El Proyecto de Apoyo Local a la Modernización Agropecuaria (PALMA), recibió de la Unión Europea (UE) $16.2 millones de dólares para la modernización de la agricultura cubana, durante sus cinco años de existencia bajo la coordinación del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
“El objetivo general del proyecto es disminuir la dependencia del país sobre los alimentos importados, reduciendo de esta manera el efecto negativo del alza en los precios de los alimentos mediante el aumento de la producción agrícola, brindándole apoyo a las cooperativas, a los agricultores individuales y a las entidades locales conexas de los municipios rurales”, explica el sitio web del PNUD en Cuba.
El proyecto, que recibió además otros $6.6 millones de la Agencia Canadiense para el Desarrollo Internacional (ACDI), se implementó en 37 municipios del país, comenzó en abril de 2009 y concluyó el pasado mes de abril, según lo establece su Documento Oficial de constitución.
Sin embargo, de su desarrollo, resultados y apoyo recibido del organismo de Naciones Unidas para el desarrollo del cooperativismo en Cuba, hay escazas referencias en los medios oficiales de prensa. Tampoco en el sitio oficial del PNUD en Cuba hay suficiente información sobre los objetivos logrados.
“Cuando surgió se acababan de aprobar los lineamientos (programa de la reforma), tenía lugar el proceso de entrega de tierras”, recordó Martino Vinci, director internacional de PALMA por el PNUD, durante la presentación de una serie de manuales sobre cooperativismo.
PALMA ha publicado manuales sobre cooperativismo y ofrecido cursos de capacitación técnica y administrativa que “vienen a llenar un vacío sobre este tema”, según reconoció Alcides López director de la Escuela de Capacitación del Ministerio de la Agricultura.
Ana Guallarte, agregada de la delegación de la Unión Europea en Cuba, dijo que es muy positivo que exista “un manual al que los cooperativistas puedas acudir para comprender mejor qué significa ser cooperativista y sus potencialidades. Esto abre un abanico de nuevas oportunidades”.
“El proyecto PALMA benefició con equipamiento y capacitación en temas como gestión, fortalecimiento de capacidades y género, entre otros, a unas 366 cooperativas de 37 municipios pertenecientes a las provincias cubanas de Pinar del Río, Sancti Spíritus, Santiago de Cuba, Granma y Guantánamo”, asegura el PNUD en su sitio.
El PNUD no es el único organismo de la ONU que ha recibido financiamiento de la UE para desarrollar proyectos en Cuba. También se ha beneficiado de esa ayuda el Instituto para la Educación del Agua (The Institute for Water Education) adscrito a la UNESCO, fundado en el 2003 y con sede en Delft, Holanda.
Los proyectos que ejecuta en Cuba la UNESCO/IHE, son básicamente dos. El primero, titulado Proyecto Real para la recuperación de alimentos, es financiado por la UE con $1.1 millones de dólares tiene como objetivo general “fortalecer la cadena de producción de alimentos” introduciendo técnicas más novedosas en el uso y explotación del agua¨.
El segundo programa de la UNESCO/IHE titulado Agua para Todos, recibió $1.2 millones de dólares de la UE y se extendió desde febrero de 2011 hasta febrero de 2014, y busca un mejor aprovechamiento de agua potable, y novedosas tecnologías para el tratamiento de las aguas albañales.
Los organismos de Naciones Unidas tienen una amplia presencia en Cuba y desde hace años prestan su ayuda institucional al país en áreas que van desde la cultura hasta la economía, pasando por la educación y la salud.
Los fondos para financiar esos proyectos provienen de una variedad de fuentes, públicas y privadas, que integran los recursos que habitualmente maneja Naciones Unidas en las naciones necesitadas.
Un acuerdo entre Naciones Unidas y el Gobierno de Cuba, firmado a fines del pasado año, define las condiciones de esa colaboración en el documento titulado Marco y Asistencia de Naciones Unidas para el Desarrollo (MANUD), para el período 2014-2018.
