Casi finalizando diciembre, la población habanera no ha recibido aún la cuota mensual de arroz adicional de dos libras por persona que venden de manera subsidiada por la libreta de abastecimiento.
También falta la leche en polvo, entera y descremada, que era asignada a las embarazadas y las personas con enfermedades como la diabetes y el colesterol alto. Hasta la fecha se les dio la cuota de pescado o pollo pero no la bolsa de leche y se dice que se les ofertará un polvo nutritivo en sustitución, ya que es muy caro para el Estado subsidiar este alimento hasta para los niños, cuando sobrepasan los 7 años.
No hay variantes de ventas de leche en moneda nacional, por la misma libreta reguladora de estos pocos alimentos subsidiados pues así, sería una manera de evitar que los revendedores la acapararan y le pusieran precios a su antojo.
El quitar de la libreta de abastecimiento alimentos y otras mercancías para venderlas liberadas, sin poner un límite de compras desencadena que por momentos, desaparezcan los mismos cuando hay falta de materia prima en las fábricas u otros percances.
Un producto cosechado en nuestros campos, la papa, es difícil de conseguir desde que se vende a peso la libra en los agro-mercados. Los que solo pueden comprar un poco tienen que hacer filas que duran horas; mientras, por detrás del establecimiento se puede ver como vehículos particulares se van repletos de sacos del tubérculo que se vende en bolsas de nailon a 25 pesos o a 1 CUC. Pero la papa no se ha vendido más desde el verano.
Entonces, la preocupación de enfermos con pocos recursos está bien fundada. Si no hay más venta de leche en polvo para ellos, que era a $2.00 M/N la descremada y a $2.50 la entera, ahora solo tienen dos opciones: comprar una bolsa de leche de manera ilegal al precio de 100 pesos (4 CUC), o adquirirla en las tiendas recaudadoras de divisas a $5.45 el kg o a $2.70 la mitad del peso.
"Mi chequera no me da para ese gasto. No tienen en cuenta que para los enfermos la leche es una medicina. Yo tengo que tomar la descremada, y esa no la hay ni en las shoppings (tiendas en divisa)", afirmó un jubilado que esperaba su turno para comprar el periódico en un estanquillo de la capital.
Hace un tiempo corrió el comentario de que iban a quitar la libreta de abastecimiento. Parece ser que la idea no ha sido desechada. A los dirigentes no les interesa que sus medidas afecten a los más necesitados.
Este artículo de Aimée Cabrera fue publicado originalmente en Primavera Digital.
También falta la leche en polvo, entera y descremada, que era asignada a las embarazadas y las personas con enfermedades como la diabetes y el colesterol alto. Hasta la fecha se les dio la cuota de pescado o pollo pero no la bolsa de leche y se dice que se les ofertará un polvo nutritivo en sustitución, ya que es muy caro para el Estado subsidiar este alimento hasta para los niños, cuando sobrepasan los 7 años.
No hay variantes de ventas de leche en moneda nacional, por la misma libreta reguladora de estos pocos alimentos subsidiados pues así, sería una manera de evitar que los revendedores la acapararan y le pusieran precios a su antojo.
El quitar de la libreta de abastecimiento alimentos y otras mercancías para venderlas liberadas, sin poner un límite de compras desencadena que por momentos, desaparezcan los mismos cuando hay falta de materia prima en las fábricas u otros percances.
Un producto cosechado en nuestros campos, la papa, es difícil de conseguir desde que se vende a peso la libra en los agro-mercados. Los que solo pueden comprar un poco tienen que hacer filas que duran horas; mientras, por detrás del establecimiento se puede ver como vehículos particulares se van repletos de sacos del tubérculo que se vende en bolsas de nailon a 25 pesos o a 1 CUC. Pero la papa no se ha vendido más desde el verano.
Entonces, la preocupación de enfermos con pocos recursos está bien fundada. Si no hay más venta de leche en polvo para ellos, que era a $2.00 M/N la descremada y a $2.50 la entera, ahora solo tienen dos opciones: comprar una bolsa de leche de manera ilegal al precio de 100 pesos (4 CUC), o adquirirla en las tiendas recaudadoras de divisas a $5.45 el kg o a $2.70 la mitad del peso.
"Mi chequera no me da para ese gasto. No tienen en cuenta que para los enfermos la leche es una medicina. Yo tengo que tomar la descremada, y esa no la hay ni en las shoppings (tiendas en divisa)", afirmó un jubilado que esperaba su turno para comprar el periódico en un estanquillo de la capital.
Hace un tiempo corrió el comentario de que iban a quitar la libreta de abastecimiento. Parece ser que la idea no ha sido desechada. A los dirigentes no les interesa que sus medidas afecten a los más necesitados.
Este artículo de Aimée Cabrera fue publicado originalmente en Primavera Digital.