Los distintos países que han competido por ganar el derecho a organizar los Juegos Olímpicos han buscado siempre el aumentar su estatura internacional, sirviéndose del brillo que trae el ser la sede del primer evento deportivo del mundo y dotar a su ciudad candidata de la aurora de prestigio que traen los aros olímpicos.
En varios casos, los países aspirantes a organizar los Juegos han estado pasando por crisis nacionales, ya sean de orden económico, político o social o, “han venido a menos” de alguna forma. Otros son países en alguna fase de desarrollo que quieren llevar sus naciones al nivel que ya se le reconoce a sociedades más avanzadas.
En mí ya larga carrera en el Movimiento Olímpico he asistido como invitado del Comité Olímpico Internacional a ocho Juegos, todos de verano. Vamos a ver qué ciudades ganadoras de la sede se ubican en países que poseían las características que mencionamos en los párrafos anteriores y qué resultado obtuvieron con la celebración del torneo.
Mis primeros Juegos Olímpicos fueron en 1976. Montreal fue el escenario de este evento gracias a la gestión de su alcalde Jean Drapau y de su amigo Gerry Snyder que dirigieron el esfuerzo para conseguir los Juegos. La infraestructura que se construyó para el evento (estadios, metro, hábitat para la villa olímpica, etc.) transformó a Montreal de una soñolienta ciudad a una moderna metrópolis y dotó al Canadá francés de una ciudad cosmopolita de primer orden que no había tenido nunca.
Se ha criticado mucho el que Montreal quedó con una deuda de $2 Billones que tardaron 30 años en pagarla (la terminaron de pagar en 2006). Pero Montreal está ahí, vibrante y la mayor parte de la deuda la pagaron con un impuesto al cigarrillo que aún sigue generando ingresos.
No asistí a los Juegos de 1980 porque fueron en Moscú. Sin embargo, también la Unión Soviética buscó la fiesta olímpica para ganar prestigio. El resultado no fue muy claro ya que el desmonte del sistema comunista comenzaba a iluminar el paisaje, aunque de fuera no se notara tanto. Los Juegos fueron boicoteados por la mayoría de las democracias de occidente por haber invadido los soviéticos Afganistán.
Mis próximos Juegos fueron en 1984 en Los Ángeles. La ciudad de Los Ángeles fue escogida como sede porque nadie más quería los Juegos después de Moscú. La mayoría de los países comunistas lo boicotearon. Por otra parte, L.A. no estaba tratando de usar los Juegos para elevar su estatura.
Llegamos a Seúl en 1988. Corea del Sur que ya se había desarrollado económicamente, aún era percibida como una dictadura autocrática y quería mejorar su imagen. En estos Juegos no solo asistí como invitado del COI sino que, fui contratado 2 años antes para inspeccionar y “certificar” las instalaciones que ya estaban listas en 1986 y que fueron usadas para los Juegos Asiáticos de ese año.
Los coreanos construyeron el primer “parque olímpico” con la mayoría de los escenarios deportivos concentrados en el mismo lugar. Solo Sídney, en el año 2000 realizó algo similar. Corea obtuvo su propósito e impresionó al mundo con sus Juegos Olímpicos.
En 1992, Barcelona organizó los Juegos y remodeló la ciudad rescatando áreas pobladas de tugurios y convirtiéndolas en barriadas elegante. El Puerto Olímpico fue construido en un área de la costa que estaba tan contaminada que no se podía acceder a ella. Extendieron y modernizaron el metro, líneas de autobuses y remodelaron los estadios.
Hicieron una nueva Barcelona que disparó su supremacía sobre Madrid como primera urbe de España y puso la “Ciudad Condal” en el mapa mundial. Aparte de esto, fueron los Juegos más divertidos de cuantos he asistido.
En 1996, en Atlanta no hubo renacer de la ciudad. Fueron los “Juegos de la Coca Cola” ya que el patrocinador número uno del COI hizo fuerza para obtener la sede y derrotaron a Atenas que quería hacer “los Juegos del centenario”. Esta es la única Olimpiada que he ido con mi propio automóvil ya que manejé a Atlanta desde Miami.
Ya mencioné a Sídney en Australia que organizó los Juegos del año 2000. Y se puede decir que los organizó, nunca asistí a unos Juegos mejor organizados que esos. Fue la primera vez que el COI otorgaba los Juegos a Australia y no hay duda de que el perfil del país creció y obtuvo prestigio con el evento.
Atenas al fin pudo obtener los Juegos y los realizó en el 2004. Son los Juegos en que sentí mejor el “espíritu olímpico”. No creo que Atenas haya ganado prestigio o ventajas con los Juegos, aunque hicieron mucho por una ciudad que solo necesita de su historia para ser lo que es. Sin embargo, los gastos de infraestructura, hechos de forma un tanto nebulosa, le colgaron a Grecia una deuda que llega hasta nuestros días y pesará por años.
Los del 2008 fueron mis últimos Juegos (hasta el momento) y fueron el ejemplo mejor de un país que busca el torneo Olímpico para “presentarse en sociedad”. Los chinos ya con sus arcas llenas quisieron demostrarle al mundo que ellos sabían vestir de largo y podían organizar los Juegos. El mundo vio por televisión unos Juegos magníficos.
En la realidad de Beijing el evento no fue tan maravilloso pero haría falta un largo artículo para enumerar todo el “proceso chino”. Fueron los Juegos con menos “espíritu olímpico” a que he asistido pero el propósito de los chinos de lucir bien ante el mundo fue logrado.
En estos momentos se están celebrando los “Juegos de Vladimir Putin” en Rusia.
