El equipo japonés Dragones de Chunichi liberó de su contrato al lanzador Yariel Rodríguez, quien, a finales de marzo, rompió de manera unilateral el pacto gestionado por la Federación Cubana de Béisbol (FCB).
La propia FCB lo informó en la red social X. “Informamos que la Liga Japonesa de Béisbol Profesional nos ha notificado la liberación de Yariel Rodríguez del club Dragones de Chunichi, al que le unían lazos contractuales amparados por nuestra institución”.
Rodríguez, de 26 años, fue la estrella del pitcheo de la selección cubana que terminó en cuarto lugar en el pasado Clásico Mundial de Béisbol.
Tras concluir el certamen, el serpentinero debía incorporarse a los Dragones, pero en su lugar viajó a la República Dominicana para intentar desde allí perseguir su sueño de jugar en las Grandes Ligas.
Desde entonces se encuentra allí, al amparo del agente Edgar Mercedes, quien gestionó la liberación del acuerdo con el club japonés e iniciará ahora los trámites para que su representado sea declarado agente libre y pueda firmar con cualquier equipo de MLB.
Tras su ruptura con la FCB, las autoridades deportivas del régimen emitieron una nota oficial, en la que demandaban una indemnización de diez millones de dólares por incumplimiento de contrato, aunque no especificaba hacia quien iba dirigido el reclamo.
Rodríguez, al tener más de 23 años de edad y haber jugado más de seis temporadas entre Cuba y Japón, sería un agente libre sin restricciones.
Así, no tendría que esperar por el período de firmas internacionales y podría conseguir un contrato sin los límites financieros que se les imponen a los más jóvenes e inexpertos.
Según el periodista cubano Francys Romero, tras consultar a cazatalentos internacionales de MLB, el acuerdo que consiga Rodríguez pudiera estar en el rango de 50-70 millones de dólares por cinco temporadas.
Nacido en 1997 en Camagüey, el derecho actuó en seis Series Nacionales en Cuba, principalmente como abridor, donde dejó récord de 31 victorias y 26 derrotas, con efectividad de 3.30, antes de pasar a Japón, donde jugó en tres campañas.
Con los Dragones fue utilizado como relevista y en 175.1 innings a lo largo de 79 juegos, tuvo balance de 10-10, con 188 ponches y promedio de carreras limpias de 3.03.
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