacional de prestigio, las garantías de los préstamos hechos por el BNDES a la constructora brasileña Odebrecht para las obras en Mariel.
Además, señaló que la amortización del financiamiento para Cuba, a diferencia del financiamiento para otros países donde el plazo normal es de 12 años, fue alargada a 25 años.
Por otra parte la presión para que BNDES publicara datos sobre el asunto hizo que el banco revelara en el sitio BNDES Transparente que el interés anual de los préstamos fue de entre 4.44% y 6.91%.
La prensa brasileña señaló entonces que se trataba de una tasa de interés subsidiada o pagada por los contribuyentes brasileños pues, generalmente, los contratos de BNDES con las empresas nacionales tienen un tipo de interés a largo plazo con un mínimo de 6% anual.
Los contratos para las obras en Mariel, cuya construcción en Cuba estuvo a cargo del gigante brasileño Odebrecht, emergieron también en el escándalo de sobornos por contratos que tuvo por centro a la petrolera estatal Petrobras.
Según una lista que revelaron diario O Globo y TV Globo,incautada al cambista Alberto Youssef, preso y acusado por lavado de dinero en el caso,el monto de los sobornos pagados en relación con el puerto del Mariel fue de unos 3.6 millones de reales (1.44 millones de dólares).
Marcelo Odebrecht, expresidente de la constructora encargada de la construcción del megapuerto de Mariel fue condenado a 19 años y 4 meses de prisión por el escándalo de corrupción de Petrobras.
Además de lo asignado a Mariel, BNDES concedió a Cuba un préstamo por $150 millones para la modernización y ampliación del aeropuerto José Martí de La Habana, la ampliación del de Santa Clara y la compra de equipamiento para aeropuertos en Holguín, Cayo Coco y Cayo Largo; y otro por $14.87 millones para la construcción de una planta productora de soluciones parenterales de alto volumen y soluciones para hemodiálisis.