Las autoridades policiales amenazaron con actos de repudio y prisión a dos jóvenes activistas guantanameros, por manifestar públicamente su oposición al gobierno.
Raday Matos y Rafael Alejandro Hernández, ambos miembros de la opositora Alianza Democrática Oriental, fueron detenidos el domingo al mediodía, mientras conversaban con un amigo en el malecón de la ciudad de Baracoa, donde residen.
“Alguien mencionó el nombre de Fidel y ellos dijeron: ‘¿qué fue?’,” cuenta Matos. A partir de ese momento los oficiales de la policía les solicitaron su identificación, además de explicaciones por sus palabras contra el gobierno.
Matos insistió en que le aclararan si “decir que no creo en Fidel, que no creo en el comunismo es un delito”, a lo que las autoridades respondieron que no, pero los obligaron a acompañarlos a la estación policial.
Durante tres horas oficiales de la unidad policial de Baracoa coaccionaron a Matos y Hernández por sus ideas políticas y conformaron un acta de advertencia por desorden público, que ambos se negaron a firmar.
“Trataron de entrarme a la celda a empujones, trataron de empujarme, me injuriaron, me amenazaron y me dijeron cosas como que el pueblo me podía salir al paso,” recuerda el activista baracoense.
Matos agregó que este lunes un oficial de la Seguridad del Estado lo visitó para advertirle que se mantuvieran alejados de los actos de celebración por el desembarco de Antonio Maceo por Playa Duaba o enseguida serían “trancados”.
Rafael Alejandro Hernández fue uno de los estudiantes de la Universidad de Ciencias Informáticas de La Habana (UCI), que interpelaron al ex presidente del Parlamento cubano, Ricardo Alarcón, sobre las políticas del gobierno, en el 2008.
El joven Matos enfatizó que desde que se integraron a la oposición “vivimos perseguidos, es una persecución constante”.
En el caso de Hernández fue expulsado de su trabajo como responsable de seguridad informática del hospital municipal y Matos, especialista en microbiología en el mismo lugar, refiere que constantemente la Seguridad del Estado chequea cada uno de sus movimientos en este centro médico.
Raday Matos y Rafael Alejandro Hernández, ambos miembros de la opositora Alianza Democrática Oriental, fueron detenidos el domingo al mediodía, mientras conversaban con un amigo en el malecón de la ciudad de Baracoa, donde residen.
“Alguien mencionó el nombre de Fidel y ellos dijeron: ‘¿qué fue?’,” cuenta Matos. A partir de ese momento los oficiales de la policía les solicitaron su identificación, además de explicaciones por sus palabras contra el gobierno.
Matos insistió en que le aclararan si “decir que no creo en Fidel, que no creo en el comunismo es un delito”, a lo que las autoridades respondieron que no, pero los obligaron a acompañarlos a la estación policial.
Durante tres horas oficiales de la unidad policial de Baracoa coaccionaron a Matos y Hernández por sus ideas políticas y conformaron un acta de advertencia por desorden público, que ambos se negaron a firmar.
“Trataron de entrarme a la celda a empujones, trataron de empujarme, me injuriaron, me amenazaron y me dijeron cosas como que el pueblo me podía salir al paso,” recuerda el activista baracoense.
Matos agregó que este lunes un oficial de la Seguridad del Estado lo visitó para advertirle que se mantuvieran alejados de los actos de celebración por el desembarco de Antonio Maceo por Playa Duaba o enseguida serían “trancados”.
Rafael Alejandro Hernández fue uno de los estudiantes de la Universidad de Ciencias Informáticas de La Habana (UCI), que interpelaron al ex presidente del Parlamento cubano, Ricardo Alarcón, sobre las políticas del gobierno, en el 2008.
El joven Matos enfatizó que desde que se integraron a la oposición “vivimos perseguidos, es una persecución constante”.
En el caso de Hernández fue expulsado de su trabajo como responsable de seguridad informática del hospital municipal y Matos, especialista en microbiología en el mismo lugar, refiere que constantemente la Seguridad del Estado chequea cada uno de sus movimientos en este centro médico.