¿Dolor? ¿Sorpresa? ¿Contrariedad? Ninguna de ellas, la noticia ni siquiera fue eso, noticia. Lo esperaba, no me deje engañar en ningún momento por esos fantoches que hacen de directivos y el optimismo lo reservo para el cambio, absoluto y total, que merece mi patria. El NO al equipo unificado es otra traición más de mal llamada ‘revolución’ a su pueblo.
Mil razones, de la que ya habíamos hablado en estas páginas, van en contra hoy de un equipo Cuba unificado. Los excesivamente optimistas y los irremediablemente inocentes llegaron a especular de alineaciones y posibles directores. Inclusive hubo quienes criticaron a los peloteros que estando fuera de Cuba, dijeron que no estaban seguros de querer jugar en el quimérico ‘unificado’.
Pero las señales estaban allí, la manera en que se eligen los equipos, la inamovible estructura nacional (extensa y aburrida para justificar salarios, gasolina, dietas y posiciones), la selección de los directores, los olvidos de los escándalos sociales, la censura mediática, la autocensura mediática y para completar y dejarnos claro la involución de la dudosa ‘revolución’, aquel fracasado discursito proselitista de Bruno Rodríguez, donde la visita de Obama a Cuba era un acto de ‘agresión’.
Señores, mucha agua ha corrido debajo de este puente, ¿Con que moral va a enfrentar el gobierno, la prensa y el INDER que un torneo internacional sea ganado con dos jonrones del ‘traidor’ Pito, pitcheo estelar del ‘gusano’ José Fernández, tiro espectacular al plato del ‘vende patria’ Yoenis Céspedes y cierre a 104 millas por hora del ‘desertor’ Aroldis Chapman?
No pueden, no quieren y no les conviene.
No puede haber un día un editorial en el Granma, criticando el abandono de la delegación de los hermanos Gurriel y al año siguiente una, diciendo que son peloteros de la estirpe de Maceo.
No puede además, quedar expuesta la incapacidad de Cuba para ganar internacionalmente sin contar con todas sus estrellas. (Que así es como van el resto de los países a los eventos, pues NADIE lleva todas sus estrellas por disimiles razones).
Es más fácil culpar al bloqueo y a la ‘deserción’ de atletas, que mirarse en el espejo para asumir la incapacidad y el fracaso.
Pero cuánta razón tuvieron los Gurriel para irse, debieron hacerlo antes.
Pero cuánta razón la baja de Alexei Bell.
Pero cuánta razón Odrisamer Despaigne asegurando que el equipo unificado no iba a ocurrir ahora.
Pero cuánta razón Céspedes y Chapman diciendo que no estaban seguros de asistir a un equipo Cuba en las condiciones actuales.
Pero cuánta razón todos los que advertimos que con el gobierno que hay en la isla y su ideología, esto no era un sueño sino una quimera inalcanzable.
Muchos se dejaron engatusar, por ver a Dayron Varona jugando en el Latino, por recibir a Puig, Abreu, Alexei y Peña en diciembre y hasta por las entrevistas de Antonio Castro.
La verdad es una sola, vestir el uniforme de las cuatro letras es un honor, pero representar a Cuba en las Grandes Ligas también y pasa que al estar en la MLB el futuro propio y el de la familia de cada atleta está garantizado, cosa que no puede asegurar ni el INDER, ni la Federación, ni decenas de Congresos del Partido.
El equipo Cuba continuara amasando fracasos internacionales y los responsables han dejado claro que no piensan hacer otra cosa que seguir TRAICIONANDO al pueblo que se deben, mientras momentáneamente sobreviven a un presente, que pronto les pasara factura.
Sin más por ahora,
Daniel de Malas Andreu.
Nota: Todo lo señalado entre comillas es lo que no creemos que debe ser llamado así.
(Publicado originalmente en el blog SwingCompleto el 4/29/2016)