Cerca de dos meses después de las multitudinarias protestas del 11 de julio en Cuba, más de 500 personas continúan detenidas por haberse manifestado pacíficamente en decenas de localidades del país, entre ellos 15 menores de 18 años, según la actualización más reciente del Centro de Asesoramiento Legal Cubalex, asentado en Estados Unidos.
La organización registró 1,020 detenciones en relación con el estallido social. Todavía se encuentran en establecimientos penitenciarios 505 personas, de ellas 66 mujeres.
En Artemisa, la organización contabilizó 69 arrestados; en Camagüey, 38; Ciego de Ávila, 7; Cienfuegos, 27; Granma, 9; Guantánamo, 17; Holguín, 85; Isla de Pinos, 15; Matanzas, 68; La Habana, 341; Mayabeque, 76; Pinar del Río, 4; Santi Spiritus, 15; Santiago de Cuba, 146; Las Tunas, 17 y Villa Clara, 81. Se desconoce el lugar donde residen de 5 personas.
Sobre la mayoría de los detenidos pesan los cargos de desorden público, desacato, atentado, instigación a delinquir y propagación de epidemias.
Cuatrocientos dieciocho manifestantes ya fueron excarcelados, 113 bajo fianza o prisión domiciliaria, 56 con multas.
Quince menores de 18 años están recluidos en cárceles.
En su registro la entidad jurídica confirmó que hasta el momento 16 cubanos han sido condenados a 1 año de privación de libertad, uno a 11 meses, 10 a 10 meses de privación de libertad y 8, a 9 meses o menos de prisión.
En proceso de verificación sobre su situación actual, CUBALEX sigue el caso de 97 personas.
El régimen comunista insiste en que las manifestaciones son parte de una estrategia de desestabilización de Estados Unidos, secundada por medios digitales anticubanos, financiados por Washington.
Hasta la fecha, las autoridades cubanas no han proporcionado cifras oficiales sobre estas detenciones.