En el mes de noviembre Prisoners Defenders añadió trece nuevos presos políticos cubanos y contabilizó 1.062 como cifra total, con la salida de otros 13 tras el cumplimiento íntegro de la sanción impuesta.
“Si el año 2021 fue el año de la represión policial, 2022 fue el de la represión judicial, el 2023 ha sido el año de la desesperanza para muchos cubanos”, dijo Javier Larrondo, presidente de la organización defensora de los derechos humanos, en declaraciones a la revista informativa Martí Noticias AM.
Añadió que “este año se ha caracterizado además por un mantenimiento de la represión, que sitúa, más o menos, en una media de 15 a 18 presos políticos nuevos cada mes”.
“En el total de la lista de prisioneros políticos cubanos se destaca el caso de 34 menores (30 varones y 4 hembras), de los que 28 aún cumplen sentencia y 6 están siendo procesados penalmente, aparecen 121 mujeres, incluyendo varias de género trans que permanecen encarceladas entre hombres, una situación que también sufren las presas trans comunes, 223 manifestantes de las protestas populares del 11 J que han sido acusados de sedición y 208 que han sido sentenciados a un promedio de 10 años de privación de libertad cada uno”, destacó Larrondo.
Enfatizó además que “las familias de los presos han tenido que soportar la represión del régimen y han esperado además por la existencia de un movimiento internacional para la liberación de sus seres queridos, una situación que no ha ocurrido”.
Detalló que “muchos emigrados y organizaciones del exilio redoblan sus esfuerzos para ayudar a los familiares de los presos para que puedan llevarles comida y medicinas cuando los visitan en las prisiones, pero esta ayuda se dificulta a veces”.
“No esperamos ninguna mejoría con respecto a la situación de los presos políticos cubanos, sino, en todo caso, un agravamiento, porque la represión va en aumento por una circunstancia muy puntual que se viene sucediendo desde el 2021 y es evidente que la población cubana masivamente repudia al régimen. Esto se traduce en protestas pacíficas, denuncias a través de las redes sociales y sufriendo represión por alzar la voz, por lo tanto, consideramos que el 2024 se vislumbra peor, en términos represivos, en comparación con este año”.
“No auguramos nada bueno tampoco para los que están cumpliendo condenas en las cárceles cubanas, porque la comunidad internacional no está haciendo nada efectivo por ellos, son necesarios pasos concretos que no se traduzcan en sentarse con el régimen cubano, sino presionar y dar ultimatos”, comentó Larrondo.
“El régimen cubano es un estado monolítico que ataca los derechos de a la población en todos los ámbitos. En materia internacional, la gran asignatura pendiente es el ala de centroizquierda europea que ha estado muy ajena a Cuba, incluso apoyando al régimen. Para que eso cambie, hay que brindarles informaciones concretas para que se unan a la causa y entiendan que Cuba es una cárcel esclavista, lo peor de lo peor”, opinó el activista.
"Este año Prisoners Defenders , continuará con las denuncias sobre los derechos laborales, las explotaciones médicas, la visibilidad de los presos políticos. No podemos seguir luchando solos, tenemos que conseguir que se unan todos en esta batalla", enfatizó Javier Larrondo, presidente de la organización.
“Converso a menudo con los familiares de los presos políticos, siempre les digo que hay muchos luchando por la liberación de ellos, que no se dobleguen, porque el régimen no detiene la represión por esa razón, les pido que mantengan su posición y la defensa de sus familiares. En el exterior, muchas personas luchan por la causa cubana y en algún momento surgirá el cambio, por eso les pedimos que nunca pierdan las esperanzas”, concluyó el defensor de derechos humanos.
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