La fuga masiva de deportistas cubanos que participaron en los XIX Juegos Panamericanos que recién se realizaron en Santiago de Chile ha venido a poner presión al gobierno socialista del presidente Gabriel Boric, un aliado ideológico del régimen de La Habana.
La ministra del Interior, Carolina Tohá, confirmó este jueves que otros cinco atletas de Cuba se habían acercado a las autoridades a solicitar asilo político, aunque se negó a revelar sus identidades, por tratarse, según dijo, de un asunto confidencial.
A principios de esta semana se conoció que seis jugadoras de la selección femenina de hockey y un corredor de 400 metros con vallas habían decidido quedarse en la nación sudamericana y ya habían iniciado los trámites para regularizar su situación con el bufete de abogados Bonito y Hurtado.
Se trata de las hockeístas Yunia Milanés, Jennifer Martínez, Yakira Guillén, Lismary González, Helec Carta y Geidy Morales, además del vallista Yoao Illias.
Una basquetbolista, Betsy Guiliarte, había abandonado la delegación apenas llegó a Chile y no llegó a competir en los Panamericanos.
Las jugadoras de hockey sobre césped aparecieron públicamente en un reportaje del Canal 13, en el que explicaron que la decisión de quedarse ya estaba tomada desde antes de salir de Cuba.
“Sentimos susto. Incluso estando paradas fuera de la Villa salió un profesor de nosotras y nos tuvimos que esconder”, contó Yunia Milanés, quien era la capitana del equipo.
“Tomamos la decisión correcta. Y sí, nos sentimos libres”, agregó.
Varios medios de prensa chilenos se hacen eco de esta situación y demandan acción del gobierno para darle amparo legal a los cubanos.
De acuerdo con el diario El Mostrador, serían hasta 21 los miembros de la comitiva de la isla que habrían optado por no regresar a su país.
El periódico cita datos del Servicio Nacional de Migraciones, según los cuales, la delegación estaba compuesta por 412 integrantes, quienes ingresaron a Chile con un pasaporte oficial, y sólo 391 tomaron los vuelos de vuelta a La Habana.
De confirmarse esa cifra, sería la segunda mayor cantidad de fugas de una delegación en un evento multideportivo, sólo superada por los 40 que escaparon en los Jueugos Centroamericanos y del Caribe de Ponce, Pureto Rico, en 1993.
Algunos medios, incluso, ya han empezado a calificar la situación como “crisis humanitaria” y demandan un pronunciamiento de Boric al respecto, luego de que Camila Vallejo, ministra de la Secretaría General de Gobierno, reconociera que existe una preocupación del Ejecutivo al respecto, aunque advirtió que “no nos corresponde pasar por encima de los procedimientos que están estipulados para este tipo de casos”.
El campeón panamericano en declatlón, Santiago Ford, un cubano que compitió por Chile, se solidarizó con sus compatriotas y les deseó suerte en sus trámites.
“El sistema ese es complicado, es complicado lidiar con muchas cosas a la vez, pero a la vez están buscando un futuro mejor y le deseo todo el éxito del mundo. Sé que Chile los va recibir de la mejor manera posible”, aseguró Ford al periódico El Mercurio.
Ya el martes pasado, la Cámara de Diputados aprobó un oficio en el que se le solicita al jefe de Estado otorgar protección internacional y asilo político a los atletas.
Y los líderes del Partido Demócratas y Amarillos por Chile llegaron este jueves hasta el Palacio de La Moneda para entregarle una carta a Boric, en la que exigen que solucione este asunto a la mayor brevedad.
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