El ciudadano cubano Flavio Pagés Valdés espera la celebración, este lunes 20 de marzo, de una audiencia donde podría otorgársele la libertad bajo palabra (parole) luego de haber entrado a Estados Unidos horas después de que el entonces presidente Barack Obama anunciase la derogación de la política "pies secos, pies mojados".
Desde su entrada por el puesto fronterizo de Nuevo Laredo al estado de Texas, Pagés ha estado detenido en el South Texas Detention Facility a la espera de la audiencia ante un juez que determinará si puede esperar fuera de la penitenciaria el juicio para tramitar la solicitud de asilo político, o si será deportado, según explicó a Martí Noticias.
“Mañana enfrentaré la segunda corte con respecto a mi caso”, precisó Pagés, que junto a una veintena de cubanos entró a territorio estadounidense por ese puesto fronterizo el mismo 12 de enero, antes de las 12 de la noche, pero horas después de que el presidente Obama anunciara la derogación de la política "pies secos, pies mojados".
En esa ocasión, ninguno de los cubanos obtuvo el parole. En el caso de Pagés, relató que las autoridades migratorias "alegaron" que la negativa estaba sustentada "sobre la base del cambio en el término de las políticas con los cubanos".
Abogados de inmigración recomiendan a los cubanos presentar pruebas contundentes que prueben que el testimoniante tiene miedo creíble de regresar a su país.
De convencer este lunes a las autoridades legales, el cubano evitaría la deportación inmediata a la isla. Pagés dice que tiene “mente positiva” con relación al procedimiento.
Señaló, además, que aunque cree en el sistema judicial de EEUU y tiene evidencias para probar que no deben deportarlo a la isla, no está “completamente seguro” de lo que sucederá.
El cierre de la aceptación de cubanos bajo la politica de "pies secos, pies mojados" sumió en la angustia a cientos de cubanos que se calcula estaban en tránsito hasta Estados Unidos a través de México y Centroamérica.
En febrero, la opositora cubana Aylin Cruz se presentó en ese mismo puesto fronterizo estadounidense para pedir asilo político. Hasta el momento es el único caso que ha recibido autorización bajo palabra (parole) para permanecer en EEUU y que un juez de inmigración escuche su caso de petición de asilo.
(Con la colaboración de Yolanda Huerga)