En la historia de los Juegos Olímpicos modernos, creados en 1896 por el Barón Pierre de Coubertin (París, Francia, 1863-1937) dos equipos con bandera del Comité Olímpico Internacional (COI) han participado en el evento de los cinco aros.
Tras la disolución de la Unión Soviética en 1991, el COI decidió en una asamblea general que los deportistas de la ex URSS participaran en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 con un equipo unificado (excepto los países bálticos).
En Río de Janeiro 2016 el COI decidió formar un equipo de refugiados independientes. Con la comercialización del deporte, muchos atletas, especialmente del tercer mundo, abandonan sus naciones para buscar mejores oportunidades (económicas y sociales) y compiten bajo otras banderas.
Cuba no es la excepción. A partir de 1990 (el pitcher René Arocha fue uno de los pioneros) cientos de deportistas cubanos abandonaron delegaciones deportivas en el extranjero, y otros (al menos en los últimos 5 años) se fueron legalmente de Cuba para buscar oportunidades deportivas y profesionales en otras naciones.
Al final, todos, sin excepción, siguen siendo cubanos, aunque se hayan nacionalizado en otros países.
En Río 2016 participaron en representación de otras naciones y culturas 18 cubanos y 9 entrenadores. Los resultados no pudieron ser mejores.
Los deportistas cubanos en el exterior se adjudicaron 5 medallas de plata y 2 de bronce.
El gimnasta yumurino Danell Leyva (ahora ciudadano estadounidense) ganó dos preseas plateadas en barras paralelas y barra fija; el boxeador pinareño Lorenzo Sotomayor se agenció plata en los 64 kilos en boxeo en representación de Azerbaiján.
Además, el voleibolista habanero Osmany Juantorenalogró plata por Italia en voleibol, mientras que el artemiseño Orlando Ortega también ganó plata por España en los 110 metros con vallas.
Los ganadores de bronce fueron el vallista habanero(400 metros) Yasmany Capello, por Turquía, y el matancero Frank Chamizo por Italia, en la división de los 65 kilogramos en lucha libre.
Otros cubanos nacidos en la isla que ahora compiten por otros países y que tuvieron destacadas actuaciones en Río 2016 fueron el vueltabajero Bredni Roque, por México, 5to lugar en levantamiento de pesas en los 69 kilogramos, con un total de 326 kilos en biatlón, así como el guanabacoense Haislan Veranés García, 5to peldaño en lucha libre en los 65 kilogramos en representación de Canadá.
Por Italia, tanto Libania Grenot como Yadisleidy Pedroso en atletismo llegaron hasta las semifinales en los 400 metros con vallas.
Si fuéramos a situar a los deportistas cubanos en un Equipo en el Exterior en los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro, éste se hubiese ubicado en el puesto 55 por naciones con cinco preseas plateadas y dos bronceadas, detrás de Malasia (1 oro y lugar 54) y por encima de México, Irlanda , Bulgaria, Ecuador, Finlandia, República Dominicana, Marruecos, Venezuela, Portugal, Perú, Austria, Noruega, India y Filipinas, por sólo citar 14 países con buenas trayectorias en la historia de las olimpíadas de verano.
Desde el punto de vista económico, el cubano que mejor salió fue el púgil Lorenzo Sotomayor, quien recibirá por su nuevo país en los próximos días un cheque del Comité Olímpico de Azerbaiján de 255.000 dólares.
Le siguen el voleibolista Osmany Juantorena (95.000 dólares por Italia) y el vallista Orlando Ortega (48.000, unos 53.000 dólares por España).
La inmensa mayoría de los deportistas cubanos que compiten bajo otras banderas, y con la nueva política del gobierno cubano, viajan a la mayor isla de las Antillas, comparten sus premios con sus familias, amistades, y sobre todo ayudan económicamente a los suyos, algo admirable.
Peloteros cubanos que triunfan en Grandes Ligas, así como otros deportistas, han manifestado interés en participar por Cuba en Clásicos Mundiales de Béisbol, en Copas del Mundo de voleibol, pero hasta ahora el Gobierno de la isla les ha negado esa posibilidad.
No dudamos que algún día La Habana deje participar en grandes eventos a los atletas cubanos que juegan en el exterior.
En Río 2016, un total de 9 entrenadores cubanos prepararon a atletas de otras naciones con resultados favorables.
Entre ellos, Pedro Roque, quien preparó en Bakú en los últimos dos años al púgil Lorenzo Sotomayor. Iván Pedroso, ex campeón mundial en salto largo por Cuba, que entrenó y llevó a la plata olímpica en Río a la joven venezolana Yulimar Rojas (triple salto); y en esa misma especialidad la colombiana Caterine Ibarguen ganó oro bajo la tutela de su entrenador cubano Ubaldo Duany.