Después que desapareció la Unión Soviética, Rusia se tornó un tanto irrelevante. Ahora que Rusia está tomando un perfil más destacado, Putin quiere hacer unos juegos faraónicos y presentar en sociedad a la “Nueva Rusia’.
En varios casos, los países aspirantes a organizar los Juegos han estado pasando por crisis nacionales, ya sean de orden económico, político o social o, “han venido a menos” de alguna forma. Otros son países en alguna fase de desarrollo que quieren llevar sus naciones al nivel que ya se le reconoce a sociedades más avanzadas.
En mí ya larga carrera en el Movimiento Olímpico he asistido como invitado del Comité Olímpico Internacional a ocho Juegos, todos de verano. Vamos a ver qué ciudades ganadoras de la sede se ubican en países que poseían las características que mencionamos en los párrafos anteriores y qué resultado obtuvieron con la celebración del torneo.
Mis primeros Juegos Olímpicos fueron en 1976. Montreal fue el escenario de este evento gracias a la gestión de su alcalde Jean Drapau y de su amigo Gerry Snyder que dirigieron el esfuerzo para conseguir los Juegos. La infraestructura que se construyó para el evento (estadios, metro, hábitat para la villa olímpica, etc.) transformó a Montreal de una soñolienta ciudad a una moderna metrópolis y dotó al Canadá francés de una ciudad cosmopolita de primer orden que no había tenido nunca.
Se ha criticado mucho el que Montreal quedó con una deuda de $2 Billones que tardaron 30 años en pagarla (la terminaron de pagar en 2006). Pero Montreal está ahí, vibrante y la mayor parte de la deuda la pagaron con un impuesto al cigarrillo que aún sigue generando ingresos.
No asistí a los Juegos de 1980 porque fueron en Moscú. Sin embargo, también la Unión Soviética buscó la fiesta olímpica para ganar prestigio. El resultado no fue muy claro ya que el desmonte del sistema comunista comenzaba a iluminar el paisaje, aunque de fuera no se notara tanto. Los Juegos fueron boicoteados por la mayoría de las democracias de occidente por haber invadido los soviéticos Afganistán.
Mis próximos Juegos fueron en 1984 en Los Ángeles. La ciudad de Los Ángeles fue escogida como sede porque nadie más quería los Juegos después de Moscú. La mayoría de los países comunistas lo boicotearon. Por otra parte, L.A. no estaba tratando de usar los Juegos para elevar su estatura.
Llegamos a Seúl en 1988. Corea del Sur que ya se había desarrollado económicamente, aún era percibida como una dictadura autocrática y quería mejorar su imagen. En estos Juegos no solo asistí como invitado del COI sino que, fui contratado 2 años antes para inspeccionar y “certificar” las instalaciones que ya estaban listas en 1986 y que fueron usadas para los Juegos Asiáticos de ese año.
Los coreanos construyeron el primer “parque olímpico” con la mayoría de los escenarios deportivos concentrados en el mismo lugar. Solo Sídney, en el año 2000 realizó algo similar. Corea obtuvo su propósito e impresionó al mundo con sus Juegos Olímpicos.
En 1992, Barcelona organizó los Juegos y remodeló la ciudad rescatando áreas pobladas de tugurios y convirtiéndolas en barriadas elegante. El Puerto Olímpico fue construido en un área de la costa que estaba tan contaminada que no se podía acceder a ella. Extendieron y modernizaron el metro, líneas de autobuses y remodelaron los estadios.
Hicieron una nueva Barcelona que disparó su supremacía sobre Madrid como primera urbe de España y puso la “Ciudad Condal” en el mapa mundial. Aparte de esto, fueron los Juegos más divertidos de cuantos he asistido.
En 1996, en Atlanta no hubo renacer de la ciudad. Fueron los “Juegos de la Coca Cola” ya que el patrocinador número uno del COI hizo fuerza para obtener la sede y derrotaron a Atenas que quería hacer “los Juegos del centenario”. Esta es la única Olimpiada que he ido con mi propio automóvil ya que manejé a Atlanta desde Miami.
Ya mencioné a Sídney en Australia que organizó los Juegos del año 2000. Y se puede decir que los organizó, nunca asistí a unos Juegos mejor organizados que esos. Fue la primera vez que el COI otorgaba los Juegos a Australia y no hay duda de que el perfil del país creció y obtuvo prestigio con el evento.
Atenas al fin pudo obtener los Juegos y los realizó en el 2004. Son los Juegos en que sentí mejor el “espíritu olímpico”. No creo que Atenas haya ganado prestigio o ventajas con los Juegos, aunque hicieron mucho por una ciudad que solo necesita de su historia para ser lo que es. Sin embargo, los gastos de infraestructura, hechos de forma un tanto nebulosa, le colgaron a Grecia una deuda que llega hasta nuestros días y pesará por años.
Los del 2008 fueron mis últimos Juegos (hasta el momento) y fueron el ejemplo mejor de un país que busca el torneo Olímpico para “presentarse en sociedad”. Los chinos ya con sus arcas llenas quisieron demostrarle al mundo que ellos sabían vestir de largo y podían organizar los Juegos. El mundo vio por televisión unos Juegos magníficos.
En la realidad de Beijing el evento no fue tan maravilloso pero haría falta un largo artículo para enumerar todo el “proceso chino”. Fueron los Juegos con menos “espíritu olímpico” a que he asistido pero el propósito de los chinos de lucir bien ante el mundo fue logrado.
En estos momentos se están celebrando los “Juegos de Vladimir Putin” en Rusia.
Después que desapareció la Unión Soviética, Rusia se tornó un tanto irrelevante. Ahora que Rusia está tomando un perfil más destacado, Putin quiere hacer unos juegos faraónicos y presentar en sociedad a la “Nueva Rusia’.