Estados Unidos registró este fin de semana más de 40 mil decesos por coronavirus, cuando estados como Texas dan paso hacia una reapertura de actividades.
Pero este regreso a la normalidad es motivo de controversia en el país. Mientras grupos conservadores han convocado manifestaciones en distintos puntos del país contra la cuarentena, los gobernadores de los estados más golpeados se muestran cautelosos ante esa posibilidad.
Unas 2.500 personas se manifestaron en la capital del estado de Washington, Olympia, contra las órdenes de quedarse en casa del gobernador demócrata Jay Inslee.
Mientras, el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, dijo el lunes que podrían pasar semanas, incluso meses, antes de que la ciudad reabra ante la falta de tests para detectar la enfermedad, aunque las autoridades en otras partes empiecen a levantar las restricciones sobre la vida diaria, reportó Reuters.
De Blasio, cuya ciudad está en el epicentro de la crisis del coronavirus en Estados Unidos, dijo que Nueva York deberá hacer cientos de miles de tests diarios y experimentar un mayor descenso de las hospitalizaciones antes de reabrir la economía.
"Podríamos llegar a eso, pero no lo haremos sin tests amplios y, hasta el momento, el gobierno federal no tiene solucionado eso", afirmó De Blasio en el programa "Morning Joe" de MSNBC, agregando que poner fin al distanciamiento social demasiado pronto podría reavivar el virus.
"En especial, el gobierno federal debe recibir el mensaje de que esto no ha terminado, y si haces como que ha acabado, eso va a volver como un bumerán", señaló.
La advertencia de De Blasio sobre los tests se hizo eco de comentarios de varios gobernadores que este fin de semana pusieron en duda las declaraciones del presidente Donald Trump de que existen suficientes pruebas para el test del COVID-19, la enfermedad respiratoria causada por el nuevo coronavirus.
Estados Unidos tiene por mucho el mayor número de casos de coronavirus confirmados en el mundo, con más de 761.000 infectados, y cerca de 41 mil muertes, casi la mitad de ellas en el estado de Nueva York, según el reporte de la Universidad Johns Hopkins.
Las pautas de Trump para reabrir la economía recomiendan que los estados registren un historial de 14 días de cifras de casos declinantes antes de levantar gradualmente las restricciones.
El presidente dijo este lunes en Twitter que los gobernadores, y no el gobierno federal, deberían hacerse cargo de los test, y los acusó de estar "jugando un juego político muy peligroso".
"Los estados, no el gobierno federal, deberían estar haciendo las pruebas, pero trabajaremos con los gobernadores y lo haremos. ¡Esto es fácil en comparación con la producción rápida de miles de ventiladores complejos!", subrayó.
Residentes de Florida recibieron permiso para volver a algunas playas después de que el gobernador, Ron De Santis, aprobó la relajación de ciertas restricciones.
Charlie Latham, alcalde de Jacksonville Beach, dijo que el primer fin de semana de reapertura de la playa con horas limitadas fue bien, sin arrestos de personas que violaran las normas de distanciamiento social, que incluyen la prohibición de sillas y toallas grandes.
"Pensamos que la gente está preparada para mantener los estándares de distancia social y ejercer el buen juicio. Y funcionó muy bien", dijo Latham a Fox News.
