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El chivo expiatorio de Ramiro Valdés


Seis meses después de la llegada del cable ALBA 1 a Cuba y su extensión a Jamaica, Waldo Reboredo fue encarcelado junto a otros altos empresarios estatales y todavía espera que se presenten cargos en su contra.

Hace cuatro años, Waldo Reboredo Arroyo estaba en Ocho Ríos, Jamaica, inaugurando la conexión del cable submarino ALBA-1, desde la playa oriental cubana de Aguadores.

Era el lunes 14 de febrero 2011, Día del Amor y la Amistad, y el entonces vicepresidente de la empresa mixta venezolana-cubana Telecomunicaciones Gran Caribe (TGC), celebraba el acontecimiento acompañado de Yuri Gala López, embajador de Cuba en Jamaica y diplomáticos jamaicanos.

"La instalación permite la comunicación del país hacia todas partes del mundo con capacidades y calidades muy superiores a las que hasta este momento hemos podido disfrutar", anunciaba Reboredo en Granma.

Su optimismo público parecía más cauteloso en un mensaje escrito por esos días a un amigo: "Aquí, envuelto en constantes trabajos y situaciones complicadas, pero avanzando. El proyecto del cable avanza. De hecho, físicamente ya está tirado el cable entre Cuba, Venezuela y Jamaica. Falta, sin embargo, mucho por hacer para que se transmita algo por ahí. Estamos en período de instalaciones y pruebas".

Seis meses después de la llegada del cable a Cuba y su extensión a Jamaica, Reboredo fue encarcelado junto a otros altos empresarios estatales y todavía espera que se presenten cargos en su contra.

"Nadie sabe nada de Waldo. Estuvo en Villa Marista muchos meses y ahora parece que está en una granja para presos en las afueras de La Habana. Su hijo lo visita, pero la familia no explica nada", aseguró a Martí Noticias una fuente que laboró en TGC, que pidió no ser identificada.

Las autoridades cubanas no han dicho nunca una sola palabra de su arresto. Oficialmente, se desconocen las causas que lo motivaron. Su familia guarda absoluto silencio. En la calle los rumores lo vinculan a un millonario caso de corrupción, negligencia o mal manejo de fondos públicos.

Sin embargo, algunos de sus amigos comentan en privado que Waldo Reboredo es el chivo expiatorio utilizado para mantener con brillo las históricas estrellas del intocable comandante de la Revolución, Ramiro Valdés.

Ramiro Valdés.
Ramiro Valdés.

Poco antes de ser arrestado, Reboredo le escribía desde Caracas a un amigo que ha compartido esa correspondencia con Martinoticias.com:

"No sé cuánto estaré por acá. Dios decidirá.Tengo mucho que hacer, aunque ciertamente el gusto a veces se desinfla, incluso por el trabajo, por los tremendos obstáculos a cruzar a cada paso. Por algo será que estoy acá", señalaba.

El arresto de Reboredo coincidió con el desmantelamiento de la cúpula directiva del monopolio estatal de comunicaciones ETECSA y del Ministerio de Informática y Comunicaciones. Media docena de sus directores y subdirectores de Departamento, fueron sometidos a procesos de investigación/detención sin que hasta hoy se conozcan los resultados.

Leonardo Cruz Valero, vicepresidente de Logística y Negociación de ETECSA, por entonces en Ciudad de Panamá, escapó de la redada. Todavía está en paradero desconocido.

Otro que "escapó" de la redada fue Ramiro Valdés, quien fue relevado como Ministro de Información y Comunicaciones. En enero de 2011, mientras el cable estaba a punto de tocar las costas cubanas, Valdés le entregó el cargo a su primer viceministro Ramón Linares, quien seis meses después resultó defenestrado.

"A todos los que arrestaron en esa operación los juzgaron y condenaron, discretamente, pero a Waldo lo mantienen en un limbo", dijo a martinoticias.com una persona que fue sometida a investigación durante meses en el mismo proceso y finalmente fue liberada.

La detención prolongada de un sujeto bajo investigación está prevista en la Ley de Procedimiento Penal vigente en Cuba, dijo la abogada Laritza Diversent, del grupo independiente Centro de Información Legal Cubalex.

"No hay un término máximo para concluir la investigación. El Instructor puede pedir prórrogas a la Fiscalía para imputar de cargos al detenido. Lo puede pedir el Jefe Provincial del Ministerio del Interior, o la Fiscalía Provincial y lo concede la Fiscalía General", explicó Diversent.

Ese es el caso de Reboredo, con el agravante, indica la fuente, "que su familia está atemorizada y no hace nada, ni reclama nada, pensando que puede perjudicarse o perjudicarlo".

Martinoticias hizo todos los intentos posibles por hablar con familiares de Reboredo, sus hijos y hermanos, dentro y fuera de Cuba. Se enviaron correos electrónicos y llamadas telefónicas. Todos guardaron silencio.

"Estoy seguro que Waldo es inocente porque lo conozco muy bien. Yo le advertí que se cuidara de Ramiro [Valdés]. Ahora lo ha metido en una trampa para protegerse él", dijo la fuente. Quizás a eso se refería Reboredo cuando en uno de sus mensajes escribió a su amigo:

"Doy gracias también, a Dios, por seguir contándote entre mis amistades, entre las personas con quienes no tengo que inventar cuentos ni palabras para comunicarnos. Estoy muy metido en un proyecto que tiene una bella fisonomía técnica-económica y es un desastre en términos de comunicación personal y relaciones entre personas, llegando a lo ofensivo y a tener que trabajar con muchos más de un indeseable. No puedo, ni quiero, decirte más, porque ni aquí, en Venezuela, donde estoy desde hace ya bastante más de lo que desearía, como cuando estoy en Cuba, tengo reposo espiritual y malamente logro el físico".

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