José Daniel Ferrer, líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), recibió la visita de su familia en prisión este jueves, 12 de marzo, día que el régimen cubano había fijado para entregar la sentencia contra el conocido opositor, a quien las autoridades procesaron por delitos comunes.
"Vimos a mi papá en la prisión. Está delgado, mucho más delgado y débil que la otra vez. Ya se le está yendo toda la fuerza que tenía", afirmó José Daniel Ferrer Cantillo, hijo del opositor.
El líder de la UNPACU fue visitado por cinco de sus hijos y la esposa, Nelva Ortega Tamayo.
"Se mantienen las mismas condiciones en que estaba, solo que ahora lo están dejando acceder a la biblioteca", comentó.
Sobre el trato que recibe en prisión, Ferrer Cantillo resaltó que su padre "sigue (recibiendo) la misma dieta que tenía, no le están dando medicamentos y continúa en la celda de aislamiento".
Añadió que la familia le llevó alimentos, pero que Ferrer no los quiso. "Dijo que con lo tenía, los bizcochos y la leche, le alcanzaba", apuntó.
Relató que para poder verlo fueron conducidos a una oficina donde les revisaron todo lo que llevaban, incluyendo la ropa, y luego los llevaron a un cuarto adonde habían trasladado al opositor.
Sin noticias de la sentencia
Ferrer Carrillo precisó que su padre le comunicó que no le habían dicho nada sobre la sentencia, "tampoco a nosotros. Le dijeron que era hoy (jueves) que se la entregaban. Eso fue lo que dijo el juez en el juicio".
El joven aclaró que una vez que esa decisión esté en las manos de Ferrer, se supone que algún miembro de la familia deba recogerla en 48 horas.
Sobre la visita, Ferrer Cantillo dijo que su padre "se puso muy contento de hablarle a Ana Laura (una de sus hijas), a quien no veía hacía más de un año, y también a Daniela, a quien también hacía rato que no veía".
En el foco de EEUU
El caso del líder de UNPACU está en el centro del Informe del secretario de Estado Mike Pompeo sobre la situación de los derechos humanos en 2019.
El documento afirma que Ferrer "a menudo estuvo incomunicado durante varios días consecutivos sin que le presentaran cargos en un tribunal. Aunque en el arresto estuvieron presentes oficiales uniformados de la Seguridad del Estado, las autoridades negaron tenerlo bajo su custodia.
El 1 de octubre, la policía lo detuvo durante casi seis semanas antes de permitir que su familia lo viera, y no presentó cargos en su contra hasta el 15 de noviembre, 45 días después de su desaparición. Mientras tanto, las autoridades rechazaron los recursos de hábeas corpus presentados por su esposa. Y desde diciembre Ferrer ha estado oficialmente bajo custodia de las autoridades, apuntó el texto.
(Con reporte de Ivette Pacheco para Radio Martí)