El repunte de coronavirus que enfrenta Cuba ocurre en las tres provincias donde las autoridades cubanas informaron que se habían tomado medidas restrictivas para detener el avance de la enfermedad, algo que, a juicio de cubanos consultados por Radio Televisión Martí, no tendrá efectividad.
El Ministerio de Salud de Cuba reportó este viernes 547 casos positivos al COVID-19, con las provincias de La Habana, Santiago de Cuba y Matanzas encabezando la lista de zonas con mayor número de contagios.
En Santiago de Cuba, donde el último parte informó de 88 nuevos casos, las colas continúan trayendo consigo las aglomeraciones, que también se extienden al transporte público, dijo la activista Lizandra Rivera.
Ebert Hidalgo, también de esa ciudad, dijo que ya cerraron las escuelas y los círculos infantiles, mientras que Rivera asegura que las autoridades en las calles “están por gusto, pues las colas siguen igual y la gente para comprar no les importa estar unos arriba de los otros”.
En la vecina provincia de Guantánamo, las autoridades están tomando medidas adicionales, como las de preparar diferentes locales para ubicar a los positivos para no usar el hospital provincial, dijo Liannys González.
El jueves, la provincia de Matanzas terminó con 82 nuevos casos, sin embargo “aquí no han cerrado nada”, aseguró la activista Regla Burunate, que vive en la localidad de Colón.
En la capital, el último reporte indicó 148 nuevos casos y al igual que en otras regiones del país "las colas tienen que continuar pues si no las hacen se mueren de hambre” dijo desde Arroyo Naranjo la activista Anais Penalba.
La difícil situación económica que atraviesa la isla obliga a los ciudadanos a salir a las calles a pesar del contagio, añadió Penalba quien cree que el “grado de stress con que se vive en la isla lleva al cubano a darle lo mismo estar enfermo que no estarlo”.
Otra de las preocupaciones de la ciudadanía ha sido la entrada del turismo después de la apertura de los aeropuertos y los vuelos internacionales.
Cubanos consultados por Radio Martí han criticado que mientras el gobierno exige el uso de la mascarilla los extranjeros andan por la calle sin usarlas.