Bajo el fuego de las críticas en Francia de sus opositores del partido UMP, el presidente François Hollande defendió el martes su encuentro con Fidel Castro, asegurando que su intención "no era dar un cheque en blanco a nadie".
"El sentido del viaje no era dar un cheque en blanco a nadie, era poder crear entre Francia y Cuba una nueva etapa de alianzas para que el bloqueo pueda ser levantado y Cuba pueda ser una isla abierta al mundo", señaló Hollande en una conferencia en Puerto Príncipe, donde culmina una gira por el Caribe.
"¿Yo podría llegar a Cuba a hablar de alianza, a hablar del futuro e ignorar la historia, ignorar los 40 años durante los cuales Fidel Castro fue responsable del país?", preguntó Hollande en respuesta a las críticas.
Su encuentro con Fidel Castro fue duramente criticado por el partido UMP, que lo calificó como una "falta moral" y lo acusó de "complacencia" con el régimen cubano.
Hollande se convirtió en el primer presidente francés en visitar oficialmente Cuba después de más de un siglo, y en el marco de esa visita se reunió por cerca de una hora con Fidel Castro, de 88 años, y luego con su hermano, el gobernante Raúl Castro, quien lo sucedió en 2006.