El rey de España, Felipe VI, "no hace política" en su país y por tanto tampoco la hará en Cuba durante su primer viaje de Estado a la isla, donde la ausencia en su agenda de un encuentro con opositores ha suscitado críticas de partidos políticos españoles conservadores y organizaciones disidentes.
El embajador de España en Cuba, Juan Fernández Trigo, explicó en una entrevista con Efe que el monarca "trata de actuar siempre de forma muy neutral", si bien el Gobierno del país ibérico sí mantiene canales permanentes de diálogo con la disidencia cubana tanto en Madrid como en La Habana.
Pregunta: La visita de los reyes a Cuba será la primera visita de Estado de un monarca español a este país. ¿En qué contexto se produce?
Respuesta: La razón de este viaje sobre todo es participar en las celebraciones del quinto centenario de la fundación de la ciudad de La Habana y aprovechar para hacer un viaje de estado que en el caso del rey de España, tanto cuando reinaba Juan Carlos I como ahora Felipe VI, no se ha podido celebrar, cuando en el resto de países de la América hispana ha tenido lugar hasta en más de una ocasión. Es una oportunidad excelente poder venir y estar junto a los cubanos y también junto a los españoles, que son muchos ya. En Cuba alcanzaremos en poco tiempo la cifra de 200.000 españoles, lo que nos convierte en la tercera comunidad de españoles en otro país tras Argentina y Venezuela.
P.- La visita tiene lugar inmediatamente antes de la fecha en la que La Habana cumple 500 años, pero los reyes ya no estarán en esa celebración (16 de noviembre). En algunos sectores se ha interpretado esa ausencia como un intento de evitar el saludo con mandatarios latinoamericanos como el venezolano Nicolás Maduro. ¿Por qué la visita de los reyes finaliza antes de esa conmemoración?
R.- Lamento mucho esa interpretación porque lo que hemos buscado con este pequeño adelanto es venir a esta celebración, porque se produce en la semana de los 500 años de La Habana, pero hacer un viaje de Estado, un viaje bilateral, evitar (...) que quedara diluido con la presencia de otras personalidades que son absolutamente respetables. Pero nosotros, como es natural, buscamos un protagonismo porque creemos que no habiendo venido los reyes de España nunca a Cuba era la oportunidad de darle el realce suficiente. No hay la menor intención de no estrechar la mano de nadie, todo el mundo es respetable, todos los jefes de Estado representan a sus respectivos países.
P.- Este viaje tiene lugar en un momento complicado para la economía cubana que repercute en los cientos de empresarios españoles presentes en Cuba. Existe una situación de impagos y a la vez Estados Unidos ha endurecido el embargo. ¿Felipe VI viene a dar su apoyo al empresariado español?
R.- Sí, el viaje tiene además el sentido de dar un espaldarazo a los empresarios españoles que están aquí pasándolo con cierta dificultad y a la presencia española en Cuba a través de la inversión, especialmente en el ámbito hotelero. La aplicación de los títulos III y IV de la Ley Helms-Burton (...) ha hecho daño a personas que vinieron convencidas de que comerciar e invertir en Cuba era perfectamente legal. Para nosotros lo que es ilegal es la
aplicación extraterritorial de una ley. No podemos decir que estemos en una situación de optimismo: más allá de las demandas, esto tiene un efecto disuasorio para aquellos que hubieran podido venir.
El título III ha sido un elemento de freno que lamentamos mucho. Pero tenemos que saber aprovechar las oportunidades, insistir ante el Gobierno cubano en que ante esta circunstancia solo la apertura y aplicar las normas con más flexibilidad puede neutralizar esa intencionalidad de paralizar la presencia europea en Cuba.
También tenemos una situación preocupante con los impagos, entendemos que Cuba no paga porque no puede, no porque no quiera, pero hay que reconocer que eso afecta a empresarios que suelen ser pequeños y medianos y no pueden convivir con una circunstancia de estas características, un impago puede suponer el cierre de su negocio.
P.- Aún con estas circunstancias, ¿la balanza comercial bilateral mantiene el peso de los últimos años?
R.- La balanza es importante, somos el país que más comercia con Cuba detrás de Venezuela y China, somos la mitad del comercio que tiene la Unión Europea con Cuba, alrededor de mil millones de euros, somos el primer inversor en el sector turístico y uno de los primeros inversores en todos los demás ámbitos. No nos podemos quedar. Pese a los impagos, en 2018 aumentaron las exportaciones españolas. Eso nos anima a seguir porque este es un mercado importante para España.
