Manuel Cuesta Morúa está entre los líderes más relevantes del movimiento pro-democracia en Cuba. Recientemente fue acusado de “difundir noticias falsas contra la paz internacional”. Hoy, en entrevista para Cubanet, este licenciado en Historia, de 51 años, puntualiza sobre su nuevo estatus legal:
Manuel Cuesta Morúa (MCM): Si en la anterior Cumbre de la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe), realizada en Chile el pasado año, se realizó un Foro Alternativo, por qué no hacer lo mismo en la II Cumbre de La Habana. Y nos dimos a esa tarea.
La idea era advertir de que aquí existe una parte importante de la sociedad civil con perspectivas diferentes a la del gobierno. Ese mensaje iba dirigido hacia América Latina, de cuyos gobernantes, salvo destellos aislados, la mayoría les han dado la espalda a los cubanos que alzamos las banderas de la democratización. En franca contradicción con la declaración constitutiva de la CELAC, que responsabiliza a los mandatarios con hacer respetar los derechos ciudadanos fundamentales.
Lo cierto es que el gobierno cubano interpretó nuestra idea como un desafío. El 26 de enero del presente año, horas antes de comenzar la Cumbre, me apresan. Y al cuarto días de encierro en una comisaría, me liberan acusado de “difundir noticias falsas contra la paz internacional”.
¿Cuál es tu situación legal ahora?
Me impusieron la medida cautelar de tener que dar mi firma todos los martes. Mientras, espero el supuesto juicio. Este proceso puede durar tres meses, aunque existe la posibilidad de que la fiscalía dilate el proceso por tres meses más.
¿Y si dejas firmar?
Entonces le daría una buena razón para cambiarme esta medida cautelar por la de Prisión Preventiva.
¿Cómo percibes esta medida cautelar?
Es parte del castigo psicológico a que estamos expuestos cada activista. En mi caso, me limitaron la capacidad de movimiento, tanto a lo interno en el país, como al exterior.
A propósito de viajes al exterior, ¿los consideras del todo positivo para el movimiento pro-democracia?
En sentido general resulta fructífero ese intercambio de experiencia con interlocutores foráneos. Conocer la realidad exterior, difundir la nuestra y viabilizar apoyo a nuestros proyectos es influir en los acontecimientos. Escuché decir que desde el que gobierno cubano hizo esta apertura, en enero del 2013, hasta hoy, se han producido más de 400 salidas, si bien algunos activistas han repetido varias veces.
¿Cuántas variantes de viajes conoces?
Becas, eventos políticos, sociales y académicos; cursos de capacitación de corta duración; y salida a un nivel más político, como los de Berta Soler y Guillermo Fariñas, quienes se encontraron con el Señor Barack Obama, en Miami.
Al margen de esa imagen idílica del mundo que tenemos los cubanos, ¿cuál ha de ser la actitud de los activistas para aprovechar al máximo dichos viajes?
Obtener la mayor cantidad posible de contactos con personas influyentes en el terreno político, económico, social, cultural, en dependencia de para lo que fue invitado, y siempre en función de la democratización de Cuba. No exportar conflictos interpersonales, ni intergrupales. Manifestar proyecciones colectivas, más allá de intereses individuales. Ser plural e inclusivo y enfocarse en abrir puentes a otros colegas que sostengan proyectos a favor de nuestra causa.
¿De vuelta en Cuba, cómo viabilizar las experiencias?
Consensuarlas con los compañeros, y ponerlas en práctica siempre que se adecuen a la realidad, contexto y problemática nuestra, y hacerlo con madurez cívica.
Volviendo a tu estatus legal actual, ¿cómo te limita esta medida cautelar de tener que firmar cada semana por tiempo indeterminado?
Tuve que desestimar invitaciones a España, Argentina y Holanda. Y está en veremos asistir al próximo evento de la Asociación de Estudios Latino Americanos (LASA) de la cual soy miembro. LASA es patrocinado por la Universidad de Pittsburgh, en Pensilvania. El año pasado participé en un panel. Este año el tema trata de La Memoria de la Democracia, y se llevará a cabo en Chicago.
Lo interesante de LASA para nosotros los activistas pro-democracia es que antes acudían exclusivamente representaciones de organizaciones castristas. En el 2012 convergimos oficialistas y disidentes. No pasó nada. Solo tirantez silenciosa.
En tu caso está presente el chantaje: Te portaste mal y no viajas. Remanente del “extinto” permiso de salida. ¿Desde qué perspectiva lo ves?
Ahora soy el botón de muestra, el espejo en el cual se miran los demás activistas. Es posible que conmigo haya comenzado una nueva variante de control personalizado, aplicable a los activistas que le resultan molestos a la política del gobierno. Aspecto muy predecible del castrismo, pero que hay que analizar con perspicacia.
