Un hombre de origen cubano falleció en un centro de detención migratoria de Estados Unidos, en Luisiana, confirmó el miércoles la autoridad estadounidense que hace cumplir las leyes federales que gobiernan el control fronterizo, aduanas, comercio e inmigración.
Roylán Hernández Díaz, de 43 años, fue encontrado sin vida la tarde del martes dentro de su celda en el Centro Correccional Richwood.
El Servicio de Control de Inmigración y Aduanas, ICE, informa que la causa de muerte, según la investigación preliminar, parece ser suicidio por ahorcamiento. Sin embargo, ICE subrayó que el caso está siendo investigado.
Hernández había estado bajo custodia de ICE desde mayo, cuando fue detenido en El Paso, Texas, por ser considerado como “inadmisible” por los agentes fronterizos.
El detenido estaba a la espera de una respuesta sobre una solicitud que hizo para permanecer en Estados Unidos.
ICE subrayó que es extremadamente raro que ocurra una fatalidad en sus instalaciones: "ICE está firmemente comprometido con la salud y el bienestar de todos los que están bajo su custodia y está llevando a cabo una revisión exhaustiva de este incidente en toda la agencia, como lo hace en todos los casos".
"De conformidad con los protocolos de la agencia, las agencias pertinentes han sido notificadas sobre la muerte, incluida la Oficina del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional y la Oficina de Responsabilidad Profesional del ICE. Además, ICE ha notificado a los familiares del Sr. Hernández Díaz".
El Centro Correccional de Richwood, cerca de Monroe, es una de las ocho cárceles de Louisiana que albergan principalmente inmigrantes, incluidos los solicitantes de asilo.
De los 15,000 inmigrantes retenidos por ICE en todo el país, 8,000 están en Louisiana, informó Associated Press.
En declaraciones a El Nuevo Herald, Yarelis Gutiérrez, la viuda del fallecido aseguró que no cree que su esposo se hubiese quitado la vida.
“No creo que haya sido suicidio”, indicó.
"Ellos tenían la esperanza de que los liberaran o al menos les concedieran Parole, pero pasan los meses y siguen detenidos. En Luisiana los detenidos están en muy malas condiciones. Los tratan mal y las autoridades no creen que sean perseguidos políticos", declaró al diario de Miami otro familiar que pidió no ser identificado por temor a represalias.