El Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) denunció tratos crueles en la prisión 1580, del municipio habanero San Miguel del Padrón, contra el preso político Adel de la Torre Hernández, quien extingue siete años de privación de libertad por asistir a las protestas de julio de 2021 en capital cubana.
“Dentro del importante número de prisioneros políticos y de conciencia que han denunciado, ellos mismos desde la cárcel, o sus familiares, que no reciben un tratamiento médico adecuado para sus problemas de salud, está este grupo, principalmente de jóvenes que ya incluso antes de entrar en la cárcel ya estaban diagnosticados con problemas psiquiátricos”, señaló el abogado Yaxis Cires, Director de Estrategia del OCDH.
“Problemas y diagnósticos que los tribunales no tuvieron en cuenta a la hora de condenarles y que el sistema penitenciario lo que ha hecho es empeorar debido a que no están recibiendo el tratamiento adecuado, las medicinas que le tocan y además tienen que soportar golpizas, amenazas y el hostigamiento, tanto a ellos como a sus familiares afuera”, resaltó el especialista.
Torre Hernández, de 27 años, diagnosticado con esquizofrenia, está sufriendo un agravamiento de su salud mental, debido a que no recibe el tratamiento que requiere y a los frecuentes castigos que le infligen sus carceleros.
“Tiene certificado de esquizofrenia, él ha tenido varios eventos y ha estado ingresado varias veces por intentos suicidas. Cuando no está con medicamentos, se agrede el mismo y él estaba en un delirio mesiánico” (el enfermo siente que se comunica con Dios o cree que tiene una misión de salvación que hacer), explicó a Martí Noticias, la madre Anayl Hernández Collado.
“Al estar tanto tiempo sin medicamentos y encerrado, él cae en una crisis. Estuvo tan mal que dice él que no comía porque él veía gusanos, veía bichos, veía cosas, y entonces repartió su saco de comida, pero después los mismos muchachos empezaron a devolverle sus alimentos”, relató.
“El día 30, un oficial, al verlo así, le puso las esposas por el cuello, le puso las esposas por las manos, lo arrastró por toda la compañía, dándole golpes y le dio golpes con la tonfa”, lamentó la mujer, quien reclamó el jueves ante el Jefe de Unidad del establecimiento penitenciario.
“El mayor me dijo que él no estaba en la unidad [el día que ocurrió la golpiza], dijo que iban a hacer una investigación para ver si era verdad. Están haciendo investigaciones desde ahora y que él no va a permitir que esto se quede así, que él va a tratar de llevarlo a la Fiscalía Militar”, refirió Hernández Collado.
“De hecho, el mismo mayor me habló que es verdad que se pone mal, pero que no hay medicamento y yo tampoco tenía medicamento. Pero sí le dieron y no es la primera vez que sucede”.
En las Conclusiones provisionales de la Fiscalía en el proceso penal seguido por los delitos de atentado, desacato, desordenes públicos e instigación a delinquir contra 15 manifestantes, el informe pericial asegura que Torres Hernández “presenta Esquizofrenia Paranoide en remisión de síntomas (No enajenado) y funciona con facultad para comprender el alcance de sus actos y dirigir su conducta y no hay indicios de que fuera otro su estado mental al momento de los hechos”.
“Es responsabilidad del Estado cubano, según las normas internacionales, garantizar un tratamiento de salud adecuado y las medicinas para todos los presos. Esta es una situación que se agrava en caso de los prisioneros políticos, porque además de soportar la condena injusta por haber ejercido sus derechos humanos, también tienen que aguantar las pésimas condiciones del sistema carcelario cubano”, advirtió Cires.
Las Reglas Mínimas para el Tratamiento a los Reclusos establecen que no deberán permanecer en prisión las personas a quienes se diagnostique una discapacidad o enfermedad mental grave, cuyo estado pudiera agravarse en la cárcel, y se procurará trasladar a esas personas a centros de salud mental lo antes posible.
El joven fue detenido el 11 de julio de 2021, excarcelado en septiembre de ese mismo año, pero enjuiciado y sancionado un año más tarde. Mientras esperaba el juicio, participó como rescatista en el incendio del edificio Saratoga en la Habana Vieja.
El Observatorio Cubano de Derechos Humanos detalló que al menos otros cinco presos del 11J padecen enfermedades psiquiátricas. Ellos son Abel Lázaro Machado Conde, Amalio Álvarez González, Dayron Martín Rodríguez, Walnier Luis Aguilar Rivera y Yanley López Basulto.
A principios de este año, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos hizo llegar al ministro de exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parilla, un estudio elaborado por el OCDH sobre las vías que pueden usar las autoridades cubanas para liberar a los presos políticos.
“Nosotros reiteramos que por justicia y por humanidad el régimen cubano debe liberar inmediatamente a todos los prisioneros políticos y de conciencia”, subrayó Cires.
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