Estados Unidos ha designado para ser objeto de sanciones a dos altos funcionarios del Ministerio de Inteligencia y Seguridad de Irán, MOIS, que participaron en el secuestro de Robert A. Levinson en la isla Kish el 9 de marzo de 2007 o alrededor de esa fecha.
Durante 13 años, el régimen iraní ha negado tener conocimiento del paradero o la condición del secuestrado.
Sin embargo, altos funcionarios iraníes autorizaron el secuestro y la detención de Levinson y lanzaron una campaña de desinformación para desviar la culpa del régimen.
Mohammad Baseri y Ahmad Khazai, en su calidad de oficiales del MOIS, estuvieron involucrados en el secuestro, detención y probable muerte de Levinson.
El régimen iraní tiene una historia de 41 años de secuestro y detención de extranjeros y personas con doble nacionalidad como palanca política.
El secretario de Estado, Michael Pompeo, declaró que “reiteramos nuestra fuerte advertencia a ciudadanos estadounidenses y personas con doble nacionalidad que viajen a Irán que pueden poner en peligro su seguridad personal. El secuestro, la detención y la probable muerte de Levinson es otro ejemplo atroz del cruel desprecio del régimen por la vida humana”.
“Estados Unidos siempre dará prioridad a la seguridad y protección del pueblo estadounidense y continuará persiguiendo agresivamente a quienes desempeñaron un papel en la desaparición de Levinson. Pedimos al régimen iraní que proporcione una explicación completa del destino de Levinson, y no descansaremos hasta que todos los estadounidenses detenidos injustamente por Irán estén de regreso en casa”, concluye el jefe de la diplomacia estadounidense.
