Estados Unidos condenó este viernes la violencia del gobierno de Daniel Ortega contra la población civil que ha provocado más muertes en Nicaragua.
La vocera del Departamento de Estado, Heather Nauert, a través de un comunicado, insta al gobierno nicaragüense a "crear las condiciones propicias para un diálogo creíble e inclusivo y a garantizar la seguridad de los participantes".
“Nosotros condenamos la reciente violencia perpetrada por matones controlados por el gobierno, lo que resultó en más muertes de manifestantes en https://go.usa.gov/xQpxR . El gobierno nicaragüense debe crear condiciones propicias para un diálogo creíble e inclusivo y garantizar la seguridad de los participantes”.
El mensaje, llama al gobierno de Nicaragua "a que implemente plenamente las recomendaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) independiente, y actuar sobre sus conclusiones para garantizar la rendición de cuentas y la justicia ante los abusos y las violaciones de los derechos humanos".
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), exhortó este viernes al gobierno nicaragüense, que proteja a 13 estudiantes universitarios, dirigentes de protestas contra el presidente Daniel Ortega en las últimas semanas.
Un equipo de la CIDH que visitó Nicaragua la semana pasada expresó preocupación ante la represión violenta de las protestas por parte del gobierno.
Después de realizar una serie de entrevistas, la comisión dijo en un comunicado, que los estudiantes y sus familiares habían recibido amenazas y que sus fotos circulaban en el internet como "caras del caos".
Pablo Abrau, presidente de la CIDH, compartió en su cuenta de Twitter los principales hallazgos de la visita de la Comisión a Nicaragua.
Las protestas en Nicaragua estallaron a mediados de abril, cuando Ortega impuso cambios al sistema de seguridad social. Las manifestaciones crecieron rápidamente, pese a que el mandatario retiró los cambios, y la respuesta violenta de la policía y la juventud sandinista derivó en llamados a la renuncia de Ortega.
Un diálogo nacional, mediado por la Iglesia Católica de Nicaragua, fue suspendido este miércolesdebido a "la falta de consenso". Esa misma noche, los enfrentamientos se reanudaron entre estudiantes y fuerzas del gobierno con consecuencias mortales: dos muertos y varios heridos.
El arzobispo de Managua, cardenal Leopoldo Brenes, denunció esta semana que tanto él como otros miembros de la Conferencia Episcopal de Nicaragua han recibido amenazas de muerte y son objeto de una campaña de desprestigio proveniente del orteguismo.
El cardenal Brenes dice que mientras no reciba un mensaje oficial del gobierno pidiéndole que retire a los obispos que participan en la comisión, continuarán trabajando por la paz en el país.
Amnistía Internacional también elaboró un informe sobre la situación de represión de la policía y grupos paramilitares en Nicaragua contra los ciudadanos, que será presentado el martes 29 de mayo en Managua.
(Tomado de La Voz de América)