En reciente llamada telefónica desde prisión, el opositor y preso político José Daniel Ferrer García se refirió a la profunda crisis que vive el sistema de salud cubano y cómo, a pesar de ello, las autoridades de la isla insisten en continuar enviando médicos a otros países con fines económicos y políticos.
“Bien sabemos que el envío de médicos y de otros profesionales por el régimen castrista al extranjero es un negocio con el que la dictadura tiene beneficios económicos y rédito político para evitar condenas de graves violaciones de los derechos humanos y para beneficiar a sus aliados ideológicos”, expuso Ferrer García.
Ferrer, uno de los 75 condenados en la denominada Primavera Negra de 2003 en Cuba y prisionero de conciencia por tercera ocasión, en su comunicación desde la cárcel de Mar Verde, en Santiago de Cuba, señaló la crisis del sistema de salud en Cuba, el creciente número de enfermos que no reciben la debida atención, la falta de medicamentos y el deterioro de las instalaciones.
"Muchos sabemos cómo castiga el régimen a los médicos que deciden abandonar las llamadas misiones médicas en el exterior y a los familiares de éstos, que quedan como rehenes. No es un secreto que, para que un médico forme parte de estas misiones, debe ser, o fingir ser, un incondicional del Partido Comunista”, alegó Ferrer.
Antes de ser encarcelado el 11 de julio de 2021 por intentar sumarse en Santiago de Cuba a las protestas populares de ese día, el líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) llevaba a cabo junto a otros activistas del grupo opositor y su esposa, la doctora Nelva Ortega, un proyecto de ayuda a personas necesitadas.
“Mi pareja, la doctora Nelva Ismaray Ortega, ha sido perseguida y goleada por curar enfermos; personas vulnerables han sido confinadas en condiciones infrahumanas por no acatar la prohibición impuesta por la policía política para que no asistan a nuestro hogar en busca de alimentos y atención médica", denunció el opositor.
En varias ocasiones, la organización no gubernamental Cuban Prisoners Defenders ha denunciado las irregularidades en estas misiones médicas cubanas, entre ellas, las represalias a galenos que deserten, quienes pierden su residencia en Cuba de manera automática y se les niega la entrada al país por un periodo de 8 años.
También se ha referido a la inclusión de militares en las misiones médicas y a las condiciones de esclavitud en que trabajan.
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