En el 50 aniversario de la exitosa misión a la luna, el Departamento de Estado expresó en su blog el orgullo que siente por su legado y actual participación en el programa espacial de Estados Unidos.
Explicó que el lanzamiento soviético del satélite Sputnik en 1957 no solo impulsó la creación de la Agencia Nacional de Administración de Aeronáutica y Espacio (NASA), sino que elevó la importancia de la ciencia y tecnología en el Departamento de Estado.
La implicación de estos temas fue tan importante para la política exterior de Estados Unidos que se decidió formar el Buró de Océanos, Medio Ambiente y Ciencia (OES). En dicha entidad se llevan a cabo los esfuerzos diplomáticos del Departamento de Estado en temas espaciales.
Un ejemplo de ese trabajo diplomático es el Tratado del Espacio, el cual fue negociado en plena Guerra Fría (1967) para permitir actividades gubernamentales, civiles y comerciales en el espacio.
Mientras Estados Unidos se concentraba en la misión Apolo a la luna, el Departamento de Estado y la Agencia de Información de Estados Unidos (USIA) se ocupaban de informar al mundo sobre el programa espacial estadounidense. Describir al mundo los detalles de ese programa fue el gasto más grande en la historia de la USIA.
Exhibiciones de la misión Apolo fueron desarrolladas alrededor del mundo, en las misiones y centros culturales de Estados Unidos.
El momento en el cual Neil Armstrong pisó la luna fue lo más visto en la historia de la televisión. La audiencia fue de unas 650 millones de personas, 500 millones de ellas fuera de Estados Unidos.
Cada país con capacidad técnica de mostrar el Apolo 11 lo hizo, con la excepción de la URSS, Alemania Oriental y China.
Los países sin dicha capacidad recibieron rápidamente por parte del Departamento de Estado los videos sobre la histórica misión.
Para aquellas personas que no pudieron ver todo en televisión, pudieron escucharlo en radio. Se calcula que más de 500 millones de personas escucharon la transmisión, incluyendo una emisora en la URSS y dos en China.
El trabajo del Departamento de Estado y de la USIA garantizó que todas las personas del mundo sintieran que fueron partícipes en el gran paso de la humanidad dado por Neil Armstrong.