Las autoridades sanitarias reportaron 48 nuevos casos de coronavirus este viernes en Cuba, de ellos 43 cubanos y 5 trabajadores extranjeros, a un día de la reapertura parcial de la capital del país y en medio de una crítica situación epidemiológica en Ciego de Ávila.
Los extranjeros son cinco ciudadanos indios residentes en el municipio de Regla, según detalló el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) en su reporte diario. Como contrajeron el virus en Cuba, son considerados casos autóctonos, afirmó el jede de Epidemiología de esa institución, Dr. Francisco Durán García.
Con 27 nuevos casos, y cerca de 300 en los últimos 15 días, la tasa de incidencia de la enfermedad en esa provincia del centro del país es de 61,09 por cada 100 mil habitantes. El jueves, Ciego de Ávila confirmó 40 casos en solo día, la mayoría en el municipio cabecera.
Mientras, La Habana, con 13 de los 48 nuevos casos confirmados, entró este jueves en la desescalada con el levantamiento de medidas extremas que mantuvieron un toque de queda durante semanas, y restablecerá a partir de este sábado la transportación masiva de pasajeros a través del servicio estatal y de trabajadores por cuenta propia.
El gobierno de la capital informó del elevado gasto público a consecuencia de la pandemia, que sobrepasan los 125 millones de pesos: 7 millones en alimentos, 10 millones en medicamentos, 65 millones en pago del personal y prestaciones a trabajadores, 13 millones en transportación y 10 millones en la reparación de instalaciones, entre otros gastos, detalla el diario estatal Tribuna de La Habana.
En La Habana se mantienen abiertos 104 focos de trasmisión y seis eventos de la enfermedad. Según cifras del Ministerio de Salud Pública, en los últimos 15 días se han reportado 348 positivos, distribuidos en casi la totalidad de los 15 municipios capitalinos, pero las autoridades confían en que la situación "está bajo control".
Habaneros consultados por el diario capitalino mostraron preocupación por la eliminación de medidas como la de la compra exclusiva de productos en las tiendas de los municipios. Los consultados temen la aglomeración de personas en colas interminables, en las que resulta casi imposible mantener el distanciamiento social.
