El órgano oficial del Partido Comunista de Cuba informa hoy en su primera plana de la captura de una manada de monos verdes en las afueras de La Habana que desde hace 22 años eran un azote para los campesinos de la región.
La historia de los monos verdes comenzó cuando una pareja de estos simios escapó en 1992 del Parque Zoológico Nacional en Boyeros, hacia los bosques colindantes de la finca La Chata.
“En esos terrenos la especie se reprodujo libremente durante 22 años hasta conformar una manada perfectamente estructurada”, indica Granma en un extenso artículo firmado por René Castaño Salazar.
El reportaje ofrece detalles de cómo se produjo la captura de los primates y entrevista al “responsable de la operación”, Angel Cordero Sánchez, alias Pachi, especialista principal del Foso de los Leones del Zoológico, en lo que parece una narración de una novela humorística.
“Me dieron la tarea de atraparlos debido a la experiencia laboral acumulada en el manejo de animales salvajes, a pesar de que soy el especialista principal del Foso de los leones, no de primates", dijo Cordero. “La encomienda no fue fácil, tuve que ir hasta el bosque a estudiar su conducta y movimientos”.
Como información colateral el cazador de los monos verdes, dijo que “no todas las pérdidas de los campesinos se les debe achacar a los animales, pues algunas personas inescrupulosas hurtaban en los sembrados con un modus operandi similar al de los primates para inculparles”.
Al final del cuento los monos verdes fueron capturados por Pachi, quien se las ingenió para construir una jaula-trampa que sirvió para atrapar a los simios fugitivos y depredadores.
Haciendo gala de toda una serie de detalles que a menudo están ausentes de informaciones más serias, relacionadas con la situación económica o los servicios sociales, el reportero recogió los pormenores de la simiesca operación de búsqueda y captura.
“Desde Matanzas traje a un animal entrenado de la misma especie. Los monos son territoriales, estos ya conformaban una manada perfectamente estructurada de animales salvajes donde había un jefe, un vigía, crías y hembras dominantes.
Cuando vieran al extraño se acercarían a desplazarlo.“Y así ocurrió. En octubre pasado coloqué el mono entrenado en la trampa y algunos ejemplares se acercaron a él, a desalojarlo, y cayeron apresados tres de ellos. Al suceder esto con los primeros tuve que parar porque los demás comenzaron a mostrarle miedo a la trampa”, explicó.
Pachi tuvo que hacer gala de toda su paciencia y perseverancia al extremo de convivir casi en el bosque con los monos restantes, pero al fin cumplió la misión encomendada: “Capturé el último ejemplar el 15 de febrero. Atrapamos 10 monos verdes, cuatro machos y seis hembras. Durante todo ese tiempo no hubo muertes ni lesiones, aunque si encontramos al menos dos cadáveres de la especie”, declaró con evidente orgullo.
La captura de los monos verdes es una buena noticia para el campesino Jorge Luis Herrera, del reparto Parajón, en Boyeros, Jorge Luis Herrera, y otros productores de la región.
“Las cosechas predilectas de estos monos eran las de mango, plátanos en vías de maduración, el maíz, tomates y habichuelas”, afirmó.
El reportero Castaño concluye su narración asegurando que “más de dos décadas después que una puerta, irresponsablemente abierta, dejara escapar a la pareja de primates precursora de la discordia, el largo capítulo de los monos verdes parece llegar a su fin”.
La historia de los monos verdes comenzó cuando una pareja de estos simios escapó en 1992 del Parque Zoológico Nacional en Boyeros, hacia los bosques colindantes de la finca La Chata.
“En esos terrenos la especie se reprodujo libremente durante 22 años hasta conformar una manada perfectamente estructurada”, indica Granma en un extenso artículo firmado por René Castaño Salazar.
El reportaje ofrece detalles de cómo se produjo la captura de los primates y entrevista al “responsable de la operación”, Angel Cordero Sánchez, alias Pachi, especialista principal del Foso de los Leones del Zoológico, en lo que parece una narración de una novela humorística.
“Me dieron la tarea de atraparlos debido a la experiencia laboral acumulada en el manejo de animales salvajes, a pesar de que soy el especialista principal del Foso de los leones, no de primates", dijo Cordero. “La encomienda no fue fácil, tuve que ir hasta el bosque a estudiar su conducta y movimientos”.
Como información colateral el cazador de los monos verdes, dijo que “no todas las pérdidas de los campesinos se les debe achacar a los animales, pues algunas personas inescrupulosas hurtaban en los sembrados con un modus operandi similar al de los primates para inculparles”.
Al final del cuento los monos verdes fueron capturados por Pachi, quien se las ingenió para construir una jaula-trampa que sirvió para atrapar a los simios fugitivos y depredadores.
Haciendo gala de toda una serie de detalles que a menudo están ausentes de informaciones más serias, relacionadas con la situación económica o los servicios sociales, el reportero recogió los pormenores de la simiesca operación de búsqueda y captura.
“Desde Matanzas traje a un animal entrenado de la misma especie. Los monos son territoriales, estos ya conformaban una manada perfectamente estructurada de animales salvajes donde había un jefe, un vigía, crías y hembras dominantes.
Cuando vieran al extraño se acercarían a desplazarlo.“Y así ocurrió. En octubre pasado coloqué el mono entrenado en la trampa y algunos ejemplares se acercaron a él, a desalojarlo, y cayeron apresados tres de ellos. Al suceder esto con los primeros tuve que parar porque los demás comenzaron a mostrarle miedo a la trampa”, explicó.
Pachi tuvo que hacer gala de toda su paciencia y perseverancia al extremo de convivir casi en el bosque con los monos restantes, pero al fin cumplió la misión encomendada: “Capturé el último ejemplar el 15 de febrero. Atrapamos 10 monos verdes, cuatro machos y seis hembras. Durante todo ese tiempo no hubo muertes ni lesiones, aunque si encontramos al menos dos cadáveres de la especie”, declaró con evidente orgullo.
La captura de los monos verdes es una buena noticia para el campesino Jorge Luis Herrera, del reparto Parajón, en Boyeros, Jorge Luis Herrera, y otros productores de la región.
“Las cosechas predilectas de estos monos eran las de mango, plátanos en vías de maduración, el maíz, tomates y habichuelas”, afirmó.
El reportero Castaño concluye su narración asegurando que “más de dos décadas después que una puerta, irresponsablemente abierta, dejara escapar a la pareja de primates precursora de la discordia, el largo capítulo de los monos verdes parece llegar a su fin”.