La escasez de agua en la isla es un problema que afecta a todos, y particularmente en La Habana, donde el gobierno informó que actualmente no tienen acceso regular al servicio unas 468.721 personas.
La ausencia del preciado líquido llega en un momento en que la población está obligada a extremar las medidas de higiene para evitar la propagación del coronavirus, y debe limpiar frecuentemente con agua y jabón todas las superficies.
Cubanos consultados por Radio Television Marti en diferentes regiones de la isla expresaron sus preocupaciones acerca de cómo van a aplicar las elementales medidas higiénicas sin el recurso más necesario para hacerlo.
La activista María López residente en Centro Habana detalló que a esa zona el agua está llegando "cada tres, cinco, ocho días, y por eso no tienen condiciones para protegerse del coronavirus o de cualquier otra enfermedad".
Sin embargo, un ciudadano que se identificó como Alberto Pedroso, residente en La Habana Vieja, uno de los barrios más afectados, dijo no tener problemas con el abasto de agua.
En una intervención este martes en la Mesa Redonda, programa de la Televisión Cubana, Antonio Rodríguez, presidente del Instituto Nacional de Recursos Hidraúlicos, reconoció el serio problema del suministro de agua cuando aclaró que el gobierno está tomando medidas para mejorar el abasto en el país, con énfasis en la capital.
En La Habana -con 2.2 millones de habitantes- hay 111 fuentes de suministro del líquido vital que están afectadas, 89 de forma parcial y otras 22 de forma total, y en este momento solo una de las cinco cuencas que la abastecen se encuentra en estado favorable, destacó el titular en la Mesa Redonda.
Los municipios habaneros más afectados son Arroyo Naranjo, Habana Vieja, la Lisa, Boyeros y Centro Habana, y las autoridades dijeron que son abastecidas por camiones cisternas.
En la ciudad de Matanzas, un residente que dijo llamarse Asiel Cardoso manifestó que allí "no hay problemas con el agua", mientras que en la zona oriental de la isla los pobladores no corren con la misma suerte.
Desde Santiago de Cuba, Yadira Betancourt calificó la situación de "crítica" y agregó que el ciclo de llegada de agua a los hogares es "de un mes a dos meses".
Con la escasez tan pronunciada no se pueden cumplir las medidas de higiene orientadas por las autoridades sanitarias para evitar el contagio, señaló la mujer.
El presidente del Instituto Nacional de Recursos Hidraúlicos agregó que en la zona oriental de la isla los acumulados de precipitación en marzo han estado al 15%.
Asimismo, dijo que la intensa sequía que golpea principalmente a La Habana, y también a Santiago de Cuba, -segunda ciudad en importancia del país caribeño- seguirá impactando durante los meses de abril y mayo próximos.
(A partir de un reporte de Ivette Pacheco para Radio Martí)