P.- El rey se reunirá con representantes de la sociedad civil independiente pero no con la oposición cubana. ¿Por qué el rey no va a ver a la disidencia?
R.- Este es un viaje de Estado que queremos que tenga un contenido cultural (...). Nuestra idea no es venir a hacer política, porque el rey no hace política en España. El rey trata de actuar siempre de una forma muy neutral, aunque nosotros entendemos que tenemos que tratar también a ese sector que no está de acuerdo con la realidad política cubana. Y así lo hacemos, los vemos en Madrid, donde tenemos conversaciones importantes, también en la Embajada, pero no todo pasa porque el rey venga en un viaje a crear tensiones.
Buscamos un viaje armonioso sin que ello quiera decir que nosotros no entendamos que nos gustaría que ciertas cosas cambiasen.
P.- ¿Cuáles son los perfiles de las personas de la sociedad civil con las que se reunirá Felipe VI? R.- El viaje pretende conocer la realidad cubana en toda su extensión. Busca tratar no solamente con las autoridades de Cuba, sino también con aquellas personas que no están en el mundo oficial pero que con su trabajo creemos que no solo están ayudando sino construyendo el futuro de Cuba, en donde la iniciativa privada tendrá un mayor protagonismo, como suele ocurrir en todas las sociedades en las cuales la iniciativa privada y el mercado terminan estableciendo las reglas del juego.
Estas personas son intelectuales, a los que todos conocemos por las películas o por los libros que han escrito. Es bueno que el rey vea a Leonardo Padura, a Jorge Perugorría, que vea a personas que están trabajando en el periodismo independiente, que vea también a personas que con su trabajo y esfuerzo y dificultades están tratando de crear negocios, restaurantes, grupos de apoyo a las empresas.
P.- También hay un momento de encuentro con la colonia española en Cuba. ¿Cuál es la importancia de esta colectividad?
R.- Ha sido siempre muy importante. Cuba fue un país que en el siglo XIX tuvo una atracción muy fuerte sobre la migración española, asturianos, gallegos, también canarios constituyeron un importante núcleo. Más de 700.000 españoles se afincaron en Cuba entre 1890 y 1930 y hay que tener en cuenta que después vino otra oleada por la Guerra Civil, también en los años 50, y como consecuencia del periodo especial en los 90 muchas empresas españolas decidieron venir a invertir.
La presencia española ha sido constante, permanente, y si nos remontamos a los 500 años de la ciudad fue además un escalón importantísimo en la conquista del resto del territorio americano y un punto clave de comunicación entre España y todo lo que se consideró en aquella época como la América colonial.
P.- La visita concluye en Santiago de Cuba para rememorar un momento aciago en la historia de España, el "Desastre del 98".
R.- Va a ser muy bonito, las imágenes van a ser muy reveladoras de las circunstancias en las que se produjo esa batalla. Hubo una generación de intelectuales que a partir de ese momento empezó a escribir de por qué nos había sucedido esto. Todo parte de una orden que se le da al almirante Pascual Cervera de que salga a mar abierto a través de la bahía de Santiago, donde se convierte en objetivo facilísimo para la flota estadounidense que estaba esperando en la boca de la bahía. Ahí se produce un desastre en cuanto a la cantidad de personas que mueren (unas 300) y lo que pretendemos con este reconocimiento por parte del rey es poner de relieve el valor que supuso para una serie de militares españoles el ir a la muerte sabiendo que había que cumplir una orden.
Es algo que ha quedado en la historia militar y política española como un acto de valor, de obediencia. Los propios cubanos son los primeros que han reconocido ese valor en el almirante Cervera y en sus hombres. Por eso es importante que España se reconcilie con su pasado y que el rey haga un homenaje a aquellos hombres que trataron de resistir y que tuvieron que entregar sus vidas.
Estamos seguros de que cuando los españoles sepan lo que hicieron aquellos hombres que fueron a la muerte por cumplir órdenes, estarán muy satisfechos de saber que el rey de España ha tenido la sensibilidad de detener su avión para poder poner una placa y una corona de flores en donde descansan estos españoles valerosos.