Cuatro candidatos independientes que se presentarían a las asambleas de nominación convocadas por el gobierno de Cuba para las Elecciones 2018 fueron a dar a prisión y decenas sufrieron detenciones cortas para impedirles asistir a dichas reuniones de barrio.
Los encartados se enrolaron desde finales de 2016 en la iniciativa Otro 18 que lanzó la Mesa de Unidad y Acción Democrática –coordinada por Manuel Cuesta Morúa-, pero todos integran el abiertamente disidente Movimiento Opositores por una Nueva República (MONR), dirigido por José Díaz Silva desde La Habana.
En el programa Contacto Cuba, de Radio Martí (A partir del minuto 3:00) Silva ofreció un detallado informe sobre los hechos que llevaron a estos opositores a la cárcel.
Se trata de Manuel Velázquez Licea (44 años de edad), Ubaldo Herrera Hernández (40), Lázaro Rolando Kessel Barrueto y Daniel Alfaro Frías. Los dos primeros incluidos en la misma causa bajo el supuesto delito de atentado y resistencia.
Urnas entre barrotes
“Cuando nació la campaña de que nosotros íbamos a hacer la diferencia, que nos íbamos a presentar como candidatos, Lázaro Kessel, Manuel Velázquez y Ubaldo Herrera fueron unos de los primeros que se propusieron para ser candidatos. Bueno, desde aquel entonces empezó la guerra contra ellos, estaban buscando motivos para encarcelarlos”, explica Silva.
Manuel Velázquez Licea fue sancionado a 10 meses en un campamento de trabajo correccional en Melena del Sur, mientras Herrera recibió 5 años de cárcel y los cumple en la prisión de mayor severidad, de la misma localidad habanera.
Velázquez Licea, residente en Surgidero de Batabanó y Herrera Hernández, con domicilio en Arroyo Naranjo, fueron detenidos el pasado 2 de febrero en el pueblo de Quivicán, provincia de Mayabeque. Las acusaciones tuvieron origen “porque habían repartido discos de TV Martí, de programas, cuando los apresaron”, dijo Díaz Silva
Herrera trabajó anteriormente en un vivero de plantas junto a Díaz Silva y Velázquez Licea tenía licencia de trabajador por cuenta propia, y al momento de ser detenido se desempeñaba como comprador y vendedor de utensilios de electricidad.
En otro tanto Kessel Barrueto recibió 5 años de condena por resistencia y atentado y los cumple en la prisión Combinado del Este, en La Habana. Pero su caso recibió más atención porque la policía política intentó encartarlo en un delito común.
Díaz Silva fue detenido el 21 de julio pasado, día en que celebraron el juicio a Kessel, y sobre el mismo relató que al activista lo acusaban en un inicio de supuestamente querer robarle el reloj al Jefe de Sector policial que lo detenía. La prenda la encontraron dentro de la misma patrulla en que luego esposaron y trasladaron al opositor, entonces cambiaron el delito para poder imputarlo.
Abortar la ley, eliminar la participación ciudadana
El pasado lunes 30 de octubre culminó en Cuba el proceso de nominación de candidatos para las elecciones municipales del Poder Popular, que se realizarán el próximo 26 de noviembre.
Unos 170 candidatos independientes asociados a Otro 18 tenían la intención de participar desde las asambleas, de ellos, solo 53 revelaron su propósito, dijo a Martí Noticias su coordinador Manuel Cuesta Morúa, pero la policía volvió a frustrar la masiva participación.
"El Gobierno ha intervenido las asambleas de nominación. El Estado ha puesto toda su maquinaria para reventar las asambleas de nominación donde se han presentado candidatos independientes", aseveró Cuesta Morúa.
El caso de Daniel Alfaro Frías es típico en el modus operandi de la Seguridad del Estado. Frías iba a presentarse como candidato a delegado por la circunscripción 34 de San Antonio de los Baños, provincia Artemisa, pero desde el 8 de septiembre comenzaron a cerrarle el cerco, tal como comentó a Radio Martí.
“Fui citado para la Oficina Nacional de Asuntos Tributarios (ONAT), supuestamente porque tenía una deuda de 16 pesos del año 2014. Yo refería que eso era injusto, que eso era un mal trabajo, se ofendieron y me llaman a la policía, estuve detenido hasta después del ciclón, el día 11”, señaló Alfaro.
La suerte estaba echada. Veinte días después lo condujeron a la unidad de la policía local para hacerle firmar un documento acusatorio, al salir, lo retiene un oficial de la Seguridad del Estado que se identificó como "Ocaña".
“Me suben hacia una oficina, me interrogan y de ahí vienen hacia mi casa y me efectuaron un registro. Esto es una artimaña de ellos, la Ley Electoral en Cuba dice que si usted es sancionado no tiene derecho al voto ni a presentarse en las elecciones”, indicó Frías quien recibiría más tarde una pena de un año de cárcel por "impago de multa".
El 8 de octubre lo llevan a la unidad de policía de San Antonio de los Baños, informó Díaz Silva y el 28 del mismo mes “le hacen juicio, le echan un año ahí en el tribunal de San Antonio y lo llevan para la prisión de Taco Taco, en Pinar del Río”.
