El Gobierno de Sudáfrica pagará cerca de $14 millones de dólares por los servicios de 187 médicos y enfermeras enviados por el régimen cubano para hacer frente a la pandemia de coronavirus, informaron medios locales.
El diario The South African cita al ministro de Salud, Zueli Mikize, quien revela la información a partir de preguntas formuladas por un diputado sobre la cantidad de médicos, su dominio del inglés y los costos detallados de su traslado y permanencia en el país africano.
El ministro dijo también que el Estado sudafricano asumirá el pago del registro de los profesionales cubanos en la entidad de Salud del país, pero añadió que esa cantidad será descontada del primer salario que reciban.
La información fue confirmada en Twitter por SAfm news, de la estación pública SABC.
El reporte no precisa de qué forma se llevará a cabo el pago de los salarios, si a través del gobierno cubano o directamente a los médicos. La primera opción es la seguida hasta ahora por cada uno de los países a los que el régimen de la isla exporta servicios médicos.
Según The South African, la iniciativa de colaboración con Cuba para combatir la pandemia "no ha sido bien recibida por todos".
"El gobierno ha enfrentado críticas por obtener ayuda médica del extranjero, y algunos consideran que la decisión es más una declaración política que otra cosa", apunta el medio.
Añade que luego de que se hicieran públicos los " megasalarios que se otorgaron a los médicos cubanos", costeados con el dinero de los contribuyentes, el partido en el poder ha tenido que dar un paso atrás.
The South African ofrece la información desglosada del pago por los servicios de los profesionales de la isla:
|
---|
El diario aclara que otros salarios y puestos -que harían el total de alrededor de $14 millones- no han sido revelados por las autoridades.
La explotación de personal de salud enviado al extranjero por el régimen de La Habana ha sido fuertemente criticada por organizaciones de derechos humanos y gobiernos como el de Estados Unidos, que este miércoles pidió cuentas a la Organización Panamericana de la Salud por un acuerdo de $75 millones de dólares bajo el cual los galenos de la isla fueron objeto de "trabajo forzado" en Brasil.