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Fallece el fotógrafo y cineasta cubano Mario García Joya


Mario García Joya (izquierda) y Tomás Gutiérrez Alea (derecha) (Imagen de Twitter/OnCuba).
Mario García Joya (izquierda) y Tomás Gutiérrez Alea (derecha) (Imagen de Twitter/OnCuba).

El fotógrafo y cineasta cubano Mario García Joya falleció el viernes en la ciudad de Miami a los 85 años de edad.

García Joya fue "un maestro fecundo que registró en imágenes la idiosincrasia del país, de su cultura y su gente", comentó CiberCuba.

"Al lente y la visión de Mayito le debemos no solo una galería imprescindible de rostros y momentos del acontecer cubano, desde Benny Moré a Bola de Nieve, desde Amelia Peláez a Virgilio Piñera, sino también la imaginería de unos 90 filmes, entre ellos, clásicos de la cinematografía cubana y latinoamericana como La última cena (1976), Los sobrevivientes (1978) y Fresa y chocolate (1993), dirigidos por Tomás Gutiérrez Alea", señaló el medio digital.

El diario 14ymedio, con sede en La Habana, reporta que "a finales de septiembre pasado, una campaña en GoFundMe señalaba que Mayito padecía una enfermedad terminal que le había provocado la pérdida de sus funciones neurológicas".

García Joya estudió Lengua y Literatura Hispánicas en la Universidad de La Habana y Artes Plásticas en la Academia de Bellas Artes San Alejandro. También fue uno de los fundadores de la Fototeca de Cuba.

La académica cubana Mabel Cuesta dijo en Facebook dijo que se ha ido con esta muerte "un ciclo entero e irrepetible del cine cubano: esplendor, horror ante la inminente decadencia, exilio".

CiberCuba recuerda que en el año 2001 García Joya, tras rechazar ser parte de una retrospectiva de fotografía cubana, publicó una declaración de principios, titulada "De la ausencia y el olvido".

"No quiero ser cómplice de un gobernante que provoca las desgracias y socializa la culpa; no quiero ser cómplice de los que encarcelan porque se hable de libertad o se 'jinetee' un pan...No quiero ser cómplice del alto funcionario que desde La Habana envía su perrita a un veterinario en París, ni de los sicarios que a manguerazos hundieron el fatídico trasbordador remolcador 13 de Marzo con madres y criaturas, asesinos impávidos ante el horror inocente; no quiero ser cómplice del planeado deterioro moral de mi pueblo, del robo de su autoestima y su dignidad ciudadana", subrayó el fotógrafo y cineasta en su declaración.

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