En febrero del año pasado el súper pesado cubano Odlanier Solis Fonte, tras perder ante el estadounidense Tony Thompson, declaró que ponía fin a su carrera boxística.
Pero 18 meses después, el habanero regresó al cuadrilátero y derrotó por KO en el segundo asalto al veterano Milos Dovedan, en combate realizado en Hamburgo, Alemania.
La victoria del monarca olímpico de Atenas 2004 fue con un gancho de derecha al estómago del serbio Dovedan, quien cayó a la lona con fuerte dolor. El tercer hombre del ring paró la pelea y declaró vencedor a Solis (21-3-14 KOs).
Solis distó mucho de sus buenos tiempos, pesó 275 libras y su velocidad mermó por el peso corporal. Aunque casi no se movió alrededor de su oponente, aún mantiene la pegada. Sin embargo, si quiere regresar a los planos estelares tendrá que trabajar mucho en el gimnasio.
TRIUNFARON EN MIAMI YUNIESKI Y EL NOVATO PEÑA
En la ciudad de Miami, Florida (EEUU), el peso crucero Yunieski González, ex campeón cubano de los 91 kilos, le propinó tres conteos de protección en el primer asalto al brasileño Jackson Junior (21-7-19 KOs) y terminó rápido las acciones, tal como había pronosticado en el pesaje el peleador vueltabajero.
Con este triunfo González (17-2-13 KOs) convenció, sobre todo a los especialistas, y ahora son amplias sus posibilidades de regresar a pelear en cadenas grandes de televisión de Estados Unidos.
En esa misma cartelera, el joven agramontino Leider Peña debutó por la puerta grande en el pugilismo profesional y derrotó por nocaut técnico en el segundo round al estadounidense Ryan Soft (3-6-1 KOs).
El peso mediano Peña es un peleador combativo, tira muchos golpes y ese es un aspecto que gusta mucho a los fanáticos.
EL OLÍMPICO FRANCO PERDIÓ EN LOS ÁNGELES
En el teatro Belasco, de la ciudad de los Ángeles, el prospecto mexicano Carlos Morales superó por votación unánime en 10 asaltos al cubano Luis Franco, quien compitió en los Juegos Olímpicos de Atenas, Grecia en 2004.
Tras esa derrota, Jorge Rubio, el entrenador de Franco, tendrá que hacerle un plan de trabajo al habanero, prepararlo mejor y que su plan técnico táctico cambie en algo; en agresividad, combatividad y pueda definir mejor cómo golpea.
Con 34 años, el peso súper pluma cubano no se puede dar el lujo de volver a perder, porque su carrera en el boxeo profesional pudiera terminar.
