Cubanos aseguran que las colas para comprar gasolina en La Habana pueden durar hasta tres días en medio de la escasez de combustible en el país, que atraviesa su peor crisis en décadas.
"Hace tres días que estamos aquí esperando la llegada de combustible, las personas han dormido aquí haciendo su cola, esperando para que no se nos pasen lo turnos", dijo Armando Corrales a la agencia Reuters este fin de semana.
Otro chofer que se identificó como Jorge Figueredo apuntó por su parte que las filas "son kilométricas, llevamos tres días y no entra la pipa".
Desde la piquera de boteros en el parque El Curita, en el municipio de Centro Habana, el transportista privado Rafael Alba Macías, comentó a Martí Noticias este lunes que "la crisis continúa. La gente sigue durmiendo dos días, tres días, es un desastre, ya no hay casi ni transporte en la calle, en el mercado informal la gasolina ronda los 600 pesos el litro".
El periodista independiente Vladimir Turró, dueño de una moto, comentó que lleva días sin circular por falta de gasolina.
"Colas de kilómetros de distancia esperando que llegue la pipa de combustible, incluso está involucrado en esto de la repartidera de turnos el Partido Comunista, el Ministerio del Interior (MININT) y la policía. La situación es bastante crítica", opinó.
La escasez de combustible es una de las razones de los prolongados apagones que afectan desde hace meses a todo el país.
Lizandra Rivera, residente en Santiago de Cuba, explicó a nuestra redacción que la mayoría de las personas se levantan de madrugada a la var cuando ponen la electricidad un par de horas.
En Banes, provincia de Holguín, ya hay afectaciones en la elaboración de alimentos por los continuos cortes de la electricidad, dijo William Tamayo.
"Siguen en la misma frecuencia 15 horas consecutiva, hay tremendo descontento en la población, eso afecta también a la leche de los niños, a los alimentos. Además, no está llegando el pan", explicó el activista.
La falta de combustible golpea otros sectores, como la recogida de basura. En Güira de Melena, Artemisa, los desechos están "en todas las calles principales, la respuesta es que no hay petróleo", destacó la activista Marta Domínguez.
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