Los disidentes Oswaldo Payá y Harold Cepero fallecieron en 2012 en el oriente cubano. El régimen castrista insiste en que lo que sucedió fue un accidente automovilístico. Pero organizaciones de derechos humanos de dentro y fuera de la Isla lo consideran un crimen de Estado. A 8 años de sus muertes, este 22 de julio, serán recordados otra vez como víctimas del comunismo en varias ciudades del mundo.