Esta entrevista fue concedida al periodista Juan Carlos Linares Balmaseda del sitio Cubanet.
Manuel Cuesta Morúa (MCM): Si en la anterior Cumbre de la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe), realizada en Chile el pasado año, se realizó un Foro Alternativo, por qué no hacer lo mismo en la II Cumbre de La Habana. Y nos dimos a esa tarea.
La idea era advertir de que aquí existe una parte importante de la sociedad civil con perspectivas diferentes a la del gobierno. Ese mensaje iba dirigido hacia América Latina, de cuyos gobernantes, salvo destellos aislados, la mayoría les han dado la espalda a los cubanos que alzamos las banderas de la democratización. En franca contradicción con la declaración constitutiva de la CELAC, que responsabiliza a los mandatarios con hacer respetar los derechos ciudadanos fundamentales.
Lo cierto es que el gobierno cubano interpretó nuestra idea como un desafío. El 26 de enero del presente año, horas antes de comenzar la Cumbre, me apresan. Y al cuarto días de encierro en una comisaría, me liberan acusado de “difundir noticias falsas contra la paz internacional”.
¿Cuál es tu situación legal ahora?
Me impusieron la medida cautelar de tener que dar mi firma todos los martes. Mientras, espero el supuesto juicio. Este proceso puede durar tres meses, aunque existe la posibilidad de que la fiscalía dilate el proceso por tres meses más.
¿Y si dejas firmar?
Entonces le daría una buena razón para cambiarme esta medida cautelar por la de Prisión Preventiva.
¿Cómo percibes esta medida cautelar?
Es parte del castigo psicológico a que estamos expuestos cada activista. En mi caso, me limitaron la capacidad de movimiento, tanto a lo interno en el país, como al exterior.
A propósito de viajes al exterior, ¿los consideras del todo positivo para el movimiento pro-democracia?
En sentido general resulta fructífero ese intercambio de experiencia con interlocutores foráneos. Conocer la realidad exterior, difundir la nuestra y viabilizar apoyo a nuestros proyectos es influir en los acontecimientos. Escuché decir que desde el que gobierno cubano hizo esta apertura, en enero del 2013, hasta hoy, se han producido más de 400 salidas, si bien algunos activistas han repetido varias veces.
¿Cuántas variantes de viajes conoces?
Becas, eventos políticos, sociales y académicos; cursos de capacitación de corta duración; y salida a un nivel más político, como los de Berta Soler y Guillermo Fariñas, quienes se encontraron con el Señor Barack Obama, en Miami.
Al margen de esa imagen idílica del mundo que tenemos los cubanos, ¿cuál ha de ser la actitud de los activistas para aprovechar al máximo dichos viajes?
Obtener la mayor cantidad posible de contactos con personas influyentes en el terreno político, económico, social, cultural, en dependencia de para lo que fue invitado, y siempre en función de la democratización de Cuba. No exportar conflictos interpersonales, ni intergrupales. Manifestar proyecciones colectivas, más allá de intereses individuales. Ser plural e inclusivo y enfocarse en abrir puentes a otros colegas que sostengan proyectos a favor de nuestra causa.
¿De vuelta en Cuba, cómo viabilizar las experiencias?
Consensuarlas con los compañeros, y ponerlas en práctica siempre que se adecuen a la realidad, contexto y problemática nuestra, y hacerlo con madurez cívica.
Volviendo a tu estatus legal actual, ¿cómo te limita esta medida cautelar de tener que firmar cada semana por tiempo indeterminado?
Tuve que desestimar invitaciones a España, Argentina y Holanda. Y está en veremos asistir al próximo evento de la Asociación de Estudios Latino Americanos (LASA) de la cual soy miembro. LASA es patrocinado por la Universidad de Pittsburgh, en Pensilvania. El año pasado participé en un panel. Este año el tema trata de La Memoria de la Democracia, y se llevará a cabo en Chicago.
Lo interesante de LASA para nosotros los activistas pro-democracia es que antes acudían exclusivamente representaciones de organizaciones castristas. En el 2012 convergimos oficialistas y disidentes. No pasó nada. Solo tirantez silenciosa.
En tu caso está presente el chantaje: Te portaste mal y no viajas. Remanente del “extinto” permiso de salida. ¿Desde qué perspectiva lo ves?
Ahora soy el botón de muestra, el espejo en el cual se miran los demás activistas. Es posible que conmigo haya comenzado una nueva variante de control personalizado, aplicable a los activistas que le resultan molestos a la política del gobierno. Aspecto muy predecible del castrismo, pero que hay que analizar con perspicacia.
Esta entrevista fue concedida al periodista Juan Carlos Linares Balmaseda del sitio Cubanet.