El primera base de los Medias Blancas de Chicago, el cubano José Abreu, está programado para declarar este miércoles como testigo de la fiscalía en el juicio a un agente deportivo y un entrenador de béisbol de la Florida, acusados de formar parte de una presunta red de contrabando de peloteros cubanos.
Al agente Bartolo Hernández y el entrenador Julio Estrada se les acusa de organizar un esquema ilegal para sacar clandestinamente de Cuba a jugadores de béisbol y llevarlos a terceros países, comprometiéndolos a pagarles una generosa tajada una vez que pudieran firmar lucrativos contratos con equipos de las Grandes Ligas.
Abreu firmó un contrato por 68 millones de dólares con los Medias Blancas tras abandonar Cuba en el 2013 y ser conducido a Haití. Según los fiscales federales tuvo que pagar $5.8 millones en tres pagos separados durante nueve meses a las personas que ayudaron a su deserción. Generalmente, la compañía de Estrada obtenía un tercio del valor del contrato, y Hernández recibía el 5%.
Abreu fue el Novato del Año de la Liga Americana en 2014, y el año pasado pegó 25 jonrones e impulsó 100 carreras.
De su salida de Cuba en agosto de 2013 los fiscales han sacado a la luz mucho más que lo que el beisbolista ha revelado. En 2014 su coterráneo Adrián Nieto, que salió de niño en una balsa, contó al Chicago Tribune lo que le oyó decir al cienfueguero:
“Yo pensaba que mi historia era cosa de locos, hasta que escuché la de Abreu. Iban en un pequeño bote de dos motores, y dos barcos más grandes se interpusieron. Él dice que las olas eran de de 15 pies y que pensaron que se iban a ahogar. Una locura”.
[AP, Chicago Tribune]