“Los recursos programados por las agencias, fondos y programas participantes en las áreas de cooperación acordadas han sido estimados en 151,7 millones de dólares para el período 2014-2018”, explica el documento.
“El objetivo general del proyecto es disminuir la dependencia del país sobre los alimentos importados, reduciendo de esta manera el efecto negativo del alza en los precios de los alimentos mediante el aumento de la producción agrícola, brindándole apoyo a las cooperativas, a los agricultores individuales y a las entidades locales conexas de los municipios rurales”, explica el sitio web del PNUD en Cuba.
El proyecto, que recibió además otros $6.6 millones de la Agencia Canadiense para el Desarrollo Internacional (ACDI), se implementó en 37 municipios del país, comenzó en abril de 2009 y concluyó el pasado mes de abril, según lo establece su Documento Oficial de constitución.
Sin embargo, de su desarrollo, resultados y apoyo recibido del organismo de Naciones Unidas para el desarrollo del cooperativismo en Cuba, hay escazas referencias en los medios oficiales de prensa. Tampoco en el sitio oficial del PNUD en Cuba hay suficiente información sobre los objetivos logrados.
“Cuando surgió se acababan de aprobar los lineamientos (programa de la reforma), tenía lugar el proceso de entrega de tierras”, recordó Martino Vinci, director internacional de PALMA por el PNUD, durante la presentación de una serie de manuales sobre cooperativismo.
PALMA ha publicado manuales sobre cooperativismo y ofrecido cursos de capacitación técnica y administrativa que “vienen a llenar un vacío sobre este tema”, según reconoció Alcides López director de la Escuela de Capacitación del Ministerio de la Agricultura.
Ana Guallarte, agregada de la delegación de la Unión Europea en Cuba, dijo que es muy positivo que exista “un manual al que los cooperativistas puedas acudir para comprender mejor qué significa ser cooperativista y sus potencialidades. Esto abre un abanico de nuevas oportunidades”.
“El proyecto PALMA benefició con equipamiento y capacitación en temas como gestión, fortalecimiento de capacidades y género, entre otros, a unas 366 cooperativas de 37 municipios pertenecientes a las provincias cubanas de Pinar del Río, Sancti Spíritus, Santiago de Cuba, Granma y Guantánamo”, asegura el PNUD en su sitio.
El PNUD no es el único organismo de la ONU que ha recibido financiamiento de la UE para desarrollar proyectos en Cuba. También se ha beneficiado de esa ayuda el Instituto para la Educación del Agua (The Institute for Water Education) adscrito a la UNESCO, fundado en el 2003 y con sede en Delft, Holanda.
Los proyectos que ejecuta en Cuba la UNESCO/IHE, son básicamente dos. El primero, titulado Proyecto Real para la recuperación de alimentos, es financiado por la UE con $1.1 millones de dólares tiene como objetivo general “fortalecer la cadena de producción de alimentos” introduciendo técnicas más novedosas en el uso y explotación del agua¨.
El segundo programa de la UNESCO/IHE titulado Agua para Todos, recibió $1.2 millones de dólares de la UE y se extendió desde febrero de 2011 hasta febrero de 2014, y busca un mejor aprovechamiento de agua potable, y novedosas tecnologías para el tratamiento de las aguas albañales.
Los organismos de Naciones Unidas tienen una amplia presencia en Cuba y desde hace años prestan su ayuda institucional al país en áreas que van desde la cultura hasta la economía, pasando por la educación y la salud.
Los fondos para financiar esos proyectos provienen de una variedad de fuentes, públicas y privadas, que integran los recursos que habitualmente maneja Naciones Unidas en las naciones necesitadas.
Un acuerdo entre Naciones Unidas y el Gobierno de Cuba, firmado a fines del pasado año, define las condiciones de esa colaboración en el documento titulado Marco y Asistencia de Naciones Unidas para el Desarrollo (MANUD), para el período 2014-2018.
“Los recursos programados por las agencias, fondos y programas participantes en las áreas de cooperación acordadas han sido estimados en 151,7 millones de dólares para el período 2014-2018”, explica el documento.