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Sombras en Venezuela se ciernen sobre Cuba


Nicolás Maduro, a la derecha de Raúl Castro, durante el funeral de Hugo Chávez, en la Academia Militar de Caracas.
Nicolás Maduro, a la derecha de Raúl Castro, durante el funeral de Hugo Chávez, en la Academia Militar de Caracas.

La fragilidad del triunfo electoral que colocó en Miraflores a Nicolás Maduro y el mal estado de la economía venezolana hacen peligrar los planes de Cuba y del ALBA, según un análisis.

La prensa cubana no ha podido ocultar su desconcierto tras la apretada victoria de Nicolás Maduro en las elecciones venezolanas, destaca un artículo publicado por el servicio noticioso Infolatam que analiza el peligro que corre el gobierno de Cuba ante las sombrías perspectivas que encara el chavismo en Venezuela.

El análisis apunta que después de que en seis años el chavismo redujo el margen de votos a su favor de 25,9 % a solo 1,5 %, “Granma ha vuelto a recurrir a teorías conspirativas para explicarlo todo, denunciando que en los días anteriores a las elecciones, las fronteras venezolanas fueron “violadas por mercenarios armados por la oligarquía, la CIA y la mafia de Miami”.

Con Maduro en el palacio de Miraflores, añade, el ‘pacto de acero’ entre La Habana y Caracas ha superado la crisis más grave enfrentada hasta ahora. “Pero los nubarrones que han comenzado a cernirse sobre el bloque del ALBA –que verá comprometido su futuro sin los multimillonarios subsidios, negocios y ayudas de la “petrodiplomacia” chavista– están lejos de haberse despejado”.

El incierto futuro venezolano reposa, dice, sobre una enorme deuda y el costo de las importaciones que ha generado desequilibrios macroeconómicos con un déficit fical del 13%, una deuda pública del 70% del Producto Interno Bruto e ingresos petroleros que pueden ser insuficientes a pesar del alto precio del crudo.

El artículo precisa que además de que la deuda de la empresa estatal petrolera PDVSA asciende a más de $40 mil millones de dólares y la producción de crudo ha disminuido en más de un millón de barriles diarios, hay que agregar que “Venezuela importa el 75% de los alimentos que consume, el doble que hace una década”.

Infraestructuras de transportes vitales como carreteras y puentes, apunta, están seriamente deterioradas, los apagones se han hecho rutinarios, y con un consumo interno de 700 mil barriles de crudo diarios, Chávez entregaba 300 mil diariamente a Cuba y otros países caribeños y centroamericanos con descuento y supuestamente pagaderos a 20 años.

Cuba, que “sería el país más afectado si Maduro no mantiene el ritmo de los subsidios exteriores”- señala-, ha formado con Venezuela más de 30 empresas mixtas y en 2011 el comercio con este país representó casi la mitad de los $20 mil millones de los intercambios de la isla.

Ponderando la posibilidad de que ese cordón umbilical se rompa, la publicación dice que “la salida de Jorge Giordani, un marxista confeso, del ministerio de Finanzas y su sustitución por Nelson Merendes, hasta ahora presidente del banco central, indica que los propios economistas chavistas creen necesario revisar el modelo económico” venezolano.

También menciona un análisis crítico de la situación económica de Venezuela que por estos días circula en Caracas, atribuido al diputado oficialista Douglas Gómez y a colaboradores suyos de la fundación española Centro de Estudios Políticos y Sociales, filtrado por la revista colombiana Semana, según el cual el desabastecimiento de alimentos de primera necesidad llega al 50% y la inflación podría alcanzar el 33% este año.

El amplio artículo de Infolatam alude a analistas de acuerdo con quienes las Fuerzas Armadas recuperarán “un rol arbitral en el país” dado que “el punto débil de Maduro es su escasa influencia entre los militares, cuyo poder aumentó exponencialmente con Chávez, que sabía cómo demandarles obediencia y disciplina. De los 20 gobernadores del país—puntualiza--, 11 son militares retirados o en activo”.

La clave a su juicio dependerá de dónde se hará el ajuste en Venezuela. “Reducir el gasto público y los subsidios echará más gasolina al fuego—agrega--. Y dado que la cuerda se rompe siempre por el lado más débil, el ALBA podría ser la primera pieza en ser sacrificada”.

En el caso de Cuba, el análisis concluye que Raúl Castro tendrá que buscar una “tercera vía” entre acelerar o mantener la actual lentitud de las reformas económicas en la isla. “Ya no hay marcha atrás posible—destaca-- como sucedió tras el “periodo especial” de los primeros años noventa, cuando el PIB cayó un 50% en tres años”.
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