El estallido popular del 5 de agosto de 1994 fue recordado por numerosos cubanos en las redes sociales, que rememoraron "El Maleconazo" ocurrido hace 29 años.
Muchos lo ven como el capítulo inicial de una serie de protestas antigubernamentales que tuvieron lugar después y que adquirieron mayor alcance el 11 de julio de 2021.
"Dispersos, sin liderazgo y agobiados por el hambre, quienes protagonizaron aquella inicial explosión social fueron sin dudas más que valientes. Era la primera revuelta pública contra el régimen cubano en mucho tiempo y parecía que ya la maquinaria de adoctrinamiento y la policía política habían logrado extirpar todo civismo de la gente en esta Isla. Fue una revuelta del desespero, caótica y condenada al fracaso por su falta de organización y la ratonera en que se convirtió el litoral cuando las tropas de choque avanzaron sobre la multitud. No pudieron hacerlo mejor. No sabían hacerlo mejor", rememora la periodista cubana Yoani Sánchez.
"A pesar de las tantas diferencias, varios hilos comunes unen ambos momentos. La represión fue la respuesta en los dos casos. Si en aquel lejano verano los opresores se disfrazaron con ropas de civil, en el 11J dejaron el pudor a un lado y salieron a golpear y a apresar con toda su parafernalia de uniformes, escudos y armas. Mientras que en aquel grito en pleno Período Especial fue Fidel Castro quien dirigió el aplastamiento de la inconformidad ciudadana, y solo se acercó al Malecón cuando ya habían logrado controlar la situación; en 2021 le tocó ese oprobioso papel a Miguel Díaz-Canel, que dio la "orden de combate", desde una oficina y tras un buró, y desató la cacería de los manifestantes. Sin embargo, la principal conexión entre el Maleconazo y las protestas del 11J no es ni el comportamiento del régimen ni el hecho de que en ninguna de las dos explosiones se logró un cambio democrático en la Isla. Ambas fechas están hermanadas por algo más profundo y decisivo. No solo mostraron el rechazo de los cubanos al sistema sino que también evidenciaron la evolución de una sociedad a la que no han podido cercenarle sus ansias de libertad", escribe la directora del diario 14ymedio.
Desde Estados Unidos, la congresista cubanoamericana María Elvira Salazar también estableció una comparación entre las condiciones que llevaron a esa protesta y la situación que se vive hoy en la isla: "En Cuba las cosas están tan malas como en agosto de 1994. El dólar a 235 pesos, sin medicinas y la escasa comida carísima. El salario mínimo en 9 dólares mensuales. Hay más represión. Más de 400 mil cubanos escaparon de la Isla en dos años. El régimen no aguanta otro Maleconazo".
El Instituto de Artivismo Hannah Arendt (INSTAR) dijo que las protestas de ese día hasta ese momento fueron las más grandes contra la dictadura castrista y se daban en un momento de crisis aguda como lo fue el “Período Especial”.
"Una crisis en la cual la economía cubana se desangraba, escaseaba la comida, las medicinas, etc., donde los apagones eran una constante y la escasez verificaba como la realidad imperante en Cuba. Este estallido se saldaba con una nueva sangría migratoria, la conocida como crisis de los balseros. Todas estas similitudes con la situación actual de Cuba, en ningún caso casuales, permiten decir que la crisis es sistémica. Y, por otro lado, además, dicha crisis sistémica no ha hecho más que profundizarse, tanto como las ansias de libertad y cambio del pueblo cubano", agregó INSTAR.
El Centro por una Cuba Libre aseguró en un comunicado que 29 años después "el régimen de Castro sigue en el poder, aterrorizando, torturando y asesinando a disidentes no violentos".
"Con suerte, los eventos del 11 de julio de 2021 y el 5 de agosto de 1994 despertarán a más personas sobre el verdadero carácter de la tiranía de Castro y la importancia de solidarizarse con el pueblo cubano, no con sus opresores", afirmó la organización de exiliados cubanos.
El activista Mag Jorge Castro dijo en sus redes sociales que "a casi 30 años de las protestas del Maleconazo poco ha cambiado en la situación del país… el dólar alcanza hoy un récord de 235 pesos mientras la isla atraviesa un nuevo éxodo migratorio precedido de una ola represiva… ciclos históricos que parecen no tener fin".
La Fundación para los Derechos Humanos en Cuba recordó que El Maleconazo "fue la primera protesta antigubernamental grande ocurrida en la Cuba castrista" y aseguró que 29 años más tarde los cubanos exigen lo mismo: Libertad y cambio de sistema. "¿Hasta cuándo?", se pregunta la fundación.
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