Las Medias Rojas de Boston se convirtieron este año en la segunda colección de jugadores barbudos en hacerse sentir en el béisbol de Estados Unidos. En 1913 la Casa de David de Israel comenzó a competir profesionalmente con un equipo formado por jugadores que se habían dejado crecer la barba. El equipo estaba formado por miembros de la comuna religiosa La Casa de David de Israel, establecida en 1903 y cuyo fundador, Benjamín Purnell, amaba el béisbol y creía que, jugando ese deporte, se honraba a Dios.
El equipo de Barbudos compitió hasta los 1940s y se enfrentó en juegos de exhibición con varios equipos de Grandes Ligas y de la Ligas Negras.
Las Medias Rojas, con sus hirsutos jugadores le dieron a la ciudad de Boston, la noche del miércoles, un especial regalo al conquistar el cetro de la Serie Mundial el mismo año en que en abril la ciudad sufriera el terrible atentado terrorista durante la celebración de su más emblemático evento, el Maratón de Boston.
El equipo de Nueva Inglaterra, después de perder 93 juegos la pasada campaña y quedar en último lugar en la división Este de la Liga Americana, rebotó y se llevó el título al año siguiente. ¿Cuán poco usual es eso? El único equipo que ha logrado hacer eso, en la historia de Grandes Ligas, fue el de los Mellizos de Minnesota en 1991.
Este es el tercer triunfo de Serie Mundial que Boston gana en esta década; triunfaron en el 2004, 2007 y 2013 y es el sexto en la historia del equipo. Pero este triunfo tiene un sabor especial, porque es la primera vez en 95 años que gana el juego definitorio compitiendo en su casa, la vetusta instalación de Fendway Park.
La última vez que las Medias Rojas ganaron el título en Boston fue en 1918 y las estrellas de aquel equipo eran Babe Ruth, Harry Hooper y Carl Mays. La Serie se jugó después de una temporada abreviada por haber estallado la Primera Guerra Mundial.
Estrellas de otra época del Boston como Ted Williams, Carlton Fisk, Carl Yastrzemski, Manny Ramírez, Pedro Martínez y Curl Schilling no pudieron saborear el trofeo de campeones de ambas ligas, ya que después del lejano triunfo de 1918, las Medias Rojas sufrieron una sequía de 86 años sin probar el champán.
El héroe de esta serie fue David Ortiz y se recordará el evento como la "Serie de David Ortiz".
El bateador dominicano es el único miembro del equipo campeón de 2004 que sigue con el equipo y ganó el premio de Jugador más Valioso de la Serie junto a su tercer anillo de campeón.
Ortiz bateó para .688 con 11 hits en 16 turnos, 2 jonrones, seis carreras impulsadas y recibió ocho bases por bolas. Falló de embasarse en solo 5 de sus 25 apariciones en home plate para un promedio de embasamiento de 800%. No hay precedentes para eso.
El equipo de Barbudos compitió hasta los 1940s y se enfrentó en juegos de exhibición con varios equipos de Grandes Ligas y de la Ligas Negras.
Las Medias Rojas, con sus hirsutos jugadores le dieron a la ciudad de Boston, la noche del miércoles, un especial regalo al conquistar el cetro de la Serie Mundial el mismo año en que en abril la ciudad sufriera el terrible atentado terrorista durante la celebración de su más emblemático evento, el Maratón de Boston.
El equipo de Nueva Inglaterra, después de perder 93 juegos la pasada campaña y quedar en último lugar en la división Este de la Liga Americana, rebotó y se llevó el título al año siguiente. ¿Cuán poco usual es eso? El único equipo que ha logrado hacer eso, en la historia de Grandes Ligas, fue el de los Mellizos de Minnesota en 1991.
Este es el tercer triunfo de Serie Mundial que Boston gana en esta década; triunfaron en el 2004, 2007 y 2013 y es el sexto en la historia del equipo. Pero este triunfo tiene un sabor especial, porque es la primera vez en 95 años que gana el juego definitorio compitiendo en su casa, la vetusta instalación de Fendway Park.
La última vez que las Medias Rojas ganaron el título en Boston fue en 1918 y las estrellas de aquel equipo eran Babe Ruth, Harry Hooper y Carl Mays. La Serie se jugó después de una temporada abreviada por haber estallado la Primera Guerra Mundial.
Estrellas de otra época del Boston como Ted Williams, Carlton Fisk, Carl Yastrzemski, Manny Ramírez, Pedro Martínez y Curl Schilling no pudieron saborear el trofeo de campeones de ambas ligas, ya que después del lejano triunfo de 1918, las Medias Rojas sufrieron una sequía de 86 años sin probar el champán.
El héroe de esta serie fue David Ortiz y se recordará el evento como la "Serie de David Ortiz".
El bateador dominicano es el único miembro del equipo campeón de 2004 que sigue con el equipo y ganó el premio de Jugador más Valioso de la Serie junto a su tercer anillo de campeón.
Ortiz bateó para .688 con 11 hits en 16 turnos, 2 jonrones, seis carreras impulsadas y recibió ocho bases por bolas. Falló de embasarse en solo 5 de sus 25 apariciones en home plate para un promedio de embasamiento de 800%. No hay precedentes para eso.