Las autoridades estadounidenses realizan constantemente vuelos de monitoreo en los que los oficiales encargados de las labores de búsqueda y rescate identifican anomalías que se presentan en el océano.
La Voz de América estuvo presente en uno de los vuelos de monitoreo, junto al teniente Landon Eliot, quien sobrevuela un avión “HC-144 Ocean Centry” con el equipo de la Guardia Costera de Estados Unidos.
Ellos monitorean de cerca los movimientos en el mar, ante la posibilidad de que, debido a la crisis actual en Cuba, ciudadanos de la isla decidan lanzarse al agua en botes rústicos.
“Nuestro papel es salir aquí para sobrevolar nuestras aguas y las aguas internacionales, y la misión principal del día es buscar cualquier tipo de actividad ilegal en el agua, detectar situaciones inseguras y a personas que intentan hacer el viaje desde Cuba o cualquiera de los otros países”, explicó el teniente a la VOA.
Estados Unidos ha dejado claro que las personas que intenten llegar a la costa sur de la Florida desde Cuba o Haití, no podrán entrar al país.
Para el teniente, Kevin St. Cin -Comandante, piloto de búsqueda y quien lleva más de una década realizando operaciones de búsqueda y rescate, explica que cuando suena una alarma, vuelan al lugar de su origen para actuar.
Al llegar al lugar, estas aeronaves vienen equipadas con equipos de emergencia que pueden ser entregados de inmediato a las personas en el óceano. De acuerdo a la Guardia Costera, estos incluyen botes inflables chalecos salvavidas, radios, agua, comida y bebidas, y se percatan si necesitan ayuda médica.
En otro barco, se dirigen a ellos para hacer el rescate.
Para él, hay muchos percances que se pueden encontrar en el agua, incluso las personas que llegan de Cuba, lo más probable es que no estén listos para navegar: “Las turbinas no están listas, el barco es de madera o de plástico, lo que sea”.
“Hacen una misión casi suicida”, agrega.
El teniente Kevin St. Cin insta a las personas evitar este tipo de travesías, pues incluso recuerda cuando vio cinco o seis personas que chocaron y, al encontrarlos, colgaban de pedazos de madera de su bote, a la madrugada. Incluso, recuerda que no todos sobrevivieron. Otro de sus amargos recuerdos evoca la muerte de más de 30 personas, que llegaban de Haití.
“Mi mensaje es por favor no va, no va al mar. Su barco probablemente no va a estar listo para ir. Es como, es bien peligroso y siempre hay gente que muere. Como dos semanas pasadas, había una rústica, estaba viajando a Estados Unidos y nosotros sólo encontramos 13 personas todavía hay nueve personas que quién sabe lo que pasó”, afirmó el teniente St. Cin a la VOA.
Riesgos reales, que según la Guardia Costera, no valen la pena asumir, ya que los balseros serán devueltos a su país de origen, pues las condiciones de hoy, no son las mismas de medio siglo atrás.