El preso político de las protestas del 11 de julio de 2021, Yosvany Rosell García Caso, fue internado el jueves en la sala de Terapia Intensiva del hospital Clínico Quirúrgico en la ciudad de Holguín, luego que su salud se agravara por una huelga de hambre de 21 días.
El huelguista, con 15 años de condena por el presunto delito de sedición, luego de haber participado en las protestas populares en la ciudad de Holguín, ha sufrido un deterioro físico sustancial y tuvo que ser asistido con medicamentos, debido a un alto nivel de deshidratación, informó a Martí Noticias, su esposa, Mailín Rodríguez Sánchez.
“Mi esposo entró en terapia a las 2 de la tarde, yo me entero de eso sobre las seis de la tarde, donde ya rápido voy para el clínico porque él se desmayó, orinó la sangre, hizo un cuadro de deshidratación y rápido lo pasaron para terapia. En la sala de terapia intensiva tuvieron que rápido tomar todas la precauciones, todas las medidas para salvarle la vida porque entró muy mal, entró deshidratado”, explicó la esposa del preso político.
Hasta el día de ayer, el preso político y manifestante del 11 J insistía en negarse a recibir la asistencia médica, solo consumía pequeños sorbos de agua.
Durante todo el tiempo en que estuvo en huelga en la enfermería del penal Cuba Sí, también conocida por El Yayal, se le negó la visita a su familia.
Las autoridades penitenciarias y los oficiales de la Seguridad del Estado le informaron a Rodríguez Sánchez que ellos no podían concederle lo que el huelguista pedía.
El jueves, pasadas las seis de la tarde, su esposa fue avisada por las autoridades hospitalarias y acudió a la institución de salud, donde no vio a los guardias del Ministerio del Interior que vigilaban a su esposo en la sala de penados de ese centro médico. Allí pudo verlo, dijo la mujer, "muy débil aún".
“Tuve 20 minutos con él allí. Hablé con los médicos de lo que se estaba haciendo para salvarlo, que su vida era primero que todo y que había entrado muy mal, me dijeron todo eso, que se había desmayado, que orinó sangre, que estaba deshidratado, todo lo que iban a hacer ahora, el procedimiento de todo lo que le iba a pasar complementario, que ojalá no le haya afectado ningún órgano, ninguna secuela. Y entonces le iban a practicar los exámenes para ver el resultado de que no haya afectado ningún órgano, ni tenga otra complicación”, relató.
"Hoy al mediodía yo tengo que ir a llevar otro caldo, a ver si ya, con más calma, me pueden decir el resultado de los análisis de ayer, a ver qué sucede entonces”, agregó.
Desde su detención, tras las manifestaciones en el territorio holguinero, el herrero que se ganaba la vida como cuentapropista, ha realizado varias protestas en reclamo de que se revise su injusta condena, en lo que él considera que fue un turbio proceso judicial.
En el primer aniversario del 11 J, decidió vestirse de blanco en la cárcel en homenaje a la efemérides, acción que le ocasionó ser enviado a celda de castigo por varios días, así como la suspensión de varias visitas familiares y conyugales.
Varias veces se ha quedado sin medicamentos para la hipertensión y otros padecimientos, mientras que las autoridades penitenciarias no le aceptan a su esposa los fármacos que ella le lleva.
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