A casi 57 años de la triunfal entrada de Fidel Castro en Santa Clara, el recorrido de sus cenizas en sentido inverso tuvo menos asistentes y más quejas que esperanzas por lo que su revolución no logró.
Testigos dijeron a Martí Noticias que la plaza Che Guevara que repletó muchas veces el exgobernante cubano con sus enardecidos discursos "lucía vacía".
"La ciudad de Santa Clara marcó una pauta histórica en toda esta caravana", dijo a Martí Noticias el joven opositor Félix Llerena, tras comentar rumores acerca del disgusto de dirigentes nacionales debido a la poca asistencia al funeral durante el paso por esta provincia.
Medios locales dijeron que “muchas personas” aguardaron por la caravana funeral en la plaza, en lugar de aludir a los cientos de miles de cubanos que solían abarrotarla con la presencia de Fidel.
A diferencia de la cobertura en otras provincias, la televisión cubana mostró imágenes aéreas en Santa Clara, donde se veían finos cordones de personas a cada lado de las calles.
Algunos de los entrevistados dijeron que se trata de una acción de “desobediencia cívica”, pero otros lo percibieron como “falta de organización”.
En un mensaje enviado a Martí Noticias, Llerena ofreció detalles del paso de la caravana por Santa Clara.
"¿Qué ha sucedido? ¿Dónde están los cientos de miles de personas que estarían en la Plaza del Che Guevara? Solo muy pocos se ven por las cámaras de televisión estatal (expertas en buscar multitudes)”, escribió Llerena.
Las cenizas de Castro llegaron a esta ciudad central en la madrugada del 30 de noviembre, como parte del recorrido que concluirá con una ceremonia final en Santiago de Cuba el 4 de diciembre.
TV cubana Vs. vida real
Llerena dijo que la falta de público en la ceremonia contrastó con la cobertura previa de la televisión cubana, la misma “que minutos antes había estado avisando con bombas y platillos cómo sería el recibimiento en la ciudad más importante del centro del país”.
“Pero no fue así (...) Asistieron menos de mil personas y les doy una cifra bastante grande en comparación con todos los que estaban presentes que de seguro y según pudimos ver no sobrepasaron las 200”, expresó.
El opositor dijo que la ceremonia estuvo “marcada por la desilusión, el cansancio moral y el desencanto de pueblo villaclareño y cubano en general”.
El también disidente de Santa Clara, Jorge Luis Artiles, ratificó que fue pobre la asistencia al acto programado para la madrugada en la plaza Che Guevara, pero lo adjudicó más a la "falta de organización" que a una toma de consciencia o acto de “desobediencia cívica”.
Artiles dijo que algunas empresas como la de Gastronomía y Comercio fueron movilizadas para la ocasión.
"Dicen que no había muchas personas en la plaza, no sé a qué se debería esto, si era muy tarde, porque las escuelas y los centros de trabajo estaban convocados no solo para la plaza sino para los sitios por donde iba a pasar", dijo Artiles.
"Creo que fue un problema de coordinación (...) A las empresas las citaron para un lugar a determinada hora para llevarlos en tren", dijo. "Seguro que eso fue un problema de organización", reiteró.
Llerena dijo que la cobertura de la televisión cubana tuvo que saltar el paso por Santa Clara por la pobre asistencia.
El portal de la televisión cubana tituló uno de los reportes "Camagüey no le falló a Fidel". Un poco más tarde fue retitulado "Camagüeyanos recibieron cenizas de Fidel".
Un reporte de Prensa Asociada en idioma inglés indicó que "en las ciudades, algunas de las ceremonias han sido socavadas por las quejas sobre el gobierno autocrático de Cuba, la burocracia ineficiente y la economía estancada".
El mismo reporte dijo que el más sentido homenaje se ha producido "en el este de Cuba, la región que sus cenizas están cruzando el viernes".