"A las 10:45, antes meridiano, fuimos arrestados. Fuimos a darle apoyo a los familiares y amigos de los 16 compatriotas, dos mujeres y 14 hombres que están siendo arbitrariamente enjuiciados por el estallido social masivo anticomunista del pasado 11 de julio", declaró el miércoles el activista Guillermo Fariñas tras ser arrestado en Santa Clara mientras se dirigía al Tribunal Provincial.
"Se nos interceptó por parte del mayor Ernesto Jiménez Aparicio, primer oficial de la unidad de enfrentamiento de la actividad subversiva enemiga en Villa Clara, en la esquina que conforman las calles Estrada Palma y Alemán, a unos 150 metros de la sede nacional de FANTU y mi hogar", precisó Fariñas, quien ha estado haciendo presencia frente al mencionado tribunal para expresar solidaridad con los manifestantes del 11J que están siendo enjuiciados.
En declaraciones a Radio Martí, Fariñas explicó que fueron trasladados a una unidad policial e interrogados por el teniente coronel Daniel González Roa. "Me plantearon que no se iba a permitir que siguiera yendo a ese lugar porque estaba dando 'clases de subversión´". Lo acusaron de estar dando "clase a las personas que empiezan esta batalla, como son las madres, los padres, las hermanas, las sobrinas, los suegros...sobre las distintas tácticas que utilizan".
"Me plantearon que después que habían monitoreado las conversaciones del lunes 10 y martes 11, el general Norge Fermín, jefe la Dirección de Contrainteligencia del Ministerio de Interior, había dado la orden definitiva de que yo no podía seguir impartiendo esos conocimientos", comentó Fariñas.
El opositor respondió a los agentes del régimen que "iba a intentar seguir yendo. Ellos me dijeron que mientras hubiesen los juicios a estos compatriotas, me iban a arrestar. O sea mañana seré arrestado nuevamente".
Ante esta situación de restricción y amenazas, Fariñas dijo que el gobierno cubano está violando la Declaración Universal de Derechos Humanos y "también el artículo 52 de la propia Constitución fraudulenta del año 2019 que plantea que uno puede estar en cualquier lugar del territorio nacional (de Cuba), mientras que no sea un lugar militar o militarizado".
"Y nosotros en ningún momento hemos rebasado las cintas policiales que no permiten acceder al Tribunal Provincial Popular", precisó el Premio Sájarov 2010 a la Libertad de Conciencia.
