Después de casi 90 días, pequeñas incorrecciones en el certificado de defunción continúan impidiendo el sepelio de un cubano fallecido en una carretera de Santa Vitoria do Palmar, el municipio más al sur de Brasil, mientras intentaba llegar a Uruguay con otros dos compatriotas.
Los cuerpos de otras dos víctimas del accidente ocurrido el pasado 2 de enero, en el que perecieron ocho personas, fueron trasladados a Cuba en febrero, pero el de Reynaldo Delgado Díaz, de 45 años, permanece en el Departamento Médico Legal de la ciudad de Rio Grande.
La familia de Reynaldo, que no cuenta con los 30 mil reales (unos 9.000 dólares) para que sus restos sean transportados de regreso a Cuba, autorizó que el sepelio sea realizado en Brasil. Para ello, su hija firmó un poder, autorizando el entierro en Rio Grande.
Sin embargo, en el certificado de defunción emitido por la Justicia se precisa que el cubano sería sepultado en Cuba, y que era casado, lo que no es verdad.
La alcaldía municipal alega que no tiene cómo pagar el funeral. El Comité Municipal de Atención a Migrantes (Comirat) hizo una solicitud a la Oficina del Registro Civil de Santa Victoria del Palmar para que los datos sean modificados, pero la petición fue denegada.
El Comirat recurrió entonces a la Justicia para que autorice la corrección. "Se enviará entonces a la jueza que homologó esa decisión, y que puede revertirla y modificar con su sentencia el certificado de defunción, a fin de que el funeral se realice en Río Grande", explicó un miembro del Comirat, Chendler Siqueira, al canal RBS TV de la red Globo en la localidad. La gestión procedería esta semana.
Los cadáveres de los otros dos cubanos muertos en el accidente ─Niurka García Roque, de 46 años, y Osmani Hidalgo Leyva, de 21─ fueron enviados de regreso a Cuba a principios de febrero.
El único sobreviviente del accidente fue Armando Sosa Gonzalez, quien regresó a la isla caribeña el mes pasado.
En el testimonio prestado a la policía a finales de enero, Sosa González dijo que el vehículo en que viajaban iba a alta velocidad. Él y sus dos compatriotas subieron al taxi en el aeropuerto Salgado Filho de Porto Alegre, con destino a Chuí, en el sur del estado, de donde seguirían viaje a Uruguay.
En el camino se produjo la colisión frontal con un vehículo que venía en sentido contrario. Murieron tres cubanos, el conductor del taxi, y otras cuatro personas que viajaban en el otro coche.
(Redactado por Rolando Cartaya, con información de RBS TV)