El preso político Maikel Herrera sigue sin recibir la adecuada atención médica y su salud se deteriora en la cárcel para enfermos de VIH-SIDA en Güines, provincia Mayabeque.
Su primo Yoel Parsons, activista Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), dijo a Radio Televisión Martí que a Herrera le fueron suspendidas las llamadas telefónicas y supo lo que está estaba ocurriendo por una llamada que le hizo un recluso.
"Me dijo que necesitaba un medicamento para la infección que tiene y que lo tienen tirado ahí, no se interesan por él, ni lo están atendiendo", recalcó.
Parsons encabeza las gestiones legales para solicitar un cambio de medida a favor de Herrera y el pasado mes de mayo agentes de la Seguridad del Estado le dijeron que estaba bien de salud, y que tenían las condiciones para atenderlo algo que el activista no aceptó.
"Ha tenido fiebre y tiene las defensas de su organismo muy bajas", agregó.
Herrera, es activista de la opositora Unión Patriótica de Cuba, y fue detenido el 16 de abril en su vivienda del Reparto Guardiola, en San Miguel del Padrón, La Habana, tras protestar públicamente por la falta de fluido eléctrico.
Un agente policial vestido con ropa civil intentó poner fin a su manifestación pacífica y eso provocó un altercado entre ambos que concluyo con su arresto y la acusación de "atentado agravado" contra la autoridad.
Por el cargo que se le imputa, podría pasar hasta ocho años en prisión, ha dicho a sus familiares el abogado que lo representa.
