Los ciudadanos estadounidenses que deseen ingresar a Venezuela a partir del martes deberán solicitar un visado de turistas, según una resolución del Gobierno socialista en represalia a sanciones de Washington contra sus funcionarios.
En una escalada de las tensiones entre los rivales ideológicos, Venezuela dio 15 días a la embajada de Estados Unidos en Caracas para que reduzca su personal diplomático a 17 personas, el mismo número que los venezolanos en la sede diplomática en Washington.
El presidente Nicolás Maduro ya había dicho que, como medida de reciprocidad, su país exigirá visa a los estadounidenses, y que los funcionarios que permanezcan en el país sudamericano deberán informar a las autoridades de todas sus reuniones.
Con la resolución que se publicó el martes en la Gaceta Oficial se excluye a Estados Unidos de una lista de 65 países "beneficiados de supresión de visas no migrantes (turistas) en pasaportes ordinarios".
En otra resolución del mismo día, Venezuela prohibió permanentemente la entrada a un grupo de estadounidenses por considerar que "han cometido actos terroristas y graves violaciones a los derechos humanos". Entre ellos destacan el ex presidente George W. Bush, el senador republicano Marco Rubio, la congresista Ileana Ros Lehtinen y el vicepresidente Dick Cheney, entre otros.
A fines del año pasado, el presidente de Estados Unidos firmó una ley que permite imponer sanciones a funcionarios venezolano acusados de haber violado los derechos de manifestantes involucrados en una ola de protestas que sacudió al país sudamericano en 2014. Entre las sanciones se cuentan la prohibición de entrada a Estados Unidos